Coronavirus: “Los fines de semana es el descontrol”, afirman en Raco

Coronavirus: “Los fines de semana es el descontrol”, afirman en Raco

Vecinos opinan que hubo un relajamiento de los cuidados y piden mayores controles en el acceso.

ACCESO A RACO. El turismo para no residentes está habilitado hasta las 19, explicó la Policía. ACCESO A RACO. El turismo para no residentes está habilitado hasta las 19, explicó la Policía.

Sorpresa, temor, incertidumbre y malestar son algunas de las sensaciones que generó en los vecinos de Raco el brote de coronavirus. Entienden que el elevado flujo de veraneantes y turistas que hubo en las últimas semanas, sumado al relajamiento de las medidas preventivas, pueden haber incidido. El Siprosa reportó unos 50 contagios en los últimos 10 días, y los habitantes estiman que puede haber muchos más. Hoy se realizará un operativo de hisopados en el CAPS del pueblo, y la mayor preocupación es que se confirmen las sospechas que se comentan.

Los rayos anaranjados del sol de la tarde colorean el paisaje cerreño de Raco. Evidencian también el polvo del ambiente, que se percibe con la vista, el gusto y el olfato -a pesar del barbijo-. Además, cobijan suavemente a los pocos transeúntes que recorren la ruta provincial 341. El movimiento es escaso, incluso para los lugareños.

En la estación de servicio del pueblo, el playero Carlos Carrazano califica como ‘tranqui’ el movimiento de gente. Afirma que él cumple con las recomendaciones, pero que hay gente que se ofusca porque le pide que use barbijo. “La mayoría de los casos se han dado en gente de la zona, pero yo digo que también es gente que ha venido. Hay muchos veraneantes que vienen, hacen fiestas y no los controlan. Los fines de semana había mucho movimiento”, desarrolla.

El empleado dice que le genera bronca la situación. “Si se hubiesen cuidado no hubiese pasado todo esto. Hubo fiestas clandestinas y todas esas cosas que estaban suspendidas, como en otros lugares; para mí la gente se ha relajado mucho”, conjetura.

La situación sanitaria de Raco y El Siambón, donde viven unas 5.000 personas, es el tema de conversación excluyente. Dentro del bar de la estación, Hugo y Carlos opinaban sobre el brote, con dos latas de cerveza de por medio. “Tendríamos que entrar solo los que tenemos domicilio acá, pero no ha cambiado nada”, explicaban ya con el barbijo puesto y advirtiendo que tenían colocada la primera dosis de la vacuna.

Carlos remarca que el movimiento es escaso sobre la ruta, arteria principal de Raco. “No hay nadie. Se ve que están todos guardados los changos”, dice. Y casi que descarta que los torneos de fútbol amateur hayan sido el disparador del brote, como estiman algunos habitantes. “Hace más de 20 días que se han suspendido los partidos de fútbol. Si había partidos a beneficio, pero están suspendidos los torneos” insiste.

Hugo, a su vez, reclama mayores controles en el acceso. “El control no existe. Yo pensé que iba a estar vallado. Estaba el policía (en el acceso), pero no había control”, dice. Aclara que sí tiene temor por la situación.

A pocos metros, Alejandro Chocobar esperaba a su patrón sobre la moto. “Me ha sorprendido que haya habido tantos casos. Viene mucha gente, más los fines de semana. Debería haber más controles esos días, sobre todo de noche”, dice el trabajador de la construcción. Agrega que ha visto fiestas en plena cuarentena, y opina que se deben endurecer las medidas. “La gente está alarmada, se aleja de uno. Hay temor y más cuidados. El control es fundamental, es lo que hace falta ahora”, analiza detrás del barbijo.

En uno de los almacenes del pueblo, Rocío afirma que cayó el flujo de clientes a causa del brote. “Los almacenes de la zona estamos ‘bajoneados’ porque no se vende nada desde el sábado, que se dieron a conocer los casos”, dice. Ella apunta contra los campeonatos de fútbol por el brote. “Se ha relajado mucho la gente. Había ferias también y fiestas clandestinas. Era todos los fines de semanas; gente de acá y los veraneantes, pero los casos son de acá”, lamenta. Comenta también que los dueños de dos grandes negocios de la zona tuvieron que cerrar por covid. “La gente comenta que está con mucho temor. Salen para hacer compras nomás”, indica.

María, otra comerciante, aguardaba clientes en la puerta. “Hay momentos en los que no hay nadie en la calle. Es como que la gente ha tomado conciencia y se queda en la casa”, dice. Y agrega: “ahí están las consecuencias, se tienen que cuidar. Ojalá merme esto”.

Gabriel Igne está en la guardia del CAPS cuando comienza a caer el sol. Analiza que sería conveniente sumar un control a la entrada y la salida del pueblo. “Los fines de semana es el descontrol, por fiestas y reuniones; viernes, sábado y domingo es cuando se ve mucha gente, sobre todo de afuera”, explica.

En la garita policial de acceso a Raco hay tres uniformados haciendo controles. Afirman que se ha reforzado por la suba de casos, pero el equipo de LA GACETA había accedido horas antes al pueblo sin ser controlado. Los policías aclaran que no se les ha pedido un vallado estricto. “La sensación es como que esto ha venido de afuera”, dicen.

El comisionado rural de Raco, Alfonso Gerardo Alvi, resolvió restringir las reuniones sociales y deportivas de más de 10 personas debido a la inminencia del Día del Niño. Marco Avellaneda, funcionario de la comuna, reconoció a LG PLAY que “la situación es bastante complicada” porque es una comunidad pequeña. Agregó que las restricciones son para controlar la situación. Aclaró que no hay fase 1, que está todo normal en Raco pero que están restringidas todas las actividades con más de 10 personas.

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