Caos vehicular y un día de furia por los cortes de puentes en el Este provincial

Caos vehicular y un día de furia por los cortes de puentes en el Este provincial

La protesta de los afiliados de la filial local de UTA ha trastocado el ritmo de vida de miles de tucumanos.

LA GACETA / FOTO DE MATÍAS AUAD LA GACETA / FOTO DE MATÍAS AUAD

Un caos. No hay otra manera de describir lo que están viviendo aquellos trabajadores que quieren pasar desde las ciudades del Este provincial hacia la Capital y aquellos que deben ir a desempeñar sus actividades en esa zona de la provincia, con los polos industriales que hay en Cruz Alta. El corte causado por la protesta de los afiliados de la filial local de UTA de los puentes que unen esta ciudad con Banda del Río Salí, Alderetes y la zona de San Andrés ha trastocado el ritmo de vida de miles de tucumanos.

Sin éxito, los automovilistas intentaban sortear las barricadas. Los choferes que reclaman el pago de salarios atrasados se autoconvocaron a las 6.30 en esas zonas, ya que a las 6.45 estaba prevista la partida del primer servicio de traslado gratuito bandeño. La paciencia se colmaba mientras más larga era la fila de vehículos. 

"¿Cómo es posible que te corten los accesos? Nos perjudican a todos y sobre todo a los laburantes que tenemos que cumplir horarios", vociferaba un camionero que no podía avanzar a la altura del cruce de San Andrés. Algunos buscaron pasar por Alderetes, pero la quema de cubiertas en la ruta presagiaban un día de furia. "Deberían focalizar su protesta en las empresas y no extenderla a otros que tienen derecho a circular libremente. Nos piden que seamos solidarios. ¿Y acaso, ellos lo son con nosotros que queremos ir a trabajar?", se quejó una mujer ante un policía que miraba la escena sin poder dar respuestas.

De regreso a Banda del Río Salí, algunos automovilistas recibían sugerencias de los vigías municipales. "Maestro, la única forma de llegar a la ciudad es ir por Santa Rosa de Leales", contestó un uniformado a un transportista. "Perdón, ¿pero no hay otro paso más cercano?", insistió el chofer. "No señor, el puente de Los Bulacio sigue cortado", respondió el vigia.  

LA GACETA / FOTO DE MATÍAS AUAD LA GACETA / FOTO DE MATÍAS AUAD

Uno de los ocho pilares de la estructura siguer erosionada y por esa razón el puente está inhabilitado al tránsito vehicular en la ruta 321. Aquellos que necesitaban llegar a la Capital debían recorrer 40 kilómetros desde la Banda del Río Salí hasta Santa Rosa de Leales; de allí otros 22 kilómetros si decide volver por Bella Vista y 33 más hasta esta ciudad. Todo un periplo, practicando la paciencia de un monje tibetano, por efecto de una protesta de un conflicto que se desató antes de la pandemia de la Covid-19 y que ninguna de las partes involucradas aún pudo encontrar una solución de fondo.

La otra vía alternativa de comunicación caminera desde el Este hacia el Oeste era más complicada. Algunos automovilistas optaron por seguir hasta cerca de El Chañar, por el camino que lleva a El Naranjo y El Sunchal (Burruyacu) y luego desviarse por el Timbó hasta salir a la altura del dique El Cadillal. De allí retomar la ruta hacia la capital.

Con suerte, estos trayectos podían realizarse en casi dos horas, con la consiguiente pérdida de tiempo para realizar trámites o llegar al trabajo, mientras la aguja del tanque de combustible dejaba las secuelas del costo extra de otra protesta del transporte que se ha vuelto periódica, sin que nadie se siente a arreglar, de una vez por todas, el viejo conflicto.

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