Una entusiasta propulsora de la agroindustria en el INTA

“La agricultura no se termina en el campo. El agro son las cadenas de valor, porque agregar valor a toda nuestra producción es nuestro gran desafío y oportunidad para crecer”, destaca Susana Monserrat, y ese es el ideario que despliega en sus múltiples quehaceres: la docencia en la Facultad de Agronomía y Zootecnia (UNT); la actividad privada, con la que está vinculada al citrus; y la función pública. En este terreno Monserrat destaca como la primera mujer elegida vicepresidenta del Centro Regional Tucumán-Santiago del Estero del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

La ingeniería agronómica y el trabajo en el campo resultaron un camino lógico para Monserrat. De España llegó su abuelo para afincarse en la zona de Tafí Viejo y con el correr de los años la citricultura se convirtió en una herencia familiar de la que ella habla con pasión. A la vez, la coloca como un ejemplo de lo que la agroindustria puede conseguir en materia de sustentabilidad, calidad y trazabilidad.

Este es uno de los temas centrales que Monserrat aborda en la cátedra de Agroindustria, de la que es profesora titular. También enseña en la carrera de Veterinaria y cumple otra importante función en la Facultad: la dirección de la Planta Piloto de Alimentos. En este caso subraya la voluntad que están poniendo los alumnos para mantenerse activos desde que empezó la pandemia, justamente en una tarea en la que es indispensable la presencialidad. Y se entusiasma con los proyectos de comercialización que asoman para los productos que en la Planta Piloto se están desarrollando.

Objetivos

A la vicepresidencia del Centro Regional -en la que secunda al licenciado Rodolfo Balbi-, Monserrat llegó como representante de la comunidad científica y tecnológica de Tucumán y con varios proyectos en carpeta. Desde 2019 formaba parte del Consejo y esta elección la coloca en un cargo con mayor responsabilidad ejecutiva. Monserrat considera clave profundizar la relación que el INTA mantiene con un amplio abanico de entidades, como la Sociedad Rural, la Federación Agraria Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas, la Confederación Intercooperativa Agropecuaria, los Gobiernos de Tucumán y de Santiago del Estero y, por supuesto, la UNT.

Este plan de acción, en el que confluyen tantos actores, requiere de una herramienta indispensable: el diálogo como motor de la búsqueda de consensos. Monserrat enfatiza que así se trabaja en el Centro Regional y por eso se siente cómoda aportando para esta misión. La relación con la Facultad de Agronomía es otro de los pilares en ese sentido.

“En las políticas que implementa el Consejo Regional resulta fundamental la opinión universitaria -sostiene Monserrat-. Y en ese sentido la Facultad ocupó y seguirá ocupando un rol central”.