12 Abril 2021
El 12 de abril de 1996 llegaba a los cines ‘Tesis’, la primera película de un director desconocido.
Con la película, Alejandro Amenábar, un estudiante de audiovisuales, revolucionó el cine español. El estreno de la película y su éxito en los Goya de 1997 supuso también una renovación generacional de la industria con directores con vocación internacional.
Esta película está considerada por muchos expertos como un referente de una nueva era en la que se adentraba la industria del cine español. En varias ocasiones, Alejandro Amenábar ha explicado que la escribió porque José Luis Cuerda, quien había visto un par de cortos que ya había grabado, lo animó a escribir un largometraje.
Tanto impactó el filme que Hollywood realizó su propia versión, con el actor Nicholas Cage, en “8mm”.
Posteriormente, “Abre Los Ojos” y “Los Otros” confirmarían su posición como director más importante tras Pedro Almodóvar. “Abre tus ojos” se convirtió en “Vanilla Sky”, protagonizada por Tom Cruise.
Lo cierto es que a través de “Tesis”, se conoció la existencia del llamado cine snuff una clase de películas con crueles finales y crímenes de verdad, que se difundieron en Ciudad Juárez, pero antes en unos crímenes ocurridos en Alcácer.
“Tesis” cuenta que una banda criminal se había dedicado precisamente a la grabación de cintas snuff mientras perpetraban el crimen de las chicas, es decir, que realizaban videos cortos con las torturas y los asesinatos. Los integrantes de esta organización macabra, supuestamente dirigida por políticos y empresarios, habrían estado proporcionando grandes sumas de dinero a cambio de matar a distintas personas que aparecían en grabaciones caseras.
Reflexión
El equipo de “Tesis” rodó varias de sus escenas en un chalet que había sido propiedad de la persona (Ángel Sopeña) que supuestamente originó la teoría de los vídeos sobre el caso Alcácer. Verídico o no el asunto en cuestión o la inspiración en la película, lo cierto es que la obra de Amenábar reflexiona y y juega acertadamente sobre el interés del ser humano en ver -más o menos abiertamente- el sufrimiento de los demás.
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