Regresa la fiesta chayera, pero sin harina ni albahaca

Regresa la fiesta chayera, pero sin harina ni albahaca

El riojano comienza su gira “Volver” y actuará hoy en el teatro Mercedes Sosa. Noche de presentación de nuevas canciones.

Regresa la fiesta chayera, pero sin harina ni albahaca

“El teatro tiene algo mágico para presentar un disco, por ejemplo, pero me gustan los festivales que inundan de alegría a toda la gente”, le dijo Sergio Galleguillo a LA GACETA. El folclorista riojano comenzó su gira nacional en Salta y esta noche, a las 21, estará en el teatro Mercedes Sosa (San Martín 479).

La harina y la albahaca suelen ser infaltables compañeras en cada aparición del Gallo, pero hoy deberán estar ausentes en el escenario por los protocolos y la pandemia.

Hace 10 días, en una nota con LA GACETA Play había contado desde su granja (ubicada a 35 kilómetros de la ciudad de La Rioja) que pasaba una carnaval raro: “En otro tiempo estábamos en Amaicha del Valle tirando harina. Pero después se paró todo, y la industria de la música es muy grande, se frenan muchas cosas cuando no está”.

En la noche del miércoles, cuando habló con este columnista, reflexionó: “La música es algo esencial”. Y lanzó una idea recurrente en su pensamiento: “Las personas no debemos olvidarnos de donde venimos, nada nos debe marear. Siempre hay que tener un espejo retrovisor para observar nuestros orígenes”.

- “Volver” se llama la gira que están emprendiendo.

- Después de Salta, sigue Tucumán y luego Rosario, Córdoba, Villa Dolores y San Juan. Volver a la ruta ya es algo maravilloso para nosotros. Estoy muy contento de poder comenzar con los shows. Y “Volver” se llama el álbum que lanzamos en 2019 y fue casi premonitorio respecto de lo que estamos viviendo. Estuvimos encerrados todo este tiempo, pero haciendo canciones.

- ¿Qué compusieron?

- Si hemos compuesto varias cosas con mi amigo Lucho Cardozo (Jujuy), porque la pandemia, el encierro trajo una inspiración de componer. La música se puso esencial. Hicimos chayas y huaynos, y algunos cambios en temas conocidos, que serán presentados en esta función porque nada está grabado todavía.

- ¿Cómo se hace una fiesta con la gente sentada?

- La chaya es una fiesta que, por más que cambien las formas, es un hermoso juego. Este año no se pudo hacer: la chaya sin público y que la gente esté sentada es una tristeza. Porque en La Rioja sirve para matar las penas en febrero, por eso chayar es bueno. No se concretó por la cantidad de gente que va, y teníamos que cuidarnos; se tomó la decisión y está bien, aunque fue un golpe muy duro.

- ¿Se podría decir que usted es a la chaya lo que Los Tekis al carnaval?

- A mí me falta mucho para decir que soy la chaya, pero sí es verdad que la hemos difundido por todos los lados. Es un juego hermoso de carnaval. También que Los Tekis es el carnaval jujeno, como hay muchos otros; tampoco soy el único de La Rioja pero es verdad que la hemos llevado por todo el país, hemos movilizado a la gente con el carnaval, y es algo muy bonito que nos pasa. Llevo muchos años cantando y actuando, comencé en las peñas.

- Aquí tiene su propio público, ¿pero le gusta tocar más en los valles o en el teatro?

- No, para nada, son cosas muy diferentes. Tocar en el teatro es muy lindo para presentar un disco, por ejemplo, y tener un contacto más cercano y directo con la gente. Pero me gustan los festivales que es donde está la alegría de toda la gente, esa alegría que inunda los festejos del lugar. El Atahualpla, Amaicha, el de Lules, el de la Empanada, el del Queso, Tafí, Monteros, el del Caballo... Nada se puede comparar con lo que sucede allí. Lo masivo y la alegría que hay es algo increíble. Pero el teatro tiene la magia de poder presentar un disco, esas composiciones que hicimos durante el encierro y que no están grabadas aún, van a ser conocidas ahora. Insisto en que la música es algo esencial en este tiempo. Es bueno encontrarme con ese público, vamos a tener una hermosa jornada de folclore. Estábamos esperando este momento.

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