Todo por Diego

Fabricio Villecco esquivó controles, sorteó mil y un vallado y logró llegar hasta la puerta de la concentración argentina en Las Termas de Río Hondo. En aquel lugar sólo había periodistas y nadie podía explicarse cómo había logrado filtrarse entre el estricto operativo policial. Fue casi como si un alma especializada en sortear cualquier obstáculo se había apropiado de su ser.

“Estoy acá porque quiero llegar a (Lionel) Scaloni o a alguien de AFA. Tengo en mente un proyecto para homenajear a Diego (Maradona)”, le cuenta a LG Deportiva el licenciado en marketing, artista, escultor y autor del libro “Encontrar Roma”, que trata sobre la pasión del fútbol.

Villecco había diseñado un regalo para Diego en su cumpleaños 60; una pelota que representaba un mapamundi. Pero no alcanzó a entregársela. “Cuando estaba por viajar se me rompió el auto y bueno… después pasó lo que pasó”, se resigna quien también tiene una escultura en honor a Sergio Goycochea (una mano deteniendo una pelota, que representa las atajadas de “Goyco” en el Mundial de Italia ’90).

Caminaba de un lado al otro, prendía un cigarrillo y miraba hacia la puerta de entrada de la concentración argentina. Quería llegar a alguien que le abriera el camino para cumplir su objetivo. “Mi idea es armar un polideportivo en el se ayude a deportistas a transformarse en atletas de elite. Es algo difícil de gestionar, pero voy a hacer todo lo posible para lograrlo. Diego nos enseñó que desde la más hundida pobreza se puede salir y ese ejemplo es el que debemos seguir”, explica, dejando detalles del plan de marketing que tiene para llevar adelante el proyecto que incluye canchas de fútbol, básquet, tenis, pileta olímpica y debería tener una extensión de cuatro manzanas. “El 30 de octubre, día en el que sería el cumpleaños de Maradona, quiero armar un partido conmemorativo. Un juego que sea de 10 horas y en el que participen 60 jugadores, actuales o ex futbolistas. Allí deberíamos recaudar fondos para cumplir el sueño”, agrega.

Muestra orgulloso su plan. Saca una especie de plano en el que se ve el complejo con dos sectores en forma del inolvidable número “10” de “Pelusa”. “En el sector del “1”, se podría armar un museo temático. Quiero tratar de llegar a su familia para lograr su consentimiento. Sería bueno poder homenajearlo así. Además, el “0” sería el estadio. Mi idea es que “La Perla” -así se llamaría el predio- se vea desde el cielo cuando sobrevueles la ciudad”, afirma.

Después de varias horas de espera, una persona baja de un auto y habla por teléfono. A los pocos minutos, la puerta de la concentración se abre y uno de los encargados de la seguridad del plantel se acerca al sector de vallas. Habla con la persona y, cuando se despiden, Villecco aprovecha la chance que tanto esperaba. Le cuenta cada detalle y le muestra su proyecto; el seguridad se mete de nuevo en el hotel y a los pocos minutos sale de nuevo con un sobre. En el guarda todo lo que le ofrece el artista, lo saluda calurosamente y se va. “Cuando estaba por irme apareció esa persona; de la nada… como si alguien la hubiese enviado. Se llevó el proyecto y se lo entregará a la gente de la AFA. Esperemos que tenga una respuesta”, sentencia Villecco con esa sonrisa ancha fruto del deber cumplido.

Su proyecto dio un paso más. Ahora sólo quiere estar atento a un llamado que le dé el “ok” para continuar porque, según él, el deporte es amor y, con ello todo se puede conseguir.

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