El Papa y el líder del Islam chiita se unieron por la paz

El Papa y el líder del Islam chiita se unieron por la paz

Francisco condenó el extremismo y la violencia; y su par se refirió a la injusticia y a la persecución Elegirán gobernadores, alcaldes y concejales.

REUNIÓN CUMBRE. Ali al-Sistani, de 90 años, y Bergoglio, de 84, dialogaron durante una hora. france 24 REUNIÓN CUMBRE. Ali al-Sistani, de 90 años, y Bergoglio, de 84, dialogaron durante una hora. france 24
07 Marzo 2021

En su segundo día de actividades en Irak, Francisco se reunió en Najaf, 150 kilómetros al sur de Bagdad, con el gran ayatollah Ali al-Sistani. Se trata de la máxima autoridad del Islam chiita y considerado uno de los hombres más influyentes del país. Ambos resaltaron la importancia del diálogo interreligioso para la unidad nacional.

Bergoglio, de 84 años, y Al-Sistani, de 90, hablaron durante casi una hora en la residencia del líder nacido en Irán pero convertido en una voz de referencia en Irak, en donde sus prédicas semanales y sus publicaciones en redes sociales son guías para millones de fieles.

Francisco subrayó la importancia de la colaboración y de la amistad entre las comunidades religiosas para que, cultivando el respeto recíproco y el diálogo, se pueda contribuir al bien de Irak, de la región y de la entera humanidad. Así lo detalló luego el vocero papal Matteo Bruni.

A Al-Sistani se le atribuye un rol valioso en los esfuerzos por pacificar a Irak tras la invasión estadounidense de 2003 y se lo conoce por apoyar la separación entre religión y Estado, una cuestión aún hoy muy en debate entre los musulmanes. Francisco sumó su reconocimiento a la labor del líder musulmán para proteger a los cristianos, ferozmente perseguidos en Irak durante el califato del Estado Islámico (EI) entre 2014 y 2017.

Según Bruni, el Papa agradeció al líder islámico porque, junto con la comunidad chiita frente a la violencia y a las grandes dificultades de los años pasados defendió a los cristianos perseguidos en el país y buscó la unidad del pueblo iraquí.

Al-Sistani planteó sus visiones sobre la injusticia, la opresión, la pobreza, la persecución religiosa e intelectual, la supresión de las libertades básicas y la ausencia de justicia social, especialmente las guerras, los actos de violencia, el bloqueo económico, el desplazamiento de muchos pueblos en la región, especialmente el pueblo palestino en los territorios ocupados, consignó el comunicado que difundió Irak. Según contaron fuentes vaticanas a Télam, los dos líderes estuvieron descalzos durante el encuentro, en un signo de respeto de parte del Papa a la tradición musulmana.

Contundente

Tras la reunión con Al-Sistani, Francisco volvió a condenar al extremismo y la violencia, al considerar que son traiciones a la religión. Fue durante un encuentro interreligioso que encabezó en las ruinas de Ur, considerada la tierra del profeta bíblico Abraham en el sur de Irak. Desde allí, además, convocó a líderes de otros credos a dar voz al grito de los oprimidos y de los descartados del planeta en un contexto en el que demasiados carecen de pan, medicinas, educación, derechos y dignidad.

“Extremismo y violencia no nacen de un espíritu religioso, son traiciones a la religión. Y nosotros creyentes no podemos callar cuando el terrorismo abusa de la religión”, planteó el Papa en su discurso.

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