Polarización y apatía

Polarización y apatía

Por Luciana Ahumada Tarulli - Licenciada en Ciencias Políticas.

13 Junio 2021

Tras la Guerra Fría, en El fin de la Historia y el último hombre, Francis Fukuyama postuló la tesis de que las ideologías habían dejado de existir, ya no tendrían lugar las luchas ideológicas, sino que la democracia liberal se expandiría como la alternativa hegemónica.

Sin embargo, el mundo transitó otros destinos: el resurgimiento de los nacionalismos en Europa, la alternancia entre gobiernos de derecha y de izquierda en América Latina y las diversas formas en que conciben el orden político, económico y social, son algunas muestras de la continuidad del componente ideológico en la política contemporánea.

Si tomamos lo acontecido en las elecciones presidenciales de Ecuador, vemos que los ecuatorianos debieron escoger en las urnas entre candidatos que están en las antípodas ideológicas. Por un lado, el correísta Andrés Arauz, por el otro el derechista Guillermo Lasso. El antagonismo ideológico entre ambas propuestas, dividió a la sociedad entre correítas y anticorreistas y tras la profunda polarización, los resultados favorecieron a Lasso. Más allá de su triunfo, el nuevo presidente deberá gobernar junto a una Asamblea donde el correísmo es muy fuerte y puede oponerse a sus propuestas. Otra cuestión que deberá tener en cuenta es la gran capacidad de movilización de sus opositores.

El proceso electoral peruano, también mostró una profunda polarización entre los votantes de izquierda que apoyan a Pedro Castillo, y los de derecha que prefieren a Keiko Fujimori.

Ambos países deberán hacer grandes esfuerzos para asegurar la gobernabilidad más allá de las profundas diferencias ideológicas entre el gobierno y la oposición.

Un fenómeno muy relevante, que comparten estos comicios, es la creciente apatía electoral, que se manifestó a través de la no concurrencia al acto eleccionario o mediante el voto nulo o en blanco. En este sentido, todos los partidos, cada uno con sus concepciones ideológicas, no parecen ser capaces de representar a un número creciente de ciudadanos. Cada vez son más aquellos que no creen que su voto pueda influir en la agenda política y que no confían en los partidos políticos y en sus candidatos.

¿Y por casa cómo andamos?

A diferencia de Perú y Ecuador, Argentina no renueva autoridades ejecutivas sino que busca cubrir cargos legislativos en las próximas elecciones. Sin embargo, es altamente probable que se repita el escenario de polarización política, en virtud de la existencia de dos coaliciones, el Frente de todos y Unidos por el Cambio, cada con concepciones ideológicas propias y con un núcleo duro de electores que las apoyan.

En la contienda política, el componente ideológico, la manera en la que se percibe la realidad y las pautas bajo las cuales se busca organizarla económica, social y políticamente, sigue estando vigente en la escena pública.

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