Llegó el tiempo de los exámenes y los acompañan los nervios y el estrés

Llegó el tiempo de los exámenes y los acompañan los nervios y el estrés

Sugerencias de especialistas y docentes sobre cómo atravesar una situación que no debe ser angustiosa.

COMIÉNDOSE LAS UÑAS. El miedo a rendir genera ansiedad en muchos alumnos universitarios, pero hay técnicas que facilitan la relajación y el éxito. COMIÉNDOSE LAS UÑAS. El miedo a rendir genera ansiedad en muchos alumnos universitarios, pero hay técnicas que facilitan la relajación y el éxito.
18 Febrero 2021

“Antes de rendir siempre me pongo demasiado nerviosa, a tal punto de sentirme muy mal físicamente y llorar. Pienso que no llego a estudiar todo y las cosas comienzan a salirme mal. Esto se intensifica cuando faltan horas para rendir y tengo la intención de no presentarme”, cuenta Nadin Naon, alumna universitaria de 20 años.

Llega la época de exámenes en la enseñanza superior y comienza para muchos un período de angustia, malestar y pensamientos negativos. Los nervios antes de rendir son comunes en la mayoría de los estudiantes; el problema comienza cuando no logran ser controlados y perjudican en la vida personal y en el rendimiento académico.

El proceso de preparación y estudio es tan importante como la instancia misma de la evaluación, ya que hacerlo de manera correcta va a permitir un mejor desenvolvimiento a la hora de rendir, evitando bloqueos y lagunas mentales.

Tanto docentes como estudiantes se encuentran involucrados en esta instancia. Es esencial que ambos implementen estrategias superadoras de los miedos e inseguridades para enfrentar con éxito al tribunal evaluador (sea presencial u on line). Las miradas desde la psicología, los testimonios y las recomendaciones prácticas son pilares para detectar y superar las trabas, los desafíos y los problemas.

¿Cuáles son las causas?

La psicopedagoga Mara Pacheco y la psicóloga María Pía Romero enumeran una serie de causas que pueden provocar la ansiedad ante situaciones de examen:

- Por empezar, mucho depende de la vinculación previa entre el alumno y el docente de la materia o entre el alumno y el contenido a incorporar como conocimiento.

- Influye la poca seguridad en sí mismos y la baja autoestima.

- Las situaciones frustrantes vividas anteriormente (como no haber alcanzado una meta) generan muchas veces en el estudiante un tremendo temor a repetir esa experiencia frustrante.

- No poder controlar los contextos de estrés y el manejo de la ansiedad complican la situación.

- El nivel de importancia que tenga ese examen en su vida.

- El temor al fracaso y a no cumplir las expectativas.

“Hay muchos casos que especialmente identifico con momentos de cambio de un ciclo vital: a nivel académico, por ejemplo, el ingreso a la facultad; mientras que a nivel profesional, cuando se aspira a una beca, a una admisión o al ingreso a un nuevo trabajo”, asegura Romero.

La psicóloga también señala que es muy común dejarse asustar por experiencias de otras personas, que ya pasaron o que se encuentran en situación similar. Para reestablecer el equilibrio, es esencial evitarlo, no compararse ni asumir que uno pasará por lo mismo que los otros para no llegar a una angustia colectiva que impacta negativamente en el alumnado en su conjunto.

En consonancia, la psicopedagoga Pacheco afirma que muchos estudiantes experimentan estas sensaciones independientemente de la edad que tengan. “Es lógico sentir nervios ante la mirada del otro, ante la situación de ser evaluados. No podemos evitarlo, pero es muy importante manejarlos y aprender a dominarlos”, señala.

En cuanto a los resultados como tal, más allá de la nota que se obtenga, Pacheco destaca la importancia de haber aprendido el contenido: “es fundamental que aprobar sea la consecuencia de haber podido demostrar nuestro aprendizaje; esto se logra en un camino que uno va realizando hasta llegar al día de la evaluación, porque no se debe estudiar sólo con la intención de pasar el examen”.

Sabido es que no hay recetas mágicas ni infalibles, pero algunso consejos vienen bien. Una de las claves se encuentra en asumir con compromiso la preparación para el examen y tener en cuenta ciertos aspectos importantes a la hora de rendir. En esa dinámica suele ser útil realizar autoexámenes previos, lo que ayuda a familiarizarse con un momento estresante, así como evitar los pensamientos negativos de fracaso. Y al momento de rendir, practicar una respiración consciente, como la técnica mindfulness, que permite calmar los nervios, entre otras sugerencias (ver “Recomendaciones”).

“Si considera que la angustia o la ansiedad lo superan, podría solicitar una consulta profesional durante el proceso de preparación previo al exámen. Considero igualmente que, independientemente de la ayuda de un especialista, es importante tratar de trabajar en la autorregulación emocional, ir practicando y aprendiendo métodos y técnicas de relajación y de manejo de ansiedades y estrés”, agrega Romero.

Lo importante es tener conciencia de que no es un momento excepcional o único, sino que muchos padecen la tensión. Volviendo a Nadin, la joven expresa que le costó mucho encontrar la forma de calmar sus nervios extremos, “Comencé a buscar ayuda de mi familia y de mis compañeros para que el proceso sea más llevadero. Ahora me sirve organizarme con tiempo, hacer una lista con los temas que tengo que estudiar y tacharlos a medida que termino”, expresa, haciendo hincapié en la importancia de mantenerse positiva.

La mirada docente

La profesora María Laura Toledo afirma que sería muy valioso recrear la mirada que se tiene sobre un examen y llevar a la reflexión sobre su naturaleza altamente positiva.

“El docente de vocación, quien desea y apuesta por el desarrollo integral de sus alumnos, debería ver el examen como una oportunidad excelente en ese camino. El alumno también debería poder verlo (‘busco mi despliegue personal y profesional, quiero ser valioso en mi servicio a los demás con esta profesión; este examen me suma; no soy el mismo antes que después de rendirlo; mi preparación y el desafío concreto de encararlo añadieron algo en mí, un valor’, como ejes)”, aporta la profesora. Un aspecto importante en el trabajo docente al momento de diseñar un examen es determinar con realismo la cantidad de consignas y calcular adecuadamente el tiempo asignado para resolverlas.

Para ayudar al estudiante y desarrollar una evaluación objetiva, los docentes hacen hincapié en trabajar la empatía con el alumno. A través de ella, se pueden descubrir las características individuales y grupales para generar un clima de confianza que permita expresarse sin miedo, señala Luis Bruna, arquitecto y profesor universitario.

“Lo más eficaz en mi experiencia personal ha sido expresar mi felicidad por poder desarrollar la vocación docente y compartir el amor por el conocimiento hasta contagiar mi entusiasmo. Por otra parte, hay que ser consciente de la riqueza del espacio educativo, pues las y los alumnos tienen mucho para enseñarnos y para que lo compartan es preciso recuperar el carácter lúdico a través de los desafíos que les permitan aprender a aprender”, acota el también investigador.

Bruna tiene una serie de métodos que aplica con sus alumnos para prepararlos antes de rendir:

- “Jugar al examen” permite recrear instancias similares a la evaluación durante el proceso de cursado.

- Generar diálogos de carácter profesional con el docente, las compañeras y los compañeros a través de sistemas de preguntas que permitan emplear la analogía, la inferencia y la deducción.

- Ejercitar la expresión oral en la búsqueda de vencer el pánico escénico, procurando siempre apoyar a quienes tengan más dificultades proponiéndoles un número mayor de participaciones, en algunos casos con contenidos previamente pautados.

- Realizar consultas, las cuales se intensifican cuando llega la instancia final, a las que se añaden recomendaciones de orden metodológico encabezadas por frases tales como “si yo tuviera que rendir este tema haría lo siguiente…”.

- Explicar todo lo contextual referido al examen, como ser la organización del programa y sus contenidos, la forma en que se evalúa, los distintos tipos de organización de una exposición y muchas veces repasar las técnicas de estudio.

- Motivar a los alumnos a estudiar de libros más que de apuntes. Es notable la diferencia en el léxico empleado, siendo la clave para perder el miedo ante un examen.

Recomendaciones

En tanto especialistas, Pacheco y Romero aportan consejos y recomendaciones a los estudiantes que van a rendir:- Saber reconocer los nervios y poder expresarlos.

- Confiar en el esfuerzo invertido.

- Entrenar los pensamientos positivos, recordando situaciones exitosas para trabajar la seguridad.

- Prever y disponer de todos los materiales necesarios para estudiar (textos, bibliografía y útiles, por ejemplo).

- Asistir a las consultas con los docentes para despejar dudas y aclarar inquietudes.

- Llevar una buena alimentación y descansar de manera correcta, evitando los desvelos.

- Estudiar en un lugar tranquilo, con buena iluminación y manteniendo una buena postura. Planificar un horario y respetarlo.

- Evitar las distracciones al momento de estudiar, pero incluir en la rutina también actividades recreativas y descansos.

Consejos

Toledo considera que los docentes universitarios tienen mucho para aportar en el contexto de la preparación para un examen y en la evaluación misma. En ese sentido, destaca la importancia de evaluar contenidos vistos y trabajados previamente en clases, y por el contrario evitar proponer consignas que exijan al estudiante competencias que no adquirió durante el cursado. “Debemos estar disponibles para las clases de consultas; facilitar a los alumnos claves de estudio; compartir consejos desde nuestra propia experiencia como exestudiantes y actuales investigadores; señalar con claridad los criterios de evaluación que se aplicarán en la materia; advertir a quien va a rendir sus debilidades para que pueda encararlas y conscientemente; y reconocer sus aciertos y ponderar sus logros porque el aprecio del docente (o de cualquier ser humano) es uno de los grandes incentivos para poner a una persona en movimiento”, concluye.

(Producción periodística: Mariana Ávila)

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