Día del Agricultor, un hombre clave para el mundo

Día del Agricultor, un hombre clave para el mundo

En 30 años, la población mundial sumará 9.000 millones de personas. La producción de alimentos debe crecer el 70% para que todos puedan comer. Si bien hay herramientas para alcanzar esa meta, la más importante es el hombre de campo.

Si el mundo sigue como hasta ahora, se calcula que la población mundial superará los 9.000 millones de habitantes en unos 30 años. Ante ese escenario necesitaremos producir más alimentos, con un incremento de hasta un 70% para dar de comer a todas las personas.

Si miramos un poco qué pasa con las superficies cultivables en los países productores, resulta necesario agudizar el ingenio para lograr, de alguna manera, que se incremente primero la capacidad de las tierras de cultivo, para que su producción por unidad de superficie sea mayor. Para ello el hombre de campo dispone de diferentes herramientas tecnológicas que ayudarán a dar este gran paso.

En segundo lugar, está la mano propia del productor agricultor -o como quieran llamarle-, el cual debe disponer de herramientas para que produzca alimentos en mayor cantidad, pero con mayor calidad e inocuidad, una tendencia en alza en el mundo de hoy.

En este sentido diferentes organizaciones internacionales como la FAO trabajan en procura de que se logre aumentar la producción de alimentos en el mundo. A la vez, empresas de diversa índole también aportan diferentes herramientas para que se alcance ese objetivo.

Lo real es que la posibilidad de sumar nuevas tierras es cada vez menor, ya que queda poca superficie apta; y si se pretende cuidar el ambiente, tal posibilidad incluso se reduce.

A raíz de ello resulta fundamental que se vea la forma de recuperar tierras inservibles para una nueva actividad agropecuaria. Y para ello se debe pensar, e invertir.

En el mundo actual existe una innumerable cantidad de recursos para producir más y mejor. Pero existe uno clave, que debemos siempre tener en cuenta: la capacidad del hombre de campo de adaptarse a las circunstancias, para producir más y mejor.

El agricultor es el eslabón principal de la producción agropecuaria. Mediante su esfuerzo económico, financiero, intelectual y físico, mediante la entrega de su propio cuerpo, logra producir alimentos para que le mundo coma.

El miércoles se celebró el Día del Agricultor en la Argentina, debido a la conmemoración de la fundación de la primera colonia agrícola del país, en Esperanza, Santa Fe, en 1856.

El 15 de junio de 1853, el ministro de Gobierno de Santa Fe, Manuel Leiva -en representación del gobernador, Domingo Crespo-, y el empresario salteño Aarón Castellanos firmaron el contrato de colonización agrícola, bajo el sistema de subdivisión de la propiedad, que otorgaba una concesión de tierra a cada familia colonizadora. Luego fueron el trabajo, las ilusiones, los hijos y las cosechas, que llegaron a tiempo para desterrar, al menos temporariamente, la nostalgia por esos puertos lejanos. Así surgió la transformación, como en un cuento. Fue posible que la entonces Colonia Esperanza se convirtiera en una referencia para el mundo.

El tiempo siguió pasando en el país, con un crecimiento espectacular de todas sus áreas productivas en todo el territorio nacional, con el esfuerzo permanente del hombre de campo y de su familia, que producían diferentes bienes que se adaptarían a sus respectivas zonas.

Economías regionales

Es lo que hoy conocemos como economías regionales muy particulares. Caña de azúcar en el NOA; Forestales, Yerba Mate y Té en el NEA; Granos en general en todas las regiones productivas del país; Vides y frutas de carozo en Cuyo; Cítricos en el NOA y en el NEA, Ganadería bovina, porcina ovina y caprina en todos lados, etcétera.

El 28 de agosto de 1944, por medio del decreto Nº 23.317, el Gobierno argentino instituyó este día, considerando que la fundación de la primera colonia agrícola, el 8 de septiembre de 1856, marca una fecha decisiva en el desarrollo de nuestra agricultura.

Cabe destacar que la agricultura integra el sector primario de la economía, que comprende las actividades productivas de obtención de materias primas destinadas al consumo o a la industria, a partir de los recursos naturales.

La agricultura tiene una importancia estratégica en la economía argentina, y la creciente demanda de productos agropecuarios constituye una gran oportunidad para el desarrollo equitativo de los territorios del país, mediante la producción primaria y, principalmente, del agregado de valor y de la agroindustria, aspectos que deben ser siempre tenidos en cuenta por los dirigentes; pero, por sobre todo, por los que nos gobiernan.

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