Cartas de lectores III: los estadistas incomprendidos

Me congratulo (y a la vez me entristezco) con el periodista Álvaro Aurane por sus columnas “alegóricas”, plenas de fina ironía y profundidad conceptual. Es que nuestro país, Tucumán incluido, ya superaron ampliamente al “Macondo” que tan magistralmente describiera García Márquez en su obra. El “realismo mágico” permea la actividad política e institucional argentina. Los sucesos y declaraciones más deleznables son transformados en encomiables por la alquimia del discurso kirchnerista extremo. ¿Acaso se puede abordar el análisis de nuestra realidad de una manera “literal” cuando parecen haberse agotado los argumentos críticos ante la reiteración de hechos escandalosos? ¿De qué otra forma sino en tono satírico se puede ya comentar lo inconcebible? Desafortunadamente, se ha naturalizado la mentira, la deshonestidad, la corrupción; lo que debiera ser excepcional en una nación se ha convertido en “normal” y “cotidiano”, cuando no aplaudido por muchos conciudadanos. Traigo a colación el escándalo que se suscitó en Finlandia por los desayunos en familia, con fondos públicos, de la primera ministra, que casi le cuestan la renuncia. ¿En todo el mundo se han derrumbado los valores, como sucede en la Argentina? Creo que, con nuestra “excesiva tolerancia” e inacción, hemos sobrepasado hace tiempo el límite de lo soportable. ¿Habrá retorno?

Ana Lía Toledo

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