Los buenos, los malos, los peores

Los buenos, los malos, los peores

Con protocolos y cumplimiento de cada normativa por parte de los protagonistas, el deporte minimiza los riesgos de contagio. Con protocolo sólo para que una actividad sea habilitada, sin que después no se lo haga cumplir, todo se complica. Sin protocolos y haciendo lo que a cada uno le plazca, es jugar a la ruleta rusa. Según el caso, que a cada quien le quepa el sayo. Los buenos, los malos y los peores en las actividades deportivas conviven en cualquier ámbito. No hace falta que se sea profesional o amateur; se practique una disciplina rica o modesta; se lo haga en clubes o a campo traviesa. Lo vemos en la televisión, en las fotos de los diarios, en las redes sociales, en los portales digitales. Es increíble que todavía haya que seguir bregando por las buenas prácticas, que se esté discutiendo de todo esto, a más de un año y medio de la llegada de la pandemia. Es triste y desesperante. Es alarmante y desconsiderado. Pero habrá que seguir instando. La batalla continúa.

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