Selección: es tiempo de ajustar piezas

Selección: es tiempo de ajustar piezas

Argentina jugó mejor ante Colombia que frente a Chile, un buen indicio ante lo que viene.

TIENEN LA PALABRA. Los integrantes del plantel tienen por delante una alta exigencia de partidos. TIENEN LA PALABRA. Los integrantes del plantel tienen por delante una alta exigencia de partidos.

En seis partidos jugados (restan 12), ganó tres y empató tres; está segundo en la tabla, a seis del implacable puntero Brasil y con tres de ventaja sobre el tercero, Ecuador; suma nueve goles convertidos (no es de los equipos más efectivos) y cinco recibidos (segunda valla menos vencida). Esos son los principales números de la Selección en lo que va de las Eliminatorias. Aunque es algo prematuro porque recién se completó la tercera parte de la competencia que otorga boletos para Qatar 2022, hay una tendencia interesante. Abonando la idea de que el camino a un Mundial nunca es un lecho de rosas, esta vez hay indicios: no parece haber mayores dificultades para el objetivo argentino.

El seleccionado no perdió partidos, pero sí dejó puntos que podrían haberle dado una mayor tranquilidad. Por caso, la ventana que terminó el martes 8 y se abrió el jueves 3, le dejó dos empates con distinto sabor, en partidos que empezó ganando. En Santiago del Estero se dejó igualar y después no supo cómo quebrar a Chile porque se repitió en su fórmula de ataque y eso le facilitó la estrategia al visitante, que hizo lo mínimo indispensable para llevarse un punto. En Barranquilla, supo cómo neutralizar a Colombia, llegó a estar 2-0 arriba y jugando muy bien. Pero después de un primer tiempo sólido, cometió en el complemento dos errores, primero en la contención y luego en la defensa, que le sirvieron en bandeja un 2-2 al local, que si bien se había mostrado enjundioso en su planteo, no fue una tromba ni mucho menos.

Hubo presentaciones en las que le había costado al equipo de Lionel Scaloni conseguir un rendimiento acorde a los nombres que lo integran. A Ecuador le ganó con lo justo en su debut en las actuales Eliminatorias. Y con Paraguay empató de local en un durísimo desafío. En la balanza del haber quedaron los triunfos como visitante ante Bolivia y Perú. Y hay que sumar necesariamente al rendimiento ante los colombianos, pese al empate.

Hay algo que Argentina hace bien: que la buena cantidad de jugadores con buen pie con que cuenta tenga la pelota y proponga vértigo ofensivo es altamente positivo. Eso devasta al rival, lo deja como un partenaire. Otro aspecto relevante es que evita ser “messidependiente” lo más que puede, aunque el crack rosarino mantiene su alto perfil, inquietando al rival con su visión aguda del juego, con sus regates, sus paredes y sus remates al arco. También es para destacar que los más experimentados se están amalgamando con los más jóvenes, incluso con los debutantes, que dicho sea de paso suman bastante, como fue el caso de Cristian Romero, elegido como el mejor defensor del torneo italiano de la temporada 20/21.

¿Correcciones? Así como acostumbra cambiar de equipo y de esquema partido a partido, Scaloni debería afinar la puntería con los cambios y con los tiempos en los que los ejecuta. Tampoco el plan de jugar demasiado la pelota hacia la última línea se ve como redituable, porque se expone a la cornisa del error. Las desconcentraciones también golpean: los casos de Juan Foyth y de Nicolás Otamendi, que propiciaron los goles colombianos, lo demuestran.

Argentina es un equipo en armado. Ahora, con la disputa de la Copa América y la mayor cantidad de días juntos, el DT tiene la oportunidad de ajustar piezas. El boleto a la tranquilidad y al eventual éxito depende de ello.

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