Por Nicolás Sánchez Picón
14 Abril 2021
MONEDA CORRIENTE EN TUCUMÁN. La práctica prohibida se realiza con asiduidad y produce daño a la salud. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL (archivo)
La salud del planeta no es la misma que en el pasado. La acción del hombre, en un sinfín de actividades, ha puesto en jaque los suelos y la atmósfera. Conceptos como contaminación ambiental, calentamiento global o gases de efecto invernadero hoy están a la orden del día.
Los humanos seguimos perjudicando nuestro hábitat con muchas de las acciones y la quema de residuos a cielo abierto, sin duda, es una de ellas. En Tucumán es moneda corriente y, además de dañar el ambiente, perjudica la salud.
Ningún tucumano puede escaparle a las humaredas negras que se producen en los barrios, ya sea en las esquinas, las plazas o en los descampados. Sí, ese humo tóxico que inmediatamente penetra en todo nuestra ropa y nos da ardor en los ojos, dolores de cabeza o tos.
Uso no controlado
Florencia Sayago, abogada y directora provincial de Medio Ambiente, afirma que en Tucumán hay una cultura del uso no controlado del fuego, como un elemento de limpieza, de eliminación de residuos. “Hay que cambiar esa cultura, porque impacta de forma directa la salud y al cambio climático, porque se emite mucho dióxido de carbono, que es el principal gas de efecto invernadero, y también por el riesgo de que se expanda y se generen incendios más grandes”, explica.
Agrega que la ley provincial 8.177, sobre la gestión integral de residuos sólidos de Tucumán no establece métodos obligatorios de disposición final de los residuos, ni prohíbe expresamente la incineración o la quema.
“Lo que está prohibido en la ley es arrojar residuos a cursos de agua o en vertederos no autorizados. En un sentido general, la ley prohíbe tener residuos y eliminarlos en métodos que no estén aprobados y que no tengan todos los cuidados ambientales”, detalla.
Municipios y comunas
Ahora bien, los responsables de toda la gestión de los residuos son los municipios y las comunas.
“En San Miguel de Tucumán, por ejemplo, la empresa 9 de Julio recolecta, transporta y dispone en una planta autorizada, y el método autorizado es el enterramiento sanitario. Entonces, es el municipio o la comuna la que tiene que controlar que los vecinos no gestionen los residuos por fuera del servicio, que no se transporte en carros, que no se los tire en cualquier lado y, mucho menos, que se los queme a cielo abierto. Además, los basurales a cielo abierto están prohibidos, el mero hecho de que se acumule basura está prohibida y mucho más después quemarlo, porque afecta a la salud respiratoria principalmente e incluso puede ser cancerígeno, genera particulado, agrava el tema del asma”, ejemplifica.
Sayago también comenta que la ley provincial de medio ambiente (6.253) toma como infracción la emisión de humos u olores nauseabundos, o emisiones contaminantes a la atmósfera, que afecten la salud o a la calidad de vida.
“No está específicamente como una infracción quemar basura, pero sí producir humo”, agrega. Entonces, recapitulando: la ley de gestión de residuos prohíbe eliminar por métodos no aprobados o arrojar residuos a vertederos no aprobados (basurales) y la ley de medio ambiente prohíbe emitir humos.
Quema de vegetación
La quema de vegetación también está prohibida. “La ley 6.253 prohíbe la quema de vegetación en general y el decreto 1955 te habla de la prohibición de quemar pastizales. Normalmente la quema de residuos puede ser incluida dentro de lo que es la quema de pastizales, porque cuando se quema en lugares abiertos suele darse una mezcla de ambas figuras, la quema de basura con la de pastizales”, indica Facundo Moreno Majnach, subdirector de Asuntos Jurídicos de Medio Ambiente.
Cultura del fuego
Cuando se queman residuos, corresponde a las autoridades municipales o comunales tomar cartas en el asunto. Moreno Majnach comenta que cada municipio o comuna debe tener indicado un lugar donde tratar la disposición final de los residuos.
“Cuando se detecta que los vecinos están acumulando basura en un determinado lugar y la queman, la ley 8.177 da la posibilidad de incluir un sumario contra ese municipio o comuna”, acota.
Lo interesante de esta ley -sigue- es que Medio Ambiente puede hacer responsable a la persona física a cargo de la conducción, sea el intendente o delegado comunal. “Es una de las pocas leyes que lo prevé, es importante porque vos podés iniciar el sumario aunque haya terminado la gestión del funcionario. Tal vez cuando sale la multa el funcionario ya no está en el cargo y, por más que haya devengado su periodo, vos podés instruirle el sumario personalmente y cobrarle la multa de su patrimonio personal”, subraya.
“De alguna manera los vecinos tienen esta idea de que acumular y quemar tiene un efecto como si desapareciera, se desvanece y no pasa nada, como ponerlo un poco bajo la alfombra. No toman conciencia de la magnitud del daño”, reflexiona.
“El tucumano es muy solidario cuando la necesidad es inmediata o cuando la necesidad se nota. Pero cuando el efecto es invisible, la solidaridad es difícil”, añade.
Efectos que no se ven
Y es que los efectos producidos por la quema de residuos no son visibles y en algunos casos tampoco inmediatos. “Juntas tu par de hojitas y las quemas y no te das cuenta los gases de efecto invernadero que estás generando”, ejemplifica.
La Secretaría de Medio Ambiente puede ir contra quema de cañaverales o basurales importantes, pero en casos pequeños, “se hace imposible ir de puerta en puerta”, explica el funcionario.
“Por eso es que de alguna manera existe esta inteligencia de delegar a los municipios y a las comunas, que manejan relaciones de vecindad, y es ahí donde sí podría faltar concientización; es verdad que hay muchas comunas donde no se le presta atención a esto (la contaminación) y es el delegado o el intendente el que tiene un trato mucho más directo con la zona. Las comunas y municipios deberían trabajar un poco más explicando las consecuencias”, finaliza.
Contaminación por humo
Pensemos que al quemar residuos, se están calentando y derritiendo, para luego consumirse en cenizas, productos industriales. Los componentes de plásticos, por ejemplo, son sumamente tóxicos para quien lo respira. El humo producido por el fuego, que rápidamente se disipa en el ambiente, entra directamente en los pulmones y, quien haya pasado alguna vez por una humareda, sabe del dolor que produce en los ojos o la sensación de asfixia que puede traer su inspiración. La neumonóloga Cynthia Gallo comenta que tanto en países industrializados como en desarrollo, la mala calidad del aire aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias. “La contribución estimada de la contaminación del aire a las infecciones respiratorias bajas es, aproximadamente, 40% en países en desarrollo y 20% en los industrializados”, informa.La especialista asegura que la exposición a contaminación ambiental puede producir neumonía, infecciones respiratorias agudas altas y bajas, otitis media aguda, asma, broncoespasmo y neumonitis aguda.
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