05 Abril 2021
Pareciera que por el momento, no hay forma de detener la agonía de un hábito que podría salvar la economía doméstica argentina. “El ahorro se fue evaporando como cultura” en la Argentina, reconoce el economista Eduardo Robinson. Y lo peor es que no hay miras de que vuelva a instaurarse. “En la medida que el contexto macroeconómico no se estabilice, será muy difícil volver a instalar la sana práctica de ahorrar”, admite el especialista.
¿Hay algo hoy para celebrar? ¿Qué ha ocurrido?
- En alguna época en la Argentina el ahorro formaba parte de la cultura económica. El ahorro permitía el acceso a bienes y servicios. Pero entonces la moneda doméstica no se desvalorizaba a la velocidad que lo hizo en las últimas décadas. El proceso inflacionario dañó significativamente la cultura del ahorro. El problema es que una economía que no ahorra no puede financiar la inversión y sin inversión no es posible crecer.
- ¿Qué significa el ahorro para los argentinos de hoy?
- Hoy, los argentinos, tienen muy poca capacidad de ahorro, porque los salarios pierden sistemáticamente contra la inflación y porque la economía está estancada desde hace un poco más de una década. Esto atenta contra la creación de fuentes de trabajo y sobre todo trabajo de alta productividad, que recomponga la posibilidad de que crezca el ahorro.
Hoy, en rigor, los argentinos hemos perdido la cultura del ahorro, se atesora y se trata de preservar el poder de compra, en aquellas personas que pueden acumular algún excedente de fondos.
Pero, con niveles inflacionarios elevadísimos, como tiene la economía, es muy complicado ahorrar.
- ¿Cree usted que hay alguna manera de ahorrar hoy en día?
- Mire, con estos niveles incivilizados de inflación, que desde hace 15 años tiene la economía argentina, el ahorro se fue evaporando, como cultura y también desde el punto de vista macroeconómico. Por lo tanto, en la medida que no haya un descenso importante de la inflación, es muy complicado recrear las condiciones para que crezca el ahorro. Dada la persistente pérdida de valor adquisitivo de la moneda argentina, la gente y las empresas, recurren al dólar como forma de preservar el poder de compra o al tradicional plazo fijo. En los últimos meses, crecieron las tenencias de plazos fijos ajustados por inflación. Hablo de personas, otros recurren a Fondos Comunes de inversión, pero, con un horizonte inflacionario del 40%, es muy difícil alentar el ahorro y menos en pesos. Por eso, las personas, en general, como tienen elevada desconfianza en los instrumentos de ahorro, o compra dólares o gasta en bienes durables.
- ¿Qué les decimos a los niños? ¿Hay que inculcarles el ahorro o cree que es un concepto perimido y que no vale la pena?
- Sería una práctica importante procurar volver a fomentar en los niños la cultura del ahorro. De hecho, en varias entidades bancarias hay tarjetas para inculcar esa cultura. Pero, la realidad es que, el contexto de inflación y marcada inestabilidad, hace que cada vez sea más complicado. De hecho, hasta se regalan pocas alcancías; años atrás, las alcancías estaban en todas las casas, hoy ya casi desaparecieron o quedan como adornos. Sin dudas, que en la medida que el contexto macroeconómico no se estabilice, será muy difícil volver a instalar la sana práctica de ahorrar.
Lo más popular
