22 Julio 2021
Acabo de enterrar a mi esposo Oscar Paz, quien no falleció por covid. Formamos una familia numerosa, de 33 personas, entre hijos y nietos. Al llegar al cementerio Parque de la Paz -un espacio evidentemente abierto- impedían a la familia ingresar a enterrarlo, pretendiendo que pasen sólo 10 personas, dejando tras las rejas hijos y nietos llorando por no poder acompañar hasta el fin a su querido tata Oscar. En medio del dolor me enfurecí. No podemos permitir que irrazonables medidas, impuestas por un gobierno que evidentemente fue incapaz de manejar la pandemia y miente que nos cuida, impongan normas inhumanas, que impiden enterrar dignamente a sus seres queridos, mientras ellos organizan cualquier acto masivo. Espero que el COE revise con criterio los protocolos que debe tomar y que los ciudadanos reclamemos nos respeten las libertades. La mansedumbre es una virtud mientras no se convierta en obediencia a medidas que nos avasallen. Hoy nos tocó sufrir este atropello, espero que no le toque a otra familia.
Beatriz Robles Terán de Paz
Congreso 697 2A
San Miguel de Tucumán
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