El 90% de los tumores de colonse puede curar

El 90% de los tumores de colonse puede curar

En el marco del Día Mundial de Prevención del cáncer colorrectal instan a no abandonar controles por temor a la pandemia. Sangrado.

CONTROLES. Es indispensable realizarlos con la frecuencia debida. CONTROLES. Es indispensable realizarlos con la frecuencia debida.

En nuestro país, con una incidencia de 13.500 casos cada año (cifras de 2019), el cáncer colorrectal (CCR) es el tercero en frecuencia (luego del de mama y del de próstata) y el segundo en mortalidad (sólo por detrás del de pulmón), y esta información del Instituto nacional del Cáncer es doblemente preocupante.

En primer lugar, porque hablan del padecimiento de muchas personas; pero lo es aún más si se piensa que el cáncer colorrectal es uno de los dos tipos de cáncer que tendría que ir desapareciendo: “en más del 80-90% de los casos tiene una lesión precursora, el pólipo adenomatoso o adenoma, que puede crecer lentamente y transformarse en un cáncer si no se detecta y se extirpa a tiempo”, informa en su sitio web la Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE).

En concreto: pasan unos 10 años hasta que esas lesiones se hagan malignas y evitar el cáncer; pero para ello hay que saber que están allí.

Efecto covid-19

Un informe del Hospital de Gastroenterología “Dr. Carlos. B. Udaondo”, de Buenos Aires, destaca que la actitud frente a la realización exámenes y controles distaba de ser ideal antes de la pandemia, y que -como en casi todos los ámbitos del cuidado de la salud- esta profundizó la situación.

“El Día Mundial de Prevención del Cáncer Colorrectal, que se conmemora el 31 de marzo, es una buena oportunidad para recordarle a la gente que no debe postergar la consulta”, alerta Karina Collia, cirujana proctóloga del Servicio de Coloproctología del hospital.

“En general existe mucho desconocimiento sobre la importancia de realizar controles preventivos. Contamos con herramientas poco invasivas que nos ayudan en la detección temprana y en la posibilidad de iniciar tratamientos con elevados índices de curación. Sin embargo, si ese mismo paciente llega a la consulta en forma tardía, es muy probable que el pronóstico sea totalmente diferente”, señaló Ubaldo Gualdrini, también miembro del Servicio de Coloproctología del Udaondo y ex presidente de la SAGE.

Importa saber

Lograr que el cáncer no se produzca es sencillo. Desde 2016 está disponible en los CAPS de la provincia un método basado en la detección de sangre oculta en materia fecal (Ver “El test”), pero cinco años después no mucha gente lo sabe. Está destinado a personas de entre 50 y 75 años y, destaca Guillermo Mirolo, referente del Programa de Prevención y Detección Temprana del Cáncer Colorrectal, “es una herramienta muy importante en personas que no perciben síntomas”

Y es clave, porque el sangrado anal (cuyo nombre técnico es proctorragia) puede ser un indicador de lesiones precancerosas. A veces se ve, pero otras no es evidente a simple vista.

“Las razones por las cuales el sangrado se produce son múltiples y van desde patologías benignas hasta oncológicas. Más del 90% de los pacientes tienen patologías benignas; sin embargo no es un síntoma normal”, explica Susana Bruzzi, de la Unidad de Coloproctología del Centro de Salud, y agregó que muchas veces pueden descartar patologías ya en el interrogatorio, por lo que es importante derribar miedos y consultar para prevenir problemáticas complejas.

A qué estar atentos

Por un lado, a las historias familiares. “Los antecedentes tienen incidencia, por eso estas personas tiene aumentado el riesgo. En estos casos, se recomienda iniciar los controles al menos 10 años antes de la edad a la que al familiar que tiene CCR le fue detectado”, destaca Mirolo, también secretario de la SAGE,.

Resalta asimismo que hay síntomas que no deben ignorarse; además del sangrado, porque, aunque su aparición implique, lamentablemente, un poco de tiempo perdido, estar atentos a ellos permite tomar la enfermedad en sus inicios, y será tratable y hasta curable (en más del 90 $ de los casos.

Esos síntomas (que es probable que varíen según el tamaño del tumor y de su ubicación en el intestino) pueden ser:

* cambios persistente en los hábitos intestinales (diarrea, estreñimiento o cambio en la consistencia de las heces)

* molestia o dolor abdominal persistente

* sensación de que el intestino no se vacía por completo

* pérdida de peso sin causa aparente

El test, fundamental si no tenés síntomas

Se tarta de un kit que detecta glóbulos rojos humanos en la materia fecal y está disponible en todos los centros de salud del Siprosa, clave para detección de personas entre 50 y 75 años que no presentan síntomas; se debe hacer una vez al año. Luego de registrar los datos (en especial, un teléfono de contacto) a las personas se les entrega un pequeño tubo que contiene un palito, que no entra en contacto con el cuerpo. Con él se hacen dos o tres “pinchazos” en la materia fecal. Se guarda en el tubo y se todo al centro de donde se lo recogió. Si es positivo, el CAPS contacta a la persona y la deriva a una videocolonoscopia (se obtienen turnos en el 0800-4444-999 de Salud Escucha). Este estudio puede ser positivo o negativo (perder sangre no significa cáncer). Si se encuentra una lesión de riesgo, pero temprana, se puede resolver en esa  colonoscopia. Si avanzó, se deriva la persona Coloproctología y, eventualmente a Oncología. E insistamos: en el 90 % de los casos, se puede curar.

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