El biocombustible es un mercado alternativo esencial para el azúcar

El biocombustible es un mercado alternativo esencial para el azúcar

El especialista Paz Brühl dice que la crisis de 1966, dada por el exceso de producción, debe servir de experiencia para conjurar otro colapso.

LECCIÓN HISTÓRICA. Resolver la colocación de los excedentes de azúcar es impostergable, dice Paz Brühl.  LECCIÓN HISTÓRICA. Resolver la colocación de los excedentes de azúcar es impostergable, dice Paz Brühl.
10 Abril 2021

Nahuel Toledo

LA GACETA

A poco más de un mes del vencimiento de la Ley 26.093, el futuro de los biocombustibles sigue siendo un enigma en nuestro país. Si bien llegaron a conocerse algunos borradores de lo que podría ser el nuevo régimen, todavía no se tomaron definiciones contundentes en el Congreso ni en la Casa Rosada.

Argentina cuenta hoy con unas 10 plantas de bioetanol, sobre la base de la caña de azúcar, localizadas en Tucumán, Salta y Jujuy; y otras siete basadas en grano de maíz en el centro del país, mayormente en Córdoba.

Hasta 2012, Argentina encabezó el ranking de producción mundial de biodiesel sobre la base de la soja y en los últimos años se han sentado las bases para que nuestro país se convierta en un actor de trascendencia mundial.

Santiago Paz Brühl, especialista en desarrollo de proyectos bioenergéticos, aseguró a LA GACETA que el sector azucarero argentino tiene una capacidad de producción mayor a la demanda de azúcar del mercado interno. Por eso -puntualizó- necesita mercados alternativos donde colocar sus excedentes. En ese contexto, el desarrollo de los bios se torna indispensable.

“Ya vivimos esto en la crisis de 1966 que se originó por excesos de producción. En un mercado ordenado, el stock de pasaje de una zafra a otra debería ser equivalente a un mes de consumo. En mayo de 1966 llegamos con un stock para más de siete meses y si seguíamos así, íbamos para más de 12 meses de stock para el inicio de la siguiente zafra. La situación era extrema, pero fue muy mal resuelta por el gobierno de facto de Juan Carlos Onganía. Sin embargo, eso se gestó en el gobierno anterior, porque no se resolvió la salida de excedentes, lo cual arruinó toda la actividad. Tenemos que aprender de esa crisis para no repetirlas”.

Los antecedentes y las proyecciones: Interferencia del lobby petrolero

Según Santiago Paz Brühl, el lobby petrolero es evidente en las trabas para prorrogar la ley de promoción de los biocombustibles. “Uno ve los medios de las provincias petroleras y lo que dicen sobre los biocombustibles es lo que se refleja en el proyecto de ley oficial que está dando vueltas. Las críticas que les hacen a los biocombustibles que provienen de granos critican cuestiones referidas que son granos que no se exportan o no tributan retenciones. No se dan cuenta de que el agro es el principal motor de la economía y que Argentina es formadora de precios en el mercado mundial. ¿Qué pasaría en el mercado mundial si los granos que se destinan a hacer energía van a alimentos? Se derrumba automáticamente el precio en el mundo y el principal afectado es el país. A la economía argentina le va bien cuando los precios internacionales de los granos están bien. Si uno quita esa salida para colocarlos en el mercado de  los biocombustibles se atenta contra la principal moneda que hoy tiene el país”, enfatizó el ingeniero mecánico graduado en Tucumán, con más de 30 años de experiencia en el sector azucarero y dedicado a las bioenergías renovables

Cortes y llaves

Ampliar el nivel de corte de las naftas locales resultaría una alternativa superadora. Llevar estos valores del actual 12.5% a niveles por encima del 25% a 30% resultaría una medida muy favorable y factible, pero si se tiene en cuenta el borrador del proyecto de Ley que viene circulando esto iría a contramano.

El artículo 8 de ese bosquejo, retrotrae a un 10% la participación del etanol en mezcla con las naftas, en total coincidencia con lo que habían planteado (en agosto 2020) al Gobierno Nacional las principales empresas petroleras del país.

El legislador Juan Luis Fernández destacó que en un nuevo marco normativo no se puede determinar la disminución en los porcentajes de cortes porque se iría en detrimento de la actividad. “Los porcentajes deben mantenerse. Debe abrirse la posibilidad de incrementos de los biocombustibles y la suma de nuevos jugadores porque mientras menos concentrada esté la producción de estos productos, mejor sería para todos”, remarcó.

En diálogo con LA GACETA, el parlamentario, que supo desempeñarse al frente del Ministerio de Desarrollo Productivo, indicó también que una ley “seria” e “inteligente” debe prever en nuestro país la expansión del mercado de los  biocombustibles y el uso inmediato de vehículos de combustible flexible. “No hay razón para que se fabriquen estos autos en Argentina, pero no se usen”, dijo. Y agregó: “eso es un acuerdo de las fábricas automotrices con el sector petrolero”.

La arista política

Paz Brühl cuestionó que a nivel nacional los biocombustibles pasasen de la órbita de Producción a la de Economía. “La economía pondera resultados a cortísimo plazo, están priorizando la recaudación sin ver el impacto ambiental ni cómo evoluciona la matriz energética. Eso es un error garrafal. Hoy, en el mundo la política energética tiene que estar en consonancia con la política ambiental. Si lo analizo desde los gobiernos provinciales, la reacción obedece a cuestiones más partidarias que a las verdaderas necesidades de las regiones de esos gobiernos. Es inadmisible que se sesione para tratar el proyecto que tenía media sanción con 100% de aprobación en el Senado y que falte quórum. No resulta lógico que los intereses partidarios estén por delante de los de la población. El principal motor de la economía del país es el sector agrícola y con estas medidas se va en detrimento del mismo, porque se privilegia al sector petrolero que no tiene el mismo efecto sobre los argentinos”, enfatizó.
Como contrapunto, el legislador Fernández cargó contra una parte de la dirigencia política y enfatizó: “los quejosos de hoy son los que en 2017 no dijeron nada y aplaudieron cuando los ministros Juan José Aranguren y sus sucesores Javier Iguacel y Gustavo Lopetegui se encargaron de destruir prolijamente las posibilidades del biocombustible y del bioetanol cuando cortaron la seguridad jurídica bajando los cupos. Ellos cambiaron, de manera unilateral y sin ningún criterio, la forma de cálculo de precio”.

Cuidado ambiental

“Hemos saturado la atmósfera de gases de efecto invernadero y el principal componente es el dióxido de carbono que proviene de los combustibles fósiles. Hoy, esos combustibles abastecen al 80% de la matriz energética mundial. Pero no podemos seguir por ese camino, porque si no la humanidad se dirige a un desastre. Estamos obligados a descarbonizar la matriz energética”, expresó Paz Brühl. Precisamente, el profesional explicó que los biocombustibles son de carbono neutro y eso implica que en toda la cadena de producción y de uso de los biocombustibles, Al CO2 que se emite lo absorbe la planta cuando crece, entonces no añaden carbono a la atmósfera.

“Las petroleras hablan del sacrificio fiscal del Estado para sostener los biocombustibles, pero si uno tiene en cuenta ese impacto ambiental, es mucho más económico moverse con energías renovables de carbono neutro que con energías fósiles. Si uno suma el impuesto al CO2 con el impuesto a los combustibles líquidos, que no gravan a los biocombustibles, en el caso de las petroleras la suma de esas dos no alcanza para cubrir las expectativas más optimistas de lo que podría lograrse en plantas de recaptura de carbono. Es el elemento que falta poner en la ecuación energética y ambiental de Argentina”, concluyó.

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