Por Martín Soto
14 Abril 2021
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“No existe esa foto”; “no la veo cerca”; “se ha roto la confianza”; “fue una expresión de anhelo”.
Con esas expresiones, legisladores de los bloques Lealtad Peronista y de Justicialista de Todos discreparon con el presidente del Concejo Deliberante de la Capital, Fernando Juri, quien opinó que la unidad que se vio en el Congreso del PJ auguraba una pronta foto entre el gobernador Juan Manzur y el vicegobernador Osvaldo Jaldo. Sí coincidieron con que lo que pasó en El Cadillal fue un gesto importante para acercar posiciones. Pero el fuego “amigo” provocó mucho daño cruzado, y reconstruir sobre las ruinas no será una tarea sencilla. “Tiene que haber gestos de los dos lados, tiene que haber reciprocidad”, analizó una fuente de peso en el oficialismo. Por eso se da por descontado que el diálogo entre las cabezas más importantes se mantendrá bloqueado por varias semanas más.
Al margen del destello de unidad que iluminó un acotado y no debatido congreso partidario, hay varios cables que se mantienen pelados y amenazan con volver a encender la interna. Las partes coinciden en que esos canales se deben reparan para avanzar. Uno de ellos está referido a los 1.100 contratos que se dieron de baja en la Legislatura.
El martes 20 es la fecha límite para que esos empleados no sientan en sus bolsillos el impacto de la pelea política. “Jaldo dijo que no esperemos golpes bajos de su parte”, subrayó un legislador encolumnado detrás de Manzur. Agregó que están a la espera de una citación, pero analizó que ese acuerdo no será “sin cargo”, sino que vendrá atado a algún tipo de estrategia de parte del jaldismo.
Fuentes vinculadas a la Presidencia de la Legislatura confiaron que entre mañana y el viernes habrá una segunda reunión entre Jaldo y Sergio Mansilla para avanzar con el tema contratos. Ese encuentro servirá como termómetro, para medir si es que bajó o no la temperatura en la interna.
Las mismas fuentes dieron casi por descartado que el vicegobernador viaje a Buenos Aires esta semana para reunirse con el senador kirchnerista Oscar Parrilli. Los motivos esgrimidos fueron dos, uno sanitario y otro políticos: el desborde de casos de covid-19 en Capital Federal y que un encuentro de ese tipo podría agitar las aguas ahora que parecen comenzar a calmarse. Desde ambos sectores están muy atentos a las señales que salen del otro lado para determinar cómo continuará todo.
Así como en el manzurismo reclaman levantar los cargos caídos en la Cámara, el jaldismo tiene varias demandas a poner sobre la mesa. La principal es la restitución del código de descuento para las mutuales. El cese fue dispuesto por Manzur en el momento más caliente, a través de un decreto. Esta decisión afecta en sobremanera a la Mutualidad Provincial Tucumán, conducida por Daniel Deiana, hombre de la mesa chica de Jaldo. La asociación tiene 300 empleados.
A su vez, los parlamentarios sostienen que les voltearon contratos en el Ejecutivo y planes de contención en la Caja Popular de Ahorros.
Que nadie se peine que la foto viene demorada.
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