Atlético Tucumán... de América

Atlético Tucumán... de América

El “Decano” protagoniza un jugoso capítulo en un libro sobre la Copa Libertadores.

EN REDES. En la cuenta de Instagram @deamerica_ (desde la cual se puede encargar un ejemplar en papel) el autor publica fotos y datos sobre la historia de los equipos que participan en la Copa y las ciudades que ofician de sedes. EN REDES. En la cuenta de Instagram @deamerica_ (desde la cual se puede encargar un ejemplar en papel) el autor publica fotos y datos sobre la historia de los equipos que participan en la Copa y las ciudades que ofician de sedes. LA GACETA / FOTO DE FEDERICO ESPÓSITO

Al confirmarse que Atlético Tucumán jugaría por primera vez la Copa Libertadores, empecé a preparar un viaje a esa provincia del norte argentino. Quería presenciar un partido que no estaba en los planes de nadie y que sin dudas quedaría en la memoria de todo un pueblo, pero me animaba además la idea de que el inesperado roce internacional del equipo suponía en los hechos, y por una vía absolutamente imprevista, la vuelta de “el” Tucumán al continente.

Cuando Alejandro Droznes se refiere a “el” Tucumán, con el artículo masculino adelante como si fuese algo distinto a una provincia, es precisamente por eso: porque se refiere a otro Tucumán, uno que no era el pequeño jardín de ninguna república, sino una vasta región ubicada estratégicamente en el corazón del Virreinato del Perú, en los tiempos de la conquista española. Ese reencuentro entre el Tucumán de hoy y su pasado de esplendor y protagonismo fue posible, entiende Alejandro, gracias a la histórica primera clasificación del “Decano” al torneo más importante del fútbol sudamericano, en 2017. Sobre esa relación se construye el jugoso capítulo que este licenciado en letras por la Universidad de Buenos Aires le dedica a Atlético y a San Miguel de Tucumán en “De América”, su primer libro, en el que se vale de la Copa Libertadores como vehículo a bordo del cual recorrer la historia de algunas de las ciudades que jugaron un papel trascendental en la configuración política y cultural de la América que hoy conocemos. Por caso: Asunción, Guayaquil o Buenos Aires.

“Yo quería contar sobre esos lugares, pero no encontraba la forma. Y la encontré en el fútbol, y más precisamente en la Copa Libertadores. Yo veía en ella una poesía muy relacionada a los lugares en los que se juega: Lima, Cochabamba, San Pablo. En ese sentido, la Champions me parece más aburrida. Y sin dudas, uno de los hechos bisagra que me impulsó a materializar esta idea fue la clasificación de Atlético en 2017. Por eso digo que Atlético es un poco el equipo más importante del libro”, asegura Alejandro, quien a los fines de su relato acompañó al “Decano” en cuatro partidos de esa Copa: el cruce de ida contra El Nacional, en el Monumental; y las visitas a Jorge Wilstermann en Cochabamba, a Peñarol en Montevideo y a Palmeiras en San Pablo.

De ida y vuelta

En los últimos tiempos, ha ganado popularidad en Youtube el subgénero de las reacciones: se trata de videos que reflejan la reacción de una o más personas a algo (puede ser una canción, otro video, una comida exótica o lo que fuera) que les resulta completamente novedoso. Por caso, adolescentes al escuchar por primera vez un hit de los 80’ o una pareja de españoles degustando un cuento gauchesco de Landriscina. En esa ajenidad, limpia de subjetividades, radica lo interesante: presenciar cómo los sentidos de un foráneo descubren lo que para nosotros es conocido y querido. Y ese es justamente un condimento clave en “De América”: el material histórico y anecdótico, ya de por sí suficiente para sostener la obra, se enriquece con la mirada en primera persona de alguien que va descubriendo la fisonomía de cada cultura a medida que recorre ciudades y estadios. Entre ellos, Tucumán y el Monumental “José Fierro”. Porque Alejandro se confiesa bastante ajeno al palo del fútbol.

EN EL “JOSÉ FIERRO”. Alejandro visitó el estadio en el partido vs. El Nacional. EN EL “JOSÉ FIERRO”. Alejandro visitó el estadio en el partido vs. El Nacional.

“Antes de viajar no tenía ninguna noción previa de Atlético. En el libro lo digo: recién cuando fui al estadio me enteré que se llamaba José Fierro. Es que, en realidad, el fútbol no es el protagonista. El libro tiene más que ver con el carácter itinerante, con cómo lo viven en los diferentes lugares en los que se juega la Copa y la historia de esos lugares. Es más un libro de viajes que de fútbol”, aclara Droznes, que entre 2017 y 2018 recorrió buena parte del Cono Sur en micros, aviones y autos. Fueron viajes en espacio y tiempo, escarbando la historia para encontrar puntos de contacto entre el presente y la época de las revoluciones libertadoras.

Tucumán de América

Confiesa Alejandro que el Tucumán que encontró al venir poco tenía que ver con el perfil apacible y comarcano que Paul Groussac y su célebre “Ensayo histórico del Tucumán” le habían bosquejado en la cabeza. Más aún cuando vio la procesión “decana” de los hinchas hacia el Monumental, envuelta en el clima febril pre-partido y el humo de las parrillas. “Tenía la idea de algo más rural, como era en 1880. Y de inmediato me di cuenta de que era muy distinto, mucho más grande de lo que imaginaba”, describe. De esa visita al templo de 25 de Mayo y Chile, recuerda dos cosas principales. “La primera es que, por alguna razón, la gente se daba cuenta a 500 metros de que yo no era tucumano. Y eso que no había abierto la boca, pero me miraban y se daban cuenta”, recuerda. La segunda es un momento que califica como “alucinante”: “cuando terminó el partido contra El Nacional y la gente se fue, quedó al descubierto en la tribuna que da a calle Laprida la leyenda ‘Tucumán - América’. Me voló la cabeza, porque fue la confirmación de esta idea que tengo de que Tucumán no queda en Argentina, queda en América”, enfatiza.

Del libro (que puede adquirirse en formato e-book a través de Amazon o en papel por medio del Instagram @deamerica_) cabe rescatar una escena que tuvo lugar en Amaicha del Valle, donde Alejandro presenció la recordada “hazaña de Quito”, en la revancha contra El Nacional:

...el anónimo tucumano gritó, aferrándose a su vaso y tomando aire antes de cada tramo de su frase: “Y no me he muerto...sin ver al Deca...jugando...la Copa Libertadores”.

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