Con la música se pueden transformar y cambiar las personas

Con la música se pueden transformar y cambiar las personas

Rockeros de distintas bandas tienen posiciones enfrentadas sobre la militancia con sus temas.

POLÉMICO. Las declaraciones de Hernán Cabra de Vega generan discusión. POLÉMICO. Las declaraciones de Hernán Cabra de Vega generan discusión.

“Entendimos, sobre todo después de Cromañón y de la privatización de la música con los productores, que no sirve de nada militar con la música y hacer canciones de protesta. Se vino abajo la idea setentista de la música de protesta y de luchar con la música, nosotros luchamos por la libertad de creación”, aseguró hace unos días Hernán Cabra de Vega.

La frase del frontman de Las Manos de Filippi sorprendió a muchos, y hasta puso en evidencia una polémica que desde hace muchos años recrudece de tanto en tanto. Sobre todo cuando proviene de militantes probados del Partido Obrero, que tienen la agenda cargada de festivales solidarios en los espacios más precarios, y temas como “Sr. Cobranza” que reflejan claramente los 90.

Algunos, como Luis Balderrama, opinan que es una ironía del Cabra y recuerda sus temas. “A mí el arte me cambia el mundo todos los días. Al producir algo en el público podés cambiar un pensamiento, podés sacar una sonrisa o una lágrima y modificar paradigmas, como sucedió con muchas canciones, poesías y películas. Los Beatles cambiaron el mundo cantando sobre el amor”, comenta Edmundo Paiz Magli.

Más conocido como Edmundo Priztik, el cantante que lleva casi 30 años actuando en bandas y desfila igualmente en eventos solidarios, está convencido que el arte sí transforma al mundo y que los artistas buscan eso. “Entiendo que cuando el Cabra dice militar no habla de vaciarla de contenido ideológico sino estar a favor de un partido político. Extraña la nota, no me gustó para nada”, resume.

Manuel Puchenko González es el cantante de Skaraway, tocó con Las Manos de Filippi y comparte la ideología y el partido del Cabra. “Desde siempre hicimos canciones de protestas porque sentimos que la situación cultural que refiere a los trabajadores de la cultura lo necesitaba, entendimos en un momento que no solo nosotros estábamos con la misma problemática, sino también los docentes, los médicos y muchos trabajadores más. Ahí vimos la importancia de que las canciones podrían ser una herramienta de visibilización de lucha”, dice.

Y agrega: “Creo que una canción puede cambiar a las personas y las personas cambian al mundo. También nos dimos cuenta que con canciones no era suficiente. Para poder llegar a la gente hay que comprometerse y militar. Organizar a los trabajadores de la cultura con una conciencia de clase es muy necesario. Hay que militar para cambiar este sistema de cuajo y así poder desarrollar nuestro arte con total libertad”. Pero, admitió, hay bandas que se quedan en el “estilo” de la protesta, y otras que cantan al amor y militan para cambiar al sistema.

Julio Razuk, de Vampiro Indio, se sorprendió un “poco”. “Pero es la new age, y es muy acertado lo que se dice. No se puede hacer una canción de protesta para cada ciclo -expresa-. Pero eso no indica que hay que dejar de militar con la música”.

“Creo que la militancia da sentido a la vida de la persona que cree en esa verdad que lo trasciende; pasar a la acción, desde el lugar que ocupa, es importante porque lo transforma”, dice Matías Meneses Haro. “Esta será herramienta fundamental en su lucha. ¿Con la música se milita? Sí. ¿Qué se milita? Ideas. ¿Cuáles? Ahí está el debate. El cantante de las Manos de Filippi ya tomó posición al respecto, hace muchos años. Podés coincidir o no con él, pero es respetable porque lo blanquea y muchos otros músicos no lo hacen”, afirma el bajista de El Faro.

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