Inundaciones en Tucumán: ¿culpa de la naturaleza o de la falta de inversiones?

Inundaciones en Tucumán: ¿culpa de la naturaleza o de la falta de inversiones?

La tormenta del lunes causó estragos. Dos ingenieros analizan la situación y coinciden en lo mismo: hace falta ordenar y planificar.

UNA PILETA. En la capital cayeron cerca de 120 milímetros en poco más de una hora durante la tormenta que se desató el pasado lunes. UNA PILETA. En la capital cayeron cerca de 120 milímetros en poco más de una hora durante la tormenta que se desató el pasado lunes.

La tormenta del lunes castigó de manera brutal al Gran San Miguel de Tucumán. Fue una de las poderosas en las últimas décadas. En promedio, unos 120 milímetros de lluvia cayeron en poco más de una hora. El agua desató su potencia arrolladora, arrasó con todo a su paso e hizo que cualquier desagüe fuera insuficiente. Los daños y las pérdidas son inconmensurables. Tucumanos y tucumanas todavía padecen las consecuencias, y hay quienes perdieron lo poco que tenían.

Lo preocupante es que está confirmado que estos fenómenos climáticos que antes eran extraordinarios ya no lo son; se repetirán cada vez más a menudo. Pero, ¿por qué? ¿Es culpa de la naturaleza? ¿Faltan inversiones? Son varios los componentes, de acuerdo a lo explicado por especialistas a LA GACETA.

Los ingenieros Claudio Bravo y Eduardo Martel, quien es vicedecano de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología (Facet) de la UNT, integran la Comisión Especial de Emergencia Hídrica (CEEH) que creó la Legislatura luego de las cruentas inundaciones de La Madrid en 2017. Explicaron que son varios los fenómenos que inciden en los anegamientos. Por un lado el factor natural, por cambios en el clima, pero otro el factor el factor antrópico, por acciones humanas, pero también las inacciones. Ambos coincidieron en que en Tucumán hubo crecimientos desordenados de ciudades y de zonas de producción, por lo que es necesario un plan director general. Esto permitirá, a su vez, que grandes obras de infraestructuras puedan ser financiadas por organismos multilaterales de crédito como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

No sólo naturaleza

Según Martel, faltan medidas de organización y planificación que le den previsibilidad a los eventos de la naturaleza que dejaron de ser extraordinarios para ser cada vez más ordinarios por cambios en el clima. En ese sentido, ejemplificó que los desagües de una ciudad en ingeniería se calculaban para una tormenta con un periodo de recurrencia (intervalo) de 25 años, pero que ahora ocurren cada cinco; o fenómenos que se daban cada cinco años ahora ocurren con cada calendario. “No se le puede echar la culpa a la naturaleza; la naturaleza no cambia de un día para el otro. Lo que hay que ir haciendo son estudios y tomar medidas y hacer proyectos y obras que se vayan adecuando a esa naturaleza cambiante que tenemos”, expresó.

Bravo, ex docente de la UNT y especialista en infraestructuras, explicó que las obras de desagüe pluvial son las más costosas ya que son de gran envergadura y van enterradas. También que a medida que crecen las ciudades los suelos se van impermeabilizando por la urbanización y pierden capacidad de absorción. Si a eso se le suma que se esperan lluvias importantes cada vez más frecuentes en ciertos periodos de tiempos por el incremento de las temperaturas, es necesario una planificación. “Los canales no dan a basto. Hay que revisar todo, hacer un plan director integral y a partir de allí plantear las pautas las reglas de juego nuevas. Es lo más importante como eje de discusión”, dijo. A su vez marcó que hay municipios que cuentan con un plan director o lo están gestando, pero que hay otros como San Miguel de Tucumán que no lo tiene. “No podemos achacar todo a la naturaleza ni todo al factor humano, es una multiplicidad de causas”, expresó.

Ruleta rusa

El avance de las fronteras rurales es otro factor que incide directamente en las inundaciones, indicó el vicedecano de la Facet. Sin embargo, aclaró que eso no está mal, sino que se debe llevar a cabo de un modo ordenado y regulado por el Estado. “La absorción de las áreas cultivadas es muy distinta a la de áreas naturales como humedales o bosques”, ejemplificó. Consideró que el Estado está en deuda con la situación, que cuenta con las herramientas pero que falta tomar conciencia de la situación e implementar políticas en ese sentido, que tengan en cuenta los cambios y avances mencionados.

Martel planteó que en la tormenta del lunes se vio un gran impacto de la tormenta en San Miguel de Tucumán, Tafí Viejo y Yerba Buena. Recordó, a su vez, que La Madrid sufrió las consecuencias del agua en 2017 con pérdidas calculadas en aquella época por $600 millones. Por lo tanto, marcó que es algo aleatorio que amerita un plan integral. “Es como una ruleta rusa: ya sabemos que a alguno le va a tocar y no se justifica. No hay nada que justifique que los tucumanos estemos supeditados a esto; son eventos que ya son previsible”, cuestionó.

Bravo, quien fue responsable de la comisión de Infraestructura del Plan Director de San Javier en 2003, consideró que buscar responsables de lo que se está padeciendo ahora sería ir para atrás. Consideró entonces que se deben dar propuestas de soluciones, pero que no hay que perder tiempo. “La forma de avanzar es con soluciones. Es el momento de discutir ideas porque cada vez van a ser más frecuentes”, dijo respecto a las lluvias intensas y las consecuentes inundaciones. Marcó, sin embargo, que hay factores culturales que también afectan en estas situaciones como la basura. “La gente tira mucha basura cuando llueve y terminan trancando las rejas (de los desagües) y el agua sigue por la calle, inundando”, dijo.

Martel, a su vez, resaltó que en materia de infraestructura Tucumán lleva varias décadas de retraso. Que hay personal técnico calificado en las reparticiones públicas, pero que se ven impedidos por falta de presupuesto. Señaló que hay provincias vecinas que han aventajado a Tucumán, que viene perdiendo liderazgo en el norte. A su vez, pidió a la sociedad que no naturalice lo sucedido el lunes. “Técnicamente se puede resolver. No hay que acostumbrarse a eso. Evidentemente en el Gran San Miguel de Tucumán hace falta un plan director, que no lo tiene. Hay una deficiencia muy importante de infraestructura, de desagües, canales y cloacas”, planteó.

La CEEH nació impulsada por el ex legislador Fernando Valdez (UCR). Entre septiembre de 2017 y julio de 2019, con participación de profesionales de la UNT, elaboró un Plan Hídrico Estratégico para Tucumán. Se estudió la cuenca Marapa-San Francisco y se elaboró un Plan de Contingencia para La Madrid, entre otros informes (https://www.legislaturadetucuman.gob.ar/CEEH/). La comisión fue reflotada en noviembre por el vicegobernador Osvaldo Jaldo, esta vez para poner el foco en las cuencas de la zona norte.

Respecto a lo ocurrido en La Madrid, Martel señaló que la localidad “está expuesta cada vez más a un evento igual o peor ocurrido en 2017” si es que pronto no se toman cartas en el asunto. “Lo que ocurra en Tucumán es cuestión de tiempo”, subrayó. A su vez, expresó preocupación por la ladera oriental de la Sierra de San Javier, un sector que sufrió numerosas alteraciones por la proliferación de emprendimientos inmobiliarios. “Hacen falta estudios para ver en qué situación está esa ladera. No quiero hacer pronósticos negros, pero una inestabilización de la ladera puede ser catastrófico”, alertó

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