Crafting: las manualidades se fusionan con la tecnología

Crafting: las manualidades se fusionan con la tecnología

Tres propuestas tucumanas que, con ayuda de las facilidades digitales, permiten crear objetos originales y regalar obsequios personalizados.

Crafting: las manualidades se fusionan con la tecnología

Sin la creatividad, la vida rozaría -al menos- la categoría de hastío. En este último tiempo el impulso artístico nos ha servido para afrontar la pandemia desde los hobbies y la tendencia ha marcado una vuelta a las manualidades y las horas dedicadas a crear objetos.

Como quien descubre con nuevos ojos las chucherías que guardó en su hogar, el cúmulo de etiquetas, clips y tarjetas viejas vuelven a aparecer en escena y se transforman en proyectos de scrapbooking (álbumes de fotos personalizados), journaling (agendas de tareas súper decoradas) y otros tantos nombres. Tucumán no es la excepción.

“A partir de abril del año pasado hubo un aumento en la cantidad de negocios que venden insumos para proyectos handmade, y determinados productos que eran conocidos apenas por un nicho de especialistas se volvieron populares entre los jóvenes y los adolescentes. Hay técnicas que tienen el estigma de algo extranjero (y sus nombres tampoco ayudan), pero ahora pasamos de guardar decenas de imágenes que veíamos en las redes sociales o en Pinterest a darle una bajada local al asunto”, comenta Mónica Ruiz Sanchez, dueña de una tienda on line especializada en el rubro.

Su departamento es un ejemplo de aquello que predica: en el escritorio, hay decenas de cajas con cintas adhesivas (350 para ser exactos), papeles texturizados y marcadores que podrían emular el catálogo completo de una pinturería.

“La mayoría de mis clientes son mujeres (de entre 15 y 28 años) y creo que se debe a la fuerza de los detalles que necesita el crafting. El encanto de estas técnicas es la delicadeza que le brinda a los objetos. En una sociedad que vive apurada y sigue modas pensadas por otros, la paciencia y la dedicación que le infundimos a los trabajos produce orgullo”, acota.

Para la artista del washi tape, lo curioso es el viraje que tomó este pasatiempo hacia lo digital. “La importación de los materiales es costosa, así que desde hace tiempo fabrico mis propias plantillas de sellos y stickers con la compu. Eso hizo que mucha gente me pidiera diseñarles páginas web, tiendas en la nube o perfiles de Instagram con esa estética artesanal para humanizar aquello que ofrecen por internet”, explica  la dueña de @amor_stationery.

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El paso a paso arranca por entremezclar en una hoja blanca diferentes sellos, adhesivos y recortar ilustraciones de una temática específica (por ejemplo flores, estampillas, animales, etcétera). Una vez listo el trabajo resta escanearlo y convertirlo en poster. “Hay sitios específicos donde los crafters podemos subir nuestras creaciones y quienes las usan pagan una contribución de U$S10. Gracias a eso mis propuestas llegaron hasta a Japón para usarse como tapas de cuadernos y diseñé envoltorios de regalos corporativos para una empresa rusa”, agrega.

Recuerdos impresos

Entre las tantas estrategias para achicar la distancia física a la que estuvimos sometidos el año pasado, los regalos sorpresa marcaron un punto de alegría entre los cumpleaños por Zoom y las efemérides con reuniones híperreducidas.

Al arrancar su emprendimiento hace seis meses, Gonzalo Jesús Rivadeneira tenía en claro que deseaba transmitir esa clase de emociones. Así fue como surgió “Dilo con papel” (@diloconpapel_tuc): una propuesta que da un paso más allá del crafting -y en colaboración con la tecnología- permite obsequiar cuadros y fotografías polaroid a medida.

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Lo especial es que a las fotos se les suma un código de Spotify que -al escanearse en el celular- reproduce una canción o playlist específica en la aplicación. “También anexamos los enlaces en cuadros o rompecabezas con las fotografías que el cliente quiera (nos piden hasta con imágenes de sus mascotas) y está la opción de convertirlas en caricaturas”, especifica este estudiante de Abogacía.

En otros casos, el diseño se mezcla con la astrología para crear mapas estelares. “Estos son una recreación digital del cielo (con sus estrellas alineadas) durante un momento y en un lugar determinado. El interesado debe decirnos la hora, mes, año y ubicación del acontecimiento que quiera atesorar y con esa información armamos el resto”, describe el emprendedor. Con más de 800 pedidos, en la lista figuran obsequios para bodas, románticos aniversarios (remiten a “nuestro primer beso”), recordatorios de recibidas y adorables nacimientos.

Tarjetas explosivas

A veces lo que importa es el contenido, y otras la forma en que los regalos van envueltos. Guadalupe Lombardi es desarrolladora de software, y hace dos años inventó una app que diagrama tarjetas y cajas.

“En ese tiempo mi hermanita estaba obsesionada con hacer collage y DIY de papelería, pero nunca le acertaba a las medidas y los pliegos. El propósito del programa fue simplificarle esa tarea”, recuerda. Fue recién en 2020 que, al quedar sin trabajo por la pandemia, decidió aprovechar la invención para ganar un poco de dinero.

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El resultado fueron los cubos y tarjetas explosivas. “En lugar de la tarjetería común para colocar el remitente y destinatario de un obsequio estas forman parten del mismo regalo. A simple vista parecen una caja normal y luego, cuando se quita la tapa, explotan con un montón de serpentinas y aparecen más y más compartimientos y cajas pequeñas dentro”, detalla Lombardi. Además, se le puede agregar luces, ramos de flores, tazas o peluches que se pliegan y despliegan por cuenta propia.

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