San Martín ahora también aparece en los segundos tiempos

San Martín ahora también aparece en los segundos tiempos

El “Santo” suele jugar bien las primeras mitades, pero debió cambiar el libreto y lo hizo bien.

ARTÍFICES. Estigarribia festeja y Chaves contempla. Fueron clave para el 2-0.  ARTÍFICES. Estigarribia festeja y Chaves contempla. Fueron clave para el 2-0.
30 Junio 2021

Adaptarse. Quizás esa sea la palabra clave en cualquier equipo deportivo que tenga pretensiones de conseguir algo grande. No es que nos olvidemos del talento, la ejecución, la defensa, el ataque, entre tantas otras palabras clave. Son esenciales y están a la cabeza, pero sin la capacidad de adaptarse a situaciones complejas, ninguna de aquellas se podrían desarrollar. Eso mismo es lo que logró San Martín el lunes ante Deportivo Maipú y no solo le permitió ganar el partido, sino además aprender una lección para el futuro.

“Maipú es un equipo duro, muy duro y no encontrábamos los caminos para entrarle”, admitió Pablo De Muner tras el 2 a 0. El conjunto mendocino empezó el partido plantando atrás dos líneas compactas para cuidar su arco, quizás como lo haría cualquier visitante, pero en este caso, haciéndolo prolijamente y complicando al “Santo”.

CAMBIÓ A TIEMPO. De Muner modificó el equipo en el entretiempo para bien.  CAMBIÓ A TIEMPO. De Muner modificó el equipo en el entretiempo para bien. LA GACETA / FOTOS DE DIEGO ARÁOZ

Justo a San Martín, que sí hay algo que sabe hacer es empezar bien los partidos y dominar a sus rivales en el primer tiempo. Nada de eso sucedió en los primeros 45 minutos. Los casos de Temperley, Estudiantes de Río Cuarto, Riestra, Belgrano o incluso Atlanta, en el inicio del torneo, no tenían nada que ver con lo que pasaba en la siesta en Ciudadela. “El primer tiempo nos costó, a diferencia de otros partidos que nos costaba los segundos tiempos y éramos mejores en el primero”, reconoció el propio entrenador.

Pero no solo lo reconoció en conferencia de prensa, lo hizo también en el entretiempo, el momento justo. Además, acompañó la asimilación de la complejidad con una autocrítica personal. “(En ese primer tiempo) el posicionamiento en cancha no era el adecuado, ni tampoco las características de los jugadores que teníamos”, aceptó el técnico. En otras palabras, había equivocado su planteo o la lectura no había sido la correcta. “Además, la expulsión (en Maipú) nos terminó poniendo más presión a nosotros”, agregó.

De vuelta en el vestuario, en ese entretiempo, el DT estaba a tiempo de cambiar y lo hizo. Primero modificó el sistema: pasó de ese 5-4-1 ya clásico a un 4-2-3-1 que variaba dependiendo si atacaba o defendía, pero que funcionó mucho mejor. Además, sacó a Hernán Pellerano (marca) y puso a Ariel Chaves (creación) y también ayudó. “Buscamos variantes y a partir de ahí encontramos el camino. Los cambios por suerte entraron bien y después del primer gol se allanó todo”, explicó el entrenador.

Para adaptarse a un escenario incómodo, volvió a ser fundamental la paciencia. Esta vendría a ser la palabra clave personal de De Muner ya que la utiliza casi siempre que puede. “En la charla técnica les mostramos imágenes de video que hacían alusión a la paciencia y lo importante que era”, detalló “Tomate”.

La paciencia y la adaptación dieron su fruto. El 2-0 final (pudo haber sido 3-0 si no le anulaban ese gol) demuestra que San Martín cambió a tiempo. Tuvo el temple para pasar el mal trago del primer tiempo sin desesperarse y se adaptó a circunstancias que quizás no se presenten siempre, pero que ya saben que sí sucede, tendrán este antecedente en la memoria.

Piensa en Agropecuario

El próximo lunes, desde las 15, San Martín visitará a Agropecuario, buscando su cuarto triunfo al hilo. Para eso, se entrenará desde hoy y hasta el domingo. Ese día, partirá a Buenos Aires para jugar su partido.

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