Atlético y el suave sabor del triunfo

Atlético y el suave sabor del triunfo

Tras un mes, Atlético volvió a ganar y lo hizo ante el puntero.

MÁXIMA SEGURIDAD. Cristian Lucchetti fue muy cuestionado luego del partido con Sarmiento. Anoche, “Laucha” fue una pieza clave para sostener el cero. MÁXIMA SEGURIDAD. Cristian Lucchetti fue muy cuestionado luego del partido con Sarmiento. Anoche, “Laucha” fue una pieza clave para sostener el cero. LA GACETA / DIEGO ARÁOZ

¿Cuánto tarda en llegar una buena noticia? ¿Cuanto hay que esperar para volver a sonreír mientras recibimos pálida, tras pálida? Ninguna de las dos respuestas tiene respuestas universales, pero aún así, los hinchas de Atlético se las hacían hasta ayer. Las lanzaban al cielo, al mundo de la retórica y tras el triunfo de su equipo sobre Independiente, al menos dejaron de repetirlas. La alegría finalmente llegó.

Los festejos de Franco Mussis y Renzo Tesuri, con los puños apretados y los gritos desaforados, hablan de esa espera. Cuanto más tarda en llegar, más cosas se acumulan adentro y más se notará cuando salgan. Mucho más si los goles son en los minutos 86 y 87 de un partido que se encaminaba a un empate sin goles. Mucho más si hablamos de un partido que Atlético pudo perder y que no jugó bien. Toda esos ingredientes fueron a parar a la licuadora y la mezcla terminó por los aires con los agónicos gritos del “Decano”.

Si decíamos que esta era una final para Atlético, antes de esos goles había indicios de que así lo habían entendido sus jugadores y Omar De Felippe y otros no tanto.

El entrenador cambió varios nombres respecto de la derrota ante Sarmiento e incluso el sistema. Aquel Atlético arriesgado y que se lanzaba al ataque había sido reemplazado por uno más cuidadoso que, si tenía tiempo, se daba una vuelta por el arco de Sebastián Sosa. Esto era una clara muestra de la condición de final del partido: no se podía perder.

El tema fue que si bien pudo mostrar algo más de seguridad atrás, arriba no generaba peligro. Y si a las finales hay que ganarlas, difícilmente pueda hacerlo sin goles. La dupla de Cristian Menéndez y Ramiro Ruiz Rodríguez claramente no dio resultado pero atrás suyo tampoco había una estructura que los ayudaban mucho a generar situaciones. Ni siquiera Leonardo Heredia, quien suele ser el faro en ofensiva del equipo. Aquella virtud para provocar peligro (incluso ante Sarmiento) parecía haber desaparecido.

Atrás mejoró, pero tampoco fue una máquina defensiva. Las guapeadas de Alan Velasco preocupaban y dejaban quietos a los defensores “decanos” cuya altura no hacía más que complicar las cosas. Pero el “Rojo” se quedó solo en esas aventuras del juvenil. Ni Andrés Roa ni Silvio Romero, ni Sebastián Palacios ni muchos otros más colaboraron.

El segundo tiempo mostró más de lo mismo en ambos equipos. Daba la sensación que si Julio Falcioni acertaba en los cambios o si los jugadores que venían volando bajo se elevaban un poco, podía sacar diferencias. Finalmente no pasó. Y cuando pudo haber pasado, apareció Cristian Lucchetti. Una gran manera de reaccionar a partidos en los que cometió errores fue salvar a su equipo anoche con un par de atajadas claves en el complemento y dejarlo con la chance de ganar el partido. ¿Cómo lo haría? En el banco y en Mussis estaban las respuestas a una pregunta -esta vez- nada retórica.

Los ingresos de Augusto Lotti y Tesuri, más el nivel de Mussis que iba creciendo y creciendo fue lo que posibilitó el triunfo. El volante central, que ya había asustado con dos tiros libres, tenía la llave del partido. Lotti, recién ingresado se la alcanzó moviéndose como un pivote (no por nada tiene la 9 en la espalda) cuando habíamos entrado en los últimos cinco minutos. Un remate de afuera bien esquinado desató el primer festejo. Otra asistencia de Lotti, 60 segundos después, y un violento disparo de Tesuri liquidó el partido.

La final que había que ganar, Atlético la había ganado. Y nada menos que ante el puntero. La pregunta retórica de los “decanos” tuvo respuesta: la alegría tardó casi un mes en llegar, pero finalmente llegó.

Un gol especial para Renzo

Como cada partido de Atlético, el de anoche tuvo varias emociones, pero sin dudas que los últimos minutos del partido fueron los más emotivos, fundamentalmente el segundo grito gol, que, además de servir como desahogo de toda la bronca acumulada fue la jugada que terminó sentenciando la historia.

 Augusto Lotti habilitó a Renzo Tesuri, quien terminó su corrida sin camiseta y con las felicitaciones de todos. Cuando se acabaron los abrazos se pudo apreciar la dedicatoria del ex Godoy Cruz: una remera con la imagen de Santiago “Morro” García. “ Le dediqué el gol a un compañero, pocos los recuerdan, yo en Godoy Cruz dije que lo iba a recordar siempre y, donde me toque jugar lo recordaré y estará conmigo”, dijo el autor del segundo gol de Atlético. Minutos después, Tesuri ya era tendencia en las redes sociales por el gesto que tuvo con su ex compañero, fallecido hace unos meses

CORAZÓN "DECANO"

La Reserva y la Primera liguista no pudieron

El equipo conducido por Martín Anastacio empató 0-0 frente a Independiente y suma 10 puntos en el torneo, producto de dos triunfos y cuatro empates en ocho partidos. Por su parte, por la primera fecha de la Liga Tucumana de Fútbol, Estación Experimental derrotó por 2-0 al “Decano” con goles de Isaac Chaván.

A pensar en la “Lepra”

Atlético se entrenará hoy por la tarde pensando en el duelo ante Newell´s, por la novena fecha. La práctica se llevará a cabo en el complejo a partir de las 16. El duelo ante el conjunto rosarino será el próximo lunes (14.30), sin embargo, el plantel viajará a Santa Fe el viernes por la noche, en ómnibus.

Dos jugadores terminaron con molestias

Leonardo Heredia fue reemplazado en el entretiempo por un golpe en la rodilla, el futbolista será sometido a estudios durante el día de hoy para determinar su lesión. Por su parte, Ramiro Ruiz Rodríguez abandonó el campo de juego por un fuerte golpe en su mano y será evaluado.

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