"Pulguita" Rodríguez: todos los caminos conducen a Simoca

"Pulguita" Rodríguez: todos los caminos conducen a Simoca

Luis Rodríguez quiere dejar Colón y amagó volver a su ciudad natal a “no hacer nada”.

MIRA HACIA EL FUTURO. Luis Rodríguez volvió a entrenarse con Colón, pero ya dejó en claro que no quiere jugar allí. Twitter@colonoficial MIRA HACIA EL FUTURO. Luis Rodríguez volvió a entrenarse con Colón, pero ya dejó en claro que no quiere jugar allí. Twitter@colonoficial
29 Enero 2021

“Capaz me voy de Santa Fe y me quedo en Simoca sin hacer nada. No tengo energía. Di todo lo que tenía para salir campeón y no se dio”, le dijo Luis Rodríguez el miércoles al diario El Litoral. El delantero expresó sus ganas de salir de Colón pero no parece ser tan fácil. Entre quedarse en Santa Fe a desgano y frenar totalmente su marcha profesional, él ya ha elegido. Y aunque puede que parte de eso sea una estrategia para presionar, no es la primera vez que el “Pulguita” amaga con dejar de jugar. Una actitud extraña para un jugador de su calibre pero que se repite.

Curiosamente se cumplen 10 años desde la última vez que amagó con lo mismo. Fue luego de la lesión más dura de su carrera. En 2011, jugando para Atlético bajo la dirección de Juan Manuel Llop, se rompió el ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. La operación sucedió de inmediato pero después venía lo más duro: seis meses de recuperación para volver a jugar al fútbol. “Los dolores eran tremendos. Me sentía muy mal. Estuve tres semanas encerrado en mi departamento de Barrio Sur y dos días sin moverme de un lugar en el que me había echado en el piso”, le contó en su momento a LG Deportiva. Interiormente ya lo sabía: iba a dejar de jugar. Ahora no está lesionado, sin embargo la misma sensación pasa por su cabeza: dejar de jugar, al menos por un tiempo.

No solo el ex goleador “decano” dijo que prefiere “no hacer nada” sino que sabe donde es que no hará nada: su Simoca natal. Quizás no sea una mala idea después de todo, si tenemos en cuenta cómo se resolvió el dilema de 2011 y sus ganas de abandonar el fútbol. En ese momento ya habían pasado varias semanas sin saber de él y Walter, su hermano, fue hasta el departamento a buscarlo. “Estaba pálido, no había salido en semanas. Lo ayudé a bañarse, le puse ropa limpia y lo llevé a Simoca”, recordó el “Pulga” grande.

Allí, recuperó sus ganas de jugar. “Mi hermano me llevaba a ver los partidos de los veteranos. Me ponía una reposera y un banco para apoyar la pierna (todavía tenía una férula)”, detalló el jugador “sabalero”. “Mirá cómo juegan estos gordos a su edad y vos que querés retirarte”, le decía Walter. No son las mismas circunstancias y tiene 10 años más, pero es probable que un tiempo en Simoca le venga bien. Allí donde no le dicen ni Luis, ni “Pulguita”. Allí donde le dicen Miguel.

En esta década que pasó desde ese episodio mencionado, experimentó una simbiosis de éxito con Atlético que lo termina dejando como uno de los jugadores más queridos y valiosos del fútbol argentino. Su paso por Colón, más cerca de Buenos Aires, le valió el reconocimiento que merecía. Por eso siente que es tiempo de pegar otro salto. Así como lo sintió al irse del “Decano”.

Sus declaraciones son las de alguien que claramente no está a gusto y necesita cambiar de aire. Parar la pelota es la siguiente opción que maneja según sus palabras. Al menos por unos por unos días o tal vez más tiempo. “Yo no creo que a Colón le sirva pagarme el sueldo para verme trotar alrededor de la cancha hasta junio. No le va a servir al club, al técnico, al grupo ni a mí”, le aseguró a Él Litoral en la misma entrevista. La situación en Colón ya está ensuciada de tal manera que no parece haber vuelta atrás. Él y los dirigentes de Colón lo tienen bien en claro.

“Mi cabeza ya está en otro lado”, aseguró en esa entrevista con el matutino santafecino. Quizás esté en Simoca y quizás, no sea tan malo después de todo.

“I love Simoca”, desde las épocas del Argentino A

En los primeros años de Luis Rodríguez en Atlético, cuando empezó a hacer goles importantes, el delantero los festejaba de una manera especial: abajo de la camiseta tenía una remera con la leyenda “I love Simoca” (Yo amo a Simoca). Si es que la hubiese, el delantero considerará una oferta de Atlético, pero su idea es jugar en otro club que no sea Colón. Habrá que ver cómo se resuelve.

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