Por Álvaro José Aurane
10 Julio 2021
LOS “OTROS”. “Peleo contra los que quieren ver de adentro a la Argentina arrodillada”, tronó el mandatario. Twitter @wadodecorrido
El presidente Alberto Fernández cerró su visita a la Casa Histórica con un discurso de 24 minutos, que tuvo claros momentos de firmeza en algunos tramos políticos, grises afirmaciones referidas a cómo enfrenta la pandemia su gestión, y opacas referencias sobre el contexto histórico que precedió al 9 de Julio de 1816.
Terminante
Los pasajes durante los que el jefe de Estado sonó más rotundo fueron los referidos a sus cuestionamientos hacia la gestión de Mauricio Macri, a quien se cuidó de no mencionar explícitamente.
En “la grieta”, el mandatario nacional fue terminante:
• “Eran tiempos donde bolivianos y argentinos luchábamos por liberar la patria grande. Y dejenmé una dispensa: pedirle disculpas al pueblo de Bolivia porque un gobierno argentino haya mandado armamento para parar la protesta de un pueblo que se levantaba contra un golpe militar”, disparó, respecto de la acusación del gobierno del vecino país acerca de que el Gobierno macrista habría contribuido a la destitución de Evo Morales. (Ver página 14).
• “Mi modelo no está en los que mandan balas de goma a Bolivia. Mi modelo siguen siendo San Martín, Güemes y Belgrano”, aseveró, hacia el final.
• “Cuando pongo la firma me doy cuenta de que estoy comprometiendo a generaciones. Me hubiera encantado que hubieran pensado así cuando en un minuto 30 segundos anunciaron que la Argentina se endeudaba en 57.000 millones de dólares con el FMI”, aseveró.
• “Todos los días peleo porque la Argentina se ponga de pie. Y todos los días peleo contra los que quieren ver de adentro a la Argentina arrodillada. Y no paro. Sigo. Acordamos con los acreedores privados y estamos negociando con el Fondo. ¿La Argentina sabe que de acá a fin de año tenemos compromisos por casi 5.000 millones de dólares con el FMI, tomados por un gobierno hace dos años atrás? ¡Y además me reclaman que arregle rápido!”, exclamó.
• Así como marcó diferencias, también subrayó afinidades. “El gobernador (Juan Manzur) es mi amigo. Y le agradezco su cariño y amistad”, sentenció.
Genérico
La “cuestión vacunas” ocupó un lugar central en el mensaje del Presidente. Al respecto:
• Comenzó dando cuenta de sus gestiones para conseguir dosis. “El 10% de los países acaparó el 90% de las vacunas. Pero yo no me quedé con esa explicación. Fui a buscar vacunas a todos los lugares del mundo donde las hubiera. Hablamos a China, Rusia, la India, Estados Unidos, Alemania... Hablamos con todos y conseguimos las vacunas”.
• A continuación volvió a “la grieta” y cuestionó a la oposición. “Hicieron una enorme campaña para hacerle creer a la gente que las vacunas eran veneno y no se dan cuenta del daño que hicieron y cuánto postergaron el proceso de vacunación. A veces el odio nos nubla, nos hace ser dañinos”.
• Luego se refirió (otra vez, sin identificaciones) a las tratativas con Pfizer para conseguir sus vacunas. Pero justificó la demora en obtener ese medicamento con una generalidad. “Seguí buscando vacunas. Y dijeron que tenía un problema ideológico con una empresa americana que es la mayor proveedora de medicantos que tiene el Estado argentino. ¿Saben qué? Era difícil ponernos de acuerdo en los términos de un contrato, simplemente. Y era difícil porque yo tenía que defender los intereses de la Argentina”.
• Hacia el final de su discurso, manifestó: “Hemos firmado ya los acuerdos para garantizar que también los adolescentes y los niños tengan las vacunas necesarias para tener certeza y seguridad sobre su futuro”.
Precisamente, el Gobierno avanzó en las negociaciones con Pfizer, luego de que el bloque oficialista se negara en la Cámara de Diputados a modificar la ley que trababa el acuerdo, mediante un decreto de necesidad y urgencia. Entonces, siguen sin estar claras las razones por las cuales el actúa de una manera en el Congreso y de otra en el Poder Ejecutivo. Y, sobre todo, por qué si todo podía destrabarse mediante un DNU, el instrumento no fue dictado antes.
Confuso
Las menciones históricas del Presidente representan el tramo menos lucido del mensaje. Y no sólo por el hecho de que destacara merecidamente el papel del salteño Martín Miguel de Güemes en el Ejército del Norte, pero omitiera por completo a Bernabé Aráoz y a Pedro Miguel Aráoz, actores imprescindibles en la Batalla de Tucumán.
• “Aquel 9 de Julio de 1816 la Argentina transitaba un proceso independentista que se había iniciado en 1810, aquel 25 de Mayo, cuando un gobierno se declaró autónomo de la Corona Española”, sostuvo el jefe de Estado. Sin embargo, la Revolución de Mayo no es contra España: detona cuando los criollos se enteran, justamente, de que el rey Fernando VII de España había sido tomado prisionero por los franceses. Más aún: la doctrina jurídica de 1810 no es la emancipación sino la “gestión de negocios” en el Virreynato, a cargo de Buenos Aires como “hermana mayor” de las otras provincias.
• “José de San Martín, el gran libertador de América, entendió que para que América fuera libre y Argentina concretara su libertad había que terminar con el avance realista que venía de Chile y de Perú. Y fue capaz de hacer algo increíble: cruzar los Andes. Y después entendió que debía atacar a los realistas en Lima yendo por el Pacífico y allí fue. Pero necesitaba San Martín alguien que cuidara la frontera norte. Y entonces le encargó a Manuel Belgrano ese Ejército del Norte”, manifestó Fernández. Las fechas, sin embargo, no lo acompañan. Fue el Triunvirato quien designó a Belgrano al frente del Ejército del Norte, en 1812. El cruce de los Andes se dio en 1817. Y la expedición libertadora de Perú es de 1820.
Lo más popular
