Copa América: Messi nos regaló mucho más que un título

Copa América: Messi nos regaló mucho más que un título

Las videollamadas desde el campo de juego con sus familiares, el abrazo con sus compañeros y la charla con Neymar en el túnel dejaron en claro los valores de Messi.

EN SU TIERRA NATAL. Messi llegó a Rosario y fue recibido por su esposa Antonella, que le regaló un eterno abrazo. EN SU TIERRA NATAL. Messi llegó a Rosario y fue recibido por su esposa Antonella, que le regaló un eterno abrazo.

Los argentinos estamos de fiesta por el título conseguido por la Selección después de 28 años como rey de América. Pero lo que nos regaló el equipo liderado por Lionel Messi trasciende lo futbolístico. Nos dio la posibilidad de reflexionar sobre la vida misma. No hay dudas de que todos los argentinos (y de otros lados del mundo también, porque esta consagración se festejó hasta en la India) queríamos ver a “Lio” levantando una copa de campeón con la “Albiceleste”. Pero esa imagen perdió por goleada con otras dos acciones del rosarino que llegaron después de la premiación.

La primera fue verlo al goleador histórico del conjunto nacional sentado en el césped del mítico estadio Maracaná charlando a través de videollamada, como si estuviese en el patio de su casa. Después de celebrar junto a todo el plantel y de abrazarse con cada uno de sus compañeros y con los integrantes del cuerpo técnico, el crack buscó su celular. Con la medalla colgada y con la cara de pura felicidad, en un rincón de una de las áreas comenzó la charla con su familia. Primero se conectó con su esposa, Antonella Roccuzzo, y con sus hijos, a los que les regaló besos a la distancia. Luego llegó el turno de la charla con su papá Jorge, que seguramente le hizo saber lo orgulloso que se sentía por esta conquista. Una imagen de puro amateurismo, aunque el que la mostraba era el mejor jugador del mundo, para dejar en claro que tiene sentimientos como cualquiera y para demostrar la importancia que tiene para él la familia.

La amistad que existe entre Neymar y Messi es conocida en todo el mundo, por eso no sorprendió que el brasileño, con lágrimas en sus ojos por haber perdido la final soñada, fuese en busca de su ex compañero de Barcelona para felicitarlo. Ambos se unieron en un interminable abrazo. “Perder me duele, me lastima... es algo con lo que todavía no he aprendido a vivir. Cuando perdí fui a darle un abrazo al más grande y mejor de la historia que vi jugar”, afirmó la estrella brasileña. Pero lo que más sorprendió al mundo entero fue lo que llegó después. Cuando ya quedaban muy pocos en el campo de juego y había recibido felicitaciones de casi todos los presentes, Lionel emprendió el camino hacia el vestuario para el festejo íntimo con sus compañeros. El recorrido se cortó en el túnel, donde se reencontró con “Ney”. El “10” argentino se sacó la camiseta, se la obsequió al futbolista de PSG y se sentó a su lado, para unirse a la charla en la que también estaba Leandro Paredes. Entre risas y anécdotas, dejaron en claro que la amistad va más allá de una victoria o una derrota. “Hay grandeza en la derrota y en reconocer al rival. Quizás, la imagen que se vio entre Messi y Neymar después del partido sea un mensaje que tengamos que dar. Tiene el lado humano, de educación y de amistad que trasciende. Existen adversarios no enemigos”, dijo Tite, entrenador de Brasil.

Messi nos regaló el título que tanto esperábamos, aunque lo más importante fue que nos enseñó a los argentinos la importancia de la familia y el verdadero valor de la amistad. ¡Salud campeón de la vida!

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