Día decisivo en el conflicto del Subsidio con clínicas

Día decisivo en el conflicto del Subsidio con clínicas

Hoy vence el convenio entre la obra social provincia con la asociación de sanatorios, pero se mantiene el diálogo.

Día decisivo en el conflicto del Subsidio con clínicas

Son momentos decisivos en la negociación entre el Instituto de Previsión y Seguridad Social de Tucumán (Ipsst o Subsidio de Salud) y la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Tucumán (Acyst). Esta medianoche vence el convenio por el que los 330.000 afiliados pueden ser atendidos en 22 instituciones privadas mediante la obra social provincial. Sin embargo, las partes reconocieron que trabajan en llegar a un acuerdo y que hubo avances significativos en las últimas, por lo que no se descarta que hoy se pueda rubricar un nuevo contrato.

La preocupación de los afiliados del Ipsst se disparó ayer, luego de la viralización en las redes sociales de la foto de un comunicado de la Acyst, que preside Eduardo Vega Olguín. En ese texto se da por hecho que desde el 1 de enero de 2021 a los pacientes de la obra social provincial serán atendidos como particulares en los sanatorios del Norte, del Sur, Modelo, 9 de Julio, Pasquini, Regional, Rivadavia, Mayo, San Lucas, Parque y American Salud; las clínicas Mayo, Sama, Famaillá, Nuestra Señora de la Dulce Espera y Aliviar; los institutos de Garganta Nariz y Oído, de Cardiología y Stock, y los centros Modelo de Cardiología y Privado de Cardiología.

Por la tarde, sin embargo, el interventor del Subsidio de Salud, Fernando Avellaneda, aseguró a LA GACETA que estaban cada vez más cerca de llegar a un consenso. “Las dos instituciones seguimos haciendo un esfuerzo para encontrar un acuerdo. Creo que cediendo ambas partes algunas cosas se va a poder llegar”, dijo. Sin embargo, prefirió mantener la cautela hasta que se oficialice un posible acuerdo con firma de un contrato.

Fuentes consultadas de la Acyst también fueron prudentes respecto a la negociación. Coincidieron con que hubo acercamientos, pero advirtieron que aún no se cerró nada y que continúan negociando. Aunque no brindaron detalles, reconocieron que mejoraron las diferencias económicas.

Según pudo conocer este diario, ayer se llevó a cabo una reunión entre el Isspt y la Acyst, de la cual también participó el ministro de Economía Eduardo Garvich. Hasta anoche se especulaba con la posibilidad de la firma de un nuevo convenio, de muy corto plazo, para sostener las prestaciones médicas mientras se terminan de pulir distintos ítem en conflicto.

En noviembre, la asociación denunció el convenio por supuestas demoras administrativas, incumplimientos de los plazos para los pagos de las prestaciones con pacientes covid-19 y el congelamiento de aranceles desde 2019, entre otros puntos. Habían solicitado una suba del 45%, pero Avellaneda advirtió que no tenía los recursos dado que a los afiliados sólo se les aumentó un 13% el salario en 2020. El Isspt impuso entonces un recurso de amparo para que se garanticen las prestaciones hasta que se cumplan los plazos legales por la anulación del convenio. Esos plazos se cumplen hoy.

Cuestionamientos

Legisladores de la oposición repudiaron ayer la posible caída del convenio entre las partes. “No alcanza con poner un parche cada vez que hay un problema, cuiden la salud de los tucumanos en serio y no como un eslogan”, criticó el radical José María Canelada. La republicana Nadima Pecci, a su vez, opinó que hay un Estado fallido en todas sus áreas, y se expresó en contra de la ley del aborto sancionada en la madrugada de ayer en el Senado.

El radical José Ricardo Ascárate, en tanto, fustigó con que el Subsidio de Salud está siendo desfinanciado por la Provincia, denunció que el Ejecutivo incumple con la legislación nacional y que hay una evasión fiscal ya que los sueldos estatales cuentan con adicionales no remunerativos.

Según el legislador, sobre una masa salarial de $10.000 millones deberían llegar al Subsidio de salud $900 millones mensuales. Sin embargo, marcó que la Provincia dejó de pagar con tickets alimentarios el 20% del sueldo y lo empezó a otorgar como dinero adelantado, pero sin tributar ya que los vales alimentarios no se consideraban salario. “Lo empezó (José) Alperovich; ahí se perdió el 20% de los aportes”, cuestionó.

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