La mesa opositora, un mitin de intendentes y los ojos en el PJ

La mesa opositora, un mitin de intendentes y los ojos en el PJ

En Tucumán, los opositores comenzaron a poner las cartas sobre la mesa. Y si bien recién se está jugando la primera mano, ya se vislumbran algunos movimientos y estrategias de quienes apuntan a posicionarse como los principales rivales del PJ, tanto en los comicios nacionales de este año como en las elecciones provinciales de 2023.

En los últimos días se produjeron dos hechos que dieron mayor claridad al panorama de los partidos de la oposición.

El primero fue que el Gobierno del Frente de Todos acordó con el resto de los bloques políticos del Congreso la postergación de las PASO (serán el 12 de septiembre) y de las generales (quedaron fijadas para el 14 de noviembre). Con el cronograma electoral confirmado, se puede decir que el juego por el reparto de bancas ha quedado inaugurado a nivel nacional en su edición 2021.

En segundo lugar, los referentes partidarios que participaron el viernes pasado de la reunión para la conformación de la mesa política de Juntos por el Cambio (JxC) en Tucumán plantearon por fin ante sus colegas sus expectativas -o algunas de ellas- con relación a la posibilidad de conformar un “frente amplio”. En algunos casos, el bussismo será un límite; en otros, una excusa. De todos modos, aún quedan cuestiones de fondo por definir en la alianza opositora que, por el momento, integran la intervenida UCR, el PRO, la Coalición Cívica y la Democracia Cristiana. ¿Y el PJS? Veremos...

En etapa de conversaciones

Las charlas entre los “correligionarios” José Cano, Silvia Elías de Pérez, Roberto Sánchez y Mariano Campero sirvieron para acercar posiciones. O, al menos, para iniciar el diálogo interno en el centenario partido. Los protagonistas de la “mesa chica” del radicalismo tucumano dieron señales de que están dispuestos a seguir dialogando, lo cual no es poco. Pero ello no implica que dejarán de lado así como así sus metas propias.

Por un lado, el diputado y la senadora cierran este año sus respectivos mandatos en el Congreso, y está claro que perder esos lugares significaría un duro golpe para sus aspiraciones de volver a competir por la Gobernación en el corto plazo. Por otro lado, los intendentes de Concepción y de Yerba Buena no tienen más chances de reelección, y necesitan sí o sí sumar poder dentro de la UCR si quieren liderar el espacio en 2023.

En principio, las primarias pueden servir para que los radicales resuelvan de un modo más o menos armónico este conflicto de intereses. En ese sentido, la constitución de la mesa provincial de JxC con los cuatro “correligionarios” adentro es un claro indicativo de que ninguno quiere resignar el sello opositor instalado por el macrismo.

De hecho, los intendentes buscaron dar todo un mensaje con sus recientes viajes a Buenos Aires. Campero volvió con las fotos de Mauricio Macri y de Alfonso Prat-Gay; Sánchez, en tanto, compartió charlas con Horacio Rodríguez Larreta y con Miguel Ángel Pichetto. Es cierto que en el espacio de Cano y Elías de Pérez le restarán trascendencia a esas imágenes (“nosotros a esas fotos ya las teníamos hace rato”, ironizó un armador), pero la dupla de intendentes consiguió el objetivo que se había trazado la semana pasada. Ahora, resta ver si las postales con los referentes nacionales se traducen en un apoyo real a sus aspiraciones.

El PJS de Germán Alfaro, en tanto, tomó distancia de la alianza macrista. No cerró la puerta a un acuerdo electoral con la UCR, el PRO y el resto de los partidos, pero el intendente dejó en claro que no volverá a formar parte de Juntos por el Cambio.

De hecho, en la sede de 9 de Julio y Lavalle desacreditan una hipótesis que goza de cierto consenso en JxC: en el alfarismo dudan de que los comicios de este año vayan a estar signados por la polarización. Por ello, confían en la estructura municipal para lanzarse en soledad este año, con la diputada saliente Beatriz Ávila como candidata a senadora y con algún aliado del radicalismo a la Cámara Baja.

Sin embargo, y como en política todo es posible, no hay que descartar la chance de que el PJS compita dentro de Juntos por el Cambio. Quizás esta alternativa comience a definirse mañana, en Bella Vista, cuando el intendente local, Sebastián Salazar (UCR), oficie de anfitrión en un mitin junto a Alfaro, Sánchez y Campero. Los cuatro jefes municipales tendrán la oportunidad de charlar en soledad sobre los temas en común que los aquejan, pero además sobre un potencial acuerdo que les permita reunir fuerzas dentro de la alianza opositora.

De todos modos, el cuarteto de intendentes también tiene puntos discordantes. Entre ellos, el bussismo. Alfaro no quiere saber nada con Ricardo Bussi; Sánchez y Campero, en cambio, son dos acérrimos promotores de la incorporación de Fuerza Republicana al “frente amplio”. ¿Cederá alguno en su postura? A la vez, el líder del PJS tampoco tiene asegurado que los radicales vayan a resignar la candidatura a la Cámara Alta. Es sabido que se trata del lugar más codiciado, puesto que quien resulte electo senador (o senadora) por la minoría quedaría como el opositor mejor posicionado con miras a la carrera por Gobierno provincial en 2023.

¿Y Bussi? El aplazamiento de las PASO le dio algo más de oxígeno a las negociaciones entre los referentes partidarios, dado que ahora tienen plazo hasta julio para sellar frentes y alianzas. De todos modos, el líder de FR tiene todo listo para lanzarse en soledad, probablemente con su apellido encabezando la nómina para el Senado y alguno de sus dirigentes la de Diputados. La legisladora Nadima Pecci y el concejal Eduardo Verón Guerra aparecen como dos opciones que tiene a mano el republicano.

Con el cronograma electoral en marcha, hay un factor que podría condicionar en buena parte la estrategia opositora. ¿Qué pasaría si el vicegobernador Osvaldo Jaldo decide disputarle el armado de las listas al gobernador Juan Manzur? Los rivales del PJ no le sacan la mirada a la tensa interna que viven en Virgen de la Merced al 100. Si bien entienden que el peronismo dividido ofrece una oportunidad sin precedentes, el escenario cambiará de manera sustancial si además el presidente de la Legislatura decide competir este año contra el manzurismo.

Por el momento, los referentes de la oposición comenzaron a mostrar sus primeras cartas. Está claro que la banca en el Senado por la minoría es el objetivo más seductor. Pero no es lo único que está en juego.

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