Por Claudia Nicolini
14 Junio 2021
UNA ACTITUD CLAVE. En Tucumán hay personas que suelen concurrir a donar sangre una o des veces al año.
“Se necesita con suma urgencia dadores de sangre de cualquier grupo para un paciente...” ¿Cuántas veces escuchaste en la radio o en le tele; o leíste en las redes pedidos desesperados como este? ¿Te imaginás que importante sería no esperar a que llegue la tragedia?
Eso es en principio posible porque existen bancos de sangre, gracias a los cuales quien necesita transfusiones puede contar con sangre segura. Pero es importante que sepas que no hay bancos sin donantes: son fundamentales para que miles de engranajes del sistema de salud funcionen, porque no hay forma de producir en laboratorios los elementos que constituyen la sangre.
Conmemoración
Todos los 14 de junio se conmemora el Día Mundial Día Mundial del Donante de Sangre, una forma de decir “gracias” a quienes, generosos y solidarios, donan sangre “para que el mundo siga latiendo”, como dice el lema que se propuso para la jornada.
Los donantes son necesarios y fundamentales para que la rueda de la salud gire y, sin embargo, sólo cuatro de cada 10 personas se acerca a donar con frecuencia.
Una de las personas que sí es el geólogo tucumano Sebastián Moyano, desde hace ya más de 20 años. “Empecé cuando aún era estudiante. Un compañero pidió ayuda porque necesitaba sangre para un familiar”, recuerda y reconoce lo que describe como “un miedo infundado a las agujas”. “La primera vez estaba bastante asustado, pero me decidí a hacerlo por cariño a mi amigo. Junté valor... y entonces descubrí que no es nada grave. Desde entonces dono tres o cuatro veces por año”, agrega. “EL año pasado doné un par de veces para personas que tenían covid-19... Ya podría hacerlo de nuevo”, cuenta y se entusiasma con la idea.
“Estas personas, que vienen sistemáticamente una o dos veces por año, conscientes de que siempre existe la necesidad, son claves”, resalta Ruth Senz, jefa del servicio de Hemoterapia de la Maternidad Nuestra Señora de las Mercedes.
Efecto covid-19
Pero, si esos donantes voluntarios ya eran escasos, la pandemia agudizó la situación. En parte -en especial al principio- por temor al contagio; y después, parte de la población que suele donar se enfermó, o fue contacto estrecho. (aclaración al paso: “se puede donar tres meses después con su recuperación total”, especifica . Valeria El Haj, directora médica nacional de Ospedyc).
Pero lo cierto es que los tratamientos que se posibilitan disponiendo de sangre, y que se agrupan en lo que se llama medicina transfusional, son mucho más frecuentes de los que en general uno se imagina.... y no pueden parar por la pandemia.
“Necesitamos los donantes -pide Rubén Toledo, jefe de Cirugía Cardiovascular Infantil del Hospital de Niños-. En ocasiones durante este tiempo de pandemia hemos tenido suspender cirugías... Para poder hacerlas, las donaciones son fundamentales; no sólo se usa sólo sangre sino plaquetas, plasma y otros hemoderivados”.
“En la Maternidad hacemos tratamientos oncológicos y hacemos cirugías ginecológicas complejas, que habitualmente requieren transfusiones... Pero además son comunes las hemorragias posparto y las cirugías de recién nacidos, para las cuales se necesita sangre”, resalta Senz.
Pero también comparte alegrías: cuenta que, a pesar de que el déficit sigue siendo importante, este año hubo signos de buena respuesta comunitaria. “Desde algunos ámbitos nos convocan para que concurramos a distintos pueblos y barrios para organizar colectas. Y la pandemia facilitó el uso de espacios físicos que habitualmente están ocupados, como clubes o salones; y eso permite asegurar el cumplimiento de todos los protocolos de seguridad”.
Qué podés donar
Lo que ocurre con más frecuencia es que se done la roja sangre completita. Pero también se pueden tomar sólo alguno de los elementos que la constituyen y devolver el resto al donante, destaca un comunicado de la Mayo Clinic (especial para esta jornada. Para ello te conectan a una máquina que recolecta y separa componentes de la sangre, como glóbulos rojos, plasma y plaquetas, y regresa los componentes no utilizados al donante.
Siempre se usan equipos nuevos, estériles y desechables para cada donante, por lo que no hay riesgos de contraer una infección que se transmita por sangre.
El proceso
Tenés que tener al menos 18 años (y menos de 65), y pesar más de 50 kilos. Si te decidís y estás dispuesto a ser solidario de esta manera, llevá DNI y ropa que permita arremangarse. No hace falta que estés en ayunas; todo lo contrario: se sugiere tomar café, té, mate, jugo azucarado o gaseosa, pero no ingerir alimentos grasos.
Cundo sea tu turno te sentarás en una silla y alrededor de tu brazo extendido y apoyado colocarán un torniquete para que las venas estén más llenas de sangre: así identifican la que mejor se preste a la donación. Además, ayuda a insertar la aguja y sirve para que la bolsa se llene más rápido. Una sonda plástica delgada conecta la aguja y la bolsa. Esta almacena 450 cc de sangre, cantidad que el cuerpo asume sin ningún problema y que generará en unos días.
Como dice Sebastián, nada grave. Y podes salvar vidas.
Dónde concurrir: hay postas descentralizadas
En todos estos lugares te recibirán con los brazos abiertos... y todos los protocolos de seguridad:
• Banco Central de Sangre, avenida Mitre 236, de lunes a viernes de 7.30 a 12.30
• Hospital de Niños, pasaje Sabin 750, miércoles de 8 a 12.30
• Maternidad, avenida Mate de Luna 1535, lunes a viernes de 7.30 a 11.
• Hospital Padilla, Alberdi 550, lunes a viernes de 7.30 a 10
• Hospital Eva Perón, Camino del Carmen y Ruta 9, lunes a viernes de 7 a 15
• Hospital Regional de Concepción, San Luis 150, lunes a viernes de 7 a 9.3
• Hospital General de Aguilares, 24 de Septiembre 1253, lunes a viernes de 7.30 a 12
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