Jaldo volvió con un tono conciliador en el recinto, pero batallador en lo partidario

Jaldo volvió con un tono conciliador en el recinto, pero batallador en lo partidario

El vicegobernador pidió colaboración de todos los bloques para el funcionamiento de la Cámara. “Aquí no hay capricho”, lanzó.

REUBICACIÓN. El bloque que Lealtad Peronista, que responde a Manzur, pasó a ubicarse en la última fila del hemiciclo del seno de la Legislatura. REUBICACIÓN. El bloque que Lealtad Peronista, que responde a Manzur, pasó a ubicarse en la última fila del hemiciclo del seno de la Legislatura.

En la Legislatura ya nada volverá a ser lo que era. Una votación que otrora era intrascendente esta vez modificó el escenario político de la provincia fisuró binomios, bloques, partidos y relaciones en el oficialismo. La votación de 27 a 11 en favor de Eduardo “Lalo” Cobos para defensor del Pueblo dejó mucho más por detrás: blanqueó las aspiraciones de un bando y prácticamente clausuró las pretensiones del otro. Pero la vida institucional de una provincia y de 1,7 millón de tucumanos va más allá de un conflicto político, y entre los escombros que persisten ayer la Cámara volvió a sesionar.

Dentro del recinto primó la institucionalidad, la cordialidad y el respeto entre los “compañeros”. La mayoría de los legisladores de los bloques Justicialista de Todos cruzaron saludos con sus pares del espacio manzurista Lealtad Peronista, a pesar del fuego cruzado que se arrojaron por los medios y en las redes sociales.

El quiebre obligó a una redistribución de las bancas, y el espacio que lidera Sergio Mansilla fue reubicado en la última fila del hemiciclo. “Nos mandaron al fondo de la clase”, se mofó un parlamentario. También fueron reubicados los ex Fuerza Republicana Paulo Ternavasio y Juan Rojas, pero se ausentaron por cuestiones de salud.

La novedad es que dejó de haber distanciamiento entre los legisladores, quienes fueron ubicados uno al lado del otro, a pesar que los casos de covid en la provincia van en ascenso.

Matices y mensajes

Luego de dos semanas de contienda contra el coronavirus, el vicegobernador Osvaldo Jaldo retomó ayer su actividad oficial y presidió la sesión. No se movió del sillón ni un minuto, mostrando desde lo no verbal que está fuerte y preparado para dar otra batalla. Desde lo discursivo, su tono varió según la locación. Dentro del recinto se lo escuchó emocionado, al contar sobre su internación en el hospital Centro de Salud (se informa por separado), y conciliador, al avisar que la Cámara seguirá funcionando igual que hace cinco años y al pedir la colaboración de todos los espacios políticos. Incluso bromeó con el legislador Federico Masso (Libres del Sur), quien le hizo un guiño a la Casa de Gobierno a pesar de haber venido trabajando junto al alfarismo. Al pedirle que se vaya a ocupar su banca, lo chicaneó: “me parece que no sabe dónde ubicarse”.

Fuera del recinto, Jaldo fue más duro y le marcó el terreno al gobernador Juan Manzur y a los dirigentes que lo acusaron de traicionero y desleal. “Aquí no es cuestión de capricho de nadie. Aquí es cuestión de respetar el funcionamiento normal de las instituciones. Y si alguien no la respeta, no hay duda que desde el Poder Legislativo lo vamos a hacer respetar”, dijo a la prensa.

La legisladora Maia Martínez asumió ayer su banca de legisladora en reemplazo de Cobos. Su madre Amanda “Cotona” Grau, comisionada rural de El Naranjo y El Sunchal, no estuvo en la ceremonia. Algunos jaldistas deslizaron que desde el Ejecutivo se habría intimado a todos los líderes comunales a no pisar el vidriado palacio de Muñecas 950 debido a la interna.

Bioetanol, sin resolución

En Labor Parlamentaria se había preparado un temario liviano y fácil de digerir luego lo ocurrido en la última sesión. En el menú y a pesar de los cuestionamientos del manzurismo, sin embargo, se incluyó un pedido impulsado por el radical Ricardo Ascárate para pedir que la Nación prorrogue por decreto la Ley de Biocombustibles (N° 26.093), que vence en mayo. Pero ayer el titular de la bancada Justicialista de Todos, Roque Tobías Álvarez, logró el retorno del proyecto a comisión con el argumento de que la Legislatura y el Parlanoa ya habían expresado su preocupación por el tema y que el Ministerio de Energía se encontraba trabajando en ello. En idéntico sentido se expresó Mansilla.

La oposición, sin embargo, fue crítica con el Gobierno en ese sentido. Ascárate remarcó que unas 400.000 personas dependen directa e indirectamente de esta industria y que se debía otorgar la prórroga por decreto de dos años antes de realizar cambios a la ley. “Si hay que cambiar un régimen, hay que hacerlo sin la pistola en la cabeza de las empresas petroleras”, lanzó.

Raúl Pellegrini (PJS), en tanto, se expresó en contra del retorno a comisión del proyecto; subrayó que faltan menos de 50 días para que la ley caduque y criticó que se le haya puesto fecha de vencimiento. “Desde que se creó el programa tiene un problema: es una actividad a plazo fijo. Eso es un techo que impide desarrollar la actividad y afecta el crecimiento de la provincia”, dijo.

El vicegobernador no aflojará en la interna: reconoció que no tiene diálogo con Manzur y marcó que dará pelea en el espacio partidario

El vicegobernador Osvaldo Jaldo reconoció que mostrará los dientes en la interna peronista con el gobernador Juan Manzur, pero aseguró que no trasladará ese conflicto al plano institucional. En sus declaraciones se evidencia que está enfadado por la embestida que sufrieron sus dirigentes afines y él a partir del 8 de marzo desde Casa de Gobierno, incluso cuando estuvo internado por un cuadro de covid-19. A diferencia de lo ocurrido luego de la votación del Defensor del Pueblo, ayer no se expresó abierto al diálogo; incluso, reconoció que no habla ni tiene trato con Manzur desde hace semanas. Su entorno sostiene que, lejos de terminarse, volverá a correr sangre en el peronismo.

Jaldo habló de su salud: “hay un nuevo pico”

El vicegobernador agradeció a quienes se preocuparon por su salud y a los trabajadores sanitarios del Centro de Salud, donde estuvo internado. “Desde ahí hemos visto la presencia y el rol del Estado”, enfatizó. Agradeció a las autoridades de Salud. “Han estado trabajando no sólo en mi persona, sino en los casi tres pisos de covid-19 que tiene el Centro de Salud. Se está llenando nuevamente por el pico de contagios”.

Jaldo volvió con un tono conciliador en el recinto, pero batallador en lo partidario
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