El crimen de Brito Chia: “una flor de marihuana no vale la vida de nadie”

El crimen de Brito Chia: “una flor de marihuana no vale la vida de nadie”

La madre de la víctima le pidió al acusado que identificara al asesino, pero el acusado no lo hizo. Le dictaron dos meses de preventiva.

ACUSADO. Santiago Haywar, que aparece junto a su defensor Alejandro Biagosch, se lamentó por el hecho y aseguró ser inocente. ACUSADO. Santiago Haywar, que aparece junto a su defensor Alejandro Biagosch, se lamentó por el hecho y aseguró ser inocente.

“Estaba preparando su torta de cumpleaños cuando me avisaron que lo habían matado. Enterré a mi hijo en el día de su cumpleaños. ¿Sabe usted señor lo que eso significa?”, relató e interrogó, ahogada en un mar de lágrimas, Karina Chía, la madre de Esteban Darío Brito Chía (24 años), que fue asesinado de cinco balazos. Ella habló en la audiencia en la que se le dictó dos meses de prisión preventiva a Santiago Hayward (29) al ser imputado como coautor del homicidio registrado el miércoles en España al 800.

El debate se realizó durante la mañana de ayer. Estuvo cargado de momentos emotivos y, en algún momento, todos se emocionaron hasta las lágrimas. Los familiares de las víctimas, el imputado, el acusador, el defensor y hasta el mismísimo juez Eduardo González se quebraron. Los más de 90 participantes (todo un récord para una audiencia virtual sabatina) también dejaron aflorar sus sentimientos por un caso poco común. Un hecho en el que los cinco protagonistas son menores de 30 años y en el que se volvieron a poner en debate temas que movilizan a los tucumanos: el crecimiento del mercado ilegal de flores de marihuana y la conveniencia, o no, de legalizar el consumo de cannabis.

Hayward se presentó como propietario de una cervecería de avenida Sarmiento al 700 y padre de un bebé. El auxiliar fiscal Juan Pablo Godoy, siguiendo las instrucciones del fiscal Carlos Sale, dijo que acusado no fue el autor de los disparos que acabaron con la vida de Brito Chia, pero que tuvo una participación en un hecho que se generó en una compra fallida de drogas. “Se unió junto con otra persona que por el momento no fue identificada y, previa división de tareas, cada uno cumplió con su rol en el caso”, aseveró.

El acusador solicitó que se dictaran a Hayward dos meses de prisión preventiva porque consideraba que había peligro de fuga y porque podría entorpecer la investigación, ya que no se sabe quién es el autor material del hecho y porque el arma utilizada en el ataque sigue sin aparecer.

“Quiero demostrar mi absoluta inocencia porque no tengo ninguna responsabilidad en este  hecho. Lamento profundamente la pérdida de una vida, pero no tengo nada que ver. Cuando se analice más el expediente se darán cuenta de lo que digo”, explicó Hayward.  

El defensor Alejandro Biagosch no se sintió golpeado por las presuntas evidencias que existen en contra del acusado. No las rechazó, pero sí dijo que no compartía la teoría del caso que había elaborado la fiscalía (se informa por separado) y confirmó que presentaría la suya en otro momento del proceso.

Biagosch solicitó que no fuera aceptado el pedido de prisión preventiva de la fiscalía y que, en caso de que se le hiciese lugar, que se cumpliera bajo la modalidad de arresto domiciliario. “No tiene antecedentes penales y se presentó ante las autoridades, demostrando que no tenía intenciones de entorpecer la pesquisa”, señaló respecto de Hayward.

Golpe tras golpe

Al terminar los planteos procesales, el juez González les dio la palabra a los representantes de la víctima. “No busco venganza ni nada por el estilo. Como padre siento un dolor inmenso por la pérdida de un hijo, pero tampoco puedo dejar de pensar que hay un hijo que no podrá ver a su padre por haberse involucrado en un lamentable episodio como esto”, dijo Héctor Brito.

El hombre, visiblemente golpeado, pero sin perder equilibrio emocional, también hizo un reclam. “No puede ser que a mi hijo lo hayan herido a las 16.30 y que nos enterásemos de ello, a través de una amiga de él, recién a las 21.30. Quizás hubiéramos ayudado en algo y lo hubiéramos acompañado hasta su muerte. Él murió solo”, señaló.

No hubo tiempo para recuperarse de esas duras palabras. “Una flor de marihuana no vale la vida de nadie. Me destruyó mi vida, me destruyó la familia, me dejó sin el hermano mayor de siete hijos. Una persona no lleva un arma de adorno y tampoco se disparan seis o siete tiros para asustar. Quiero que entienda que enterré a mi hijo en el día de su cumpleaños”, aseguró la madre de la víctima.

“Por favor señor juez, le pido que no lo deje libre”, pidió Chía. “Y a usted señor Santiago, le hago una pregunta. Si no es culpable… ¿por qué no dice quién es la persona que hizo los disparos que mataron a mi hijo? Ahora, que seguramente quedará detenido, recapacite y colabore para que se haga justicia. Diga quién es el que mató a mi hijo”, concluyó.

El juez González, tomó la palabra y dijo: “Señor Hayward le doy el uso de la palabra porque creo que hay algo que puede responder”. El magistrado, al observar que el imputado pretendía hablar con su defensor, lo advirtió con tono firme: “no hable con su defensor, sólo diga lo que siente”. “No tengo nada más que decir”, respondió el acusado del homicidio.

La resolución

El magistrado, antes de dar a conocer el fallo de la audiencia, se dirigió a todas las partes. “No puedo dejar de lamentar todo esta situación. Todos los que estamos acá estamos dolidos por la pérdida de una vida humana, pero también nos duele porque la persona que está acusada también tiene un bebé. Duele ver el sufrimiento de los padres por la situación que están atravesando”, señaló.

Hizo una pausa de unos segundos y agregó: “a los padres de Brito Chía quiero que no sientan culpa. Es lógico que sientan que algo podrían haber hecho porque no lo pudieron acompañar, pero quédense tranquilo que lo acompañaron en toda su vida”. González, después de que se quedara sin voz por la emoción que lo invadió, agregó: “es muy doloroso ver a jóvenes, con toda una vida por delante, involucrado en este tipo de situaciones. El flagelo de la droga es el que está llevando a cosas así. Son las consecuencias no queridas de este problema”.

El magistrado analizó los planteos de las partes. Si bien consideró no compartir la imputación provisoria, entendió que debía proseguir así. También aceptó que se le dictara la prisión preventiva porque consideró que, al no estar detenido el autor del hecho, podría entorpecer la investigación.

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