03 Febrero 2021
La cantidad de argentinos que compraron criptomonedas se cuadruplicó en 2020
Las restricciones impuestas el año pasado para la tenencia de dólares llevó a que muchos ahorristas buscarán nuevas alternativas para resguardar su dinero o invertirlo. Las cifras son elocuentes, según el último informe de la Evaluación del Mercado Cambiario del Banco Central, el número de compradores de los 200 dólares mensuales cayó casi 13% intermensual.
En números, implica que solo 970.000 argentinos cambiaron sus pesos por dólar solidario: cuatro veces menos que las cuatro millones de personas que lo hacían meses atrás. Pero, ¿a dónde fueron a parar esos ahorristas?
Las empresas "cripto" advierten que las operaciones con Bitcoin y otras monedas digitales se cuadriplicaron durante 2020 y siguen con su ritmo ascendente. El atractivo nuevo es que se ofrece la posibilidad de apostar por instrumentos similares a los plazos fijos, que tienen rentabilidades en dólares superiores a las que ofrecen los bancos tradicionales.
Según una nota firmada por Natalia Foletti en Iprofesional, los plazos fijos en criptomonedas funcionan de manera similar a los de los bancos, lo diferente es que no hay una entidad monetaria que garantice la ganancia pautada en el plazo fijo. Lo que hay, en el mundo de las criptomonedas, un contrato inteligente montado sobre la blockchain que cualquiera puede auditar.
"El término DeFi hace referencia una arquitectura en la cual los fondos no están depositados en un servidor, sino que las transacciones se hacen de manera pública y quedan registradas en la cadena de bloques. La clave está en depositar el dinero en proyectos de código abierto, pues se consideran más resilientes", explicó Juan David Reyes, desarrollador de Comunidad de la billetera Status, a iProUP.
De la misma manera, el especialista advirtió que el manejo de las criptomonedas debe estar en manos de empresas que tengan su código supervisado, ya que –a diferencia del sistema financiero tradicional– no hay entidad a quien reclamar en caso de un mal manejo de los fondos.
También hay diferencias con las tasas y los plazos, según el sitio especializado en finanzas.
"En el plazo fijo tenés que estar por lo menos 30 días y, en este tipo de productos se presta ese capital para que lo presten a alguien más y ganar una tasa. No existe un limitante de tiempo", afirmó Manuel Beaudroit, CEO de Belo. Precisó incluso que la rentabilidad es mayor, porque se suman intereses sobre intereses.
Y resalta que se trata de una forma muy simple de empezar a construir una libertad financiera que va más allá de los activos tradicionales. "Hoy, los mínimos para empezar una inversión en criptomonedas son muy bajos, por lo que es muy democrático", afirma.
Las finanzas descentralizadas se basan en la red de Ethereum, en cuya blockchain corre los contratos inteligentes, es decir, software que se encarga de realizar acciones automatizadas para cumplir con las reglas –o cláusulas– con las cuales se programaron. De esta forma, los protocolos de inversión DeFi pueden efectuar tareas de manera autónoma, sin participación humana y de manera totalmente transparente.
Además de instrumentos financieros, sobre Ethereum también se operan tokens, es decir, activos que pueden ser cambiados por otras monedas. Así, DAI, el dólar digital (tiene paridad 1 a 1 con la divisa estadounidense) de la organización MakerDAO; o SNT, la criptomoneda de Status, no son más que tokens de Ethereum, entre muchos otros.
Para operar, el mecanismo es el siguiente:
- Comprar criptomoneda (Ether, DAI, etcétera) y se envían a una billetera con navegador Web3 (como Status)
- Navegar los diferentes instrumentos y se elige uno, como Compound o AAVE
- Elegir uno (están rankeados según la opinión de los usuarios) y se elige un monto
- Se transfieren los activos, previo pago de una comisión a los mineros (llamado gas price)
En el mundo de las criptomonedas existen dos formas de acceder a instrumentos de inversión:
- Centralizado: existe una contraparte que funciona como intermediario. El usuario al que le inyecta los activos y el exchange paga un interés por prestárselos a alguien más. En ese caso, la rentabilidad ronda entre el 4 y el 11% anual
- Descentralizados: los fondos se depositan en un contrato inteligente, sin la intervención de una empresa o persona. De acuerdo con la demanda, se va pagando una tasa variable, que supera el 15%. Los activos se prestan a otro usuario que lo necesita para alguna transacción
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