Por Gustavo Frías Silva
15 Mayo 2021
Las perspectivas de trigo para este año muestra tendencias muy auspiciosas, según las diversas estimaciones realizadas por distintas bolsas. Esto se debe a los precios internacionales, a las intenciones de siembra en las principales zonas trigueras del país, y a que aparentemente el clima está acompañando, con precipitaciones que hacen que los suelos acumulen humedad.
En el caso de nuestra región y provincia, los lotes en los cuales están sacando la soja con un avance más que importante, en algunos sectores del área de grano, la humedad acumulada no es la suficiente. La irregularidad de las lluvias durante la época estival, cuando se cargan los suelos, no permitió que los perfiles se llenen.
Algunas zonas cuentan con la humedad adecuada; pero en otras falta. Debido a ello, resulta necesario considerar estos aspectos.
Actualmente las trilladoras siguen avanzando, para terminar de cosechar los lotes de soja sembrados por todo el territorio provincial. De ese modo los van desocupando para que el productor siembre nuevamente -si las condiciones de humedad del suelo son las adecuadas- con algún cultivo invernal o de servicio que decida o pueda sembrar.
Los técnicos vinculados a la producción afirman que para la toma de decisiones de una siembra invernal es necesario que los suelos estén con un balance hídrico adecuado, que les permita a las plantas nacer y desarrollarse con el agua acumulada, debido al régimen monzónico que rige a nuestra región NOA.
Diferentes investigaciones demuestran que generalmente se debe realizar este tipo de cultivo. Su importancia radica en que al tener los lotes ocupados y libres de malezas durante el invierno estos llegan a la próxima gruesa en mejores condiciones, siempre y cuando las lluvias que anteceden a la siembra gruesa sean benévolas.
Los productores saben perfectamente que, una vez liberados los suelos de los cultivos de verano, si las condiciones climáticas y de humedad de suelo son las adecuadas, si tienen la necesidad de mantener limpios y bien conservados los campos y si existen perspectivas de buenos negocios con los cultivos invernales, seguramente se deciden en sembrar lo que crean mejor y más conveniente para sus campos y para sus bolsillos.
Para este año en la región se espera una siembra menor de trigo e invernales, debido a lo que sucedió con las precipitaciones. No obstante, a raíz de las perspectivas, probablemente analizarán con más profundidad si realmente conviene o no sembrar, y bajo qué criterios.
Resulta importante que siempre atiendan los criterios técnicos que se deben aplicar para que en definitiva la siembra pueda ser realizada adecuadamente y el cultivo prospere como corresponde.
En este sentido los técnicos de las instituciones de investigación y los particulares en general recomiendan que se decida la siembra teniendo en cuenta las lluvias acumuladas y la humedad disponible del perfil del suelo.
Se debe tener presente la fecha probable de ocurrencias de heladas en fase crítica del cultivo.
Hay que elegir las variedades más convenientes a sembrar teniendo en cuenta el ciclo y potencial de rendimiento; el comportamiento sanitario; la calidad de rastrojo; la calidad de grano, rusticidad y adaptación y madurez rápida.
Es fundamental considerar el potencial de rendimiento en cada zona para el uso de insumos de mayor costo.
Se debe tratar de sembrar los lotes según las posibilidades, intentando mantener los suelos cubiertos; sea que quiera obtener trigo para cultivo de servicio o para rentabilidad.
En lo que respecta a la disponibilidad de agua en los suelos, los técnicos afirman que existen experiencias en que la demanda de esta es mayor en los ciclos largos que en los cortos, y que la demanda crece cuanto más tarda la siembra -para todos los ciclos, largos o cortos-. En tanto, dentro del área productora, la demanda de agua es mayor en el este que en el oeste de la provincia.
Si los productores decidieron realizar las siembras o ya la realizaron, atender los consejos técnicos de los que saben les permitirá tener un rango más de seguridad para lograr que los trigos sembrados logren tener el éxito buscado en rentabilidad o en protección de suelos.
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