Solidaridad y diversión de la mano de "Pigu" Romero

Solidaridad y diversión de la mano de "Pigu" Romero

En el country del Jockey Club tuvo lugar una nueva edición del tradicional torneo benéfico organizado por Romero para recaudar fondos, que serán donados a escuelas de los valles.

ARCHIVO ARCHIVO LA GACETA / FOTOS DE JOSÉ NUNO

Bajo el sol de una siesta inclemente como puede serlo una de pleno diciembre en Tucumán, Andrés Romero se acomoda en la salida del hoyo 10 y ejecuta su primer drive de la tarde. Se lo nota feliz, como cada vez que tiene la oportunidad de jugar con sus amigos en su tierra, la que lo vio surgir como golfista de talento internacional. Aunque esta vez, el Andrés Romero Invitational, el torneo que lo tiene como anfitrión, se encuadró en el contexto de un año completamente inédito, que descalabró todos los planes y obligó a avanzar como se pudo, cambiando sobre la marcha. De hecho, la octava edición -que se disputó ayer en la cancha del country del Jockey Club- fue la edición más tardía del evento, que suele disputarse a fines de noviembre.

“Es que no lo íbamos a hacer este año”, reconoce “Pigu”. “Lo decidí a último momento. Poniendo los pies sobre la tierra, pienso que en este momento hay cosas mucho más importantes que jugar al golf. Familiares, amigos, familiares de amigos...mucha gente se ha visto afectada por la pandemia. Yo mismo la pasé muy mal con mi madre, que se contagió. Es un asunto muy serio y me parecía que la situación no estaba para hacer un evento y venir a divertirse. Pero unos amigos me convencieron porque este torneo va más allá de eso, se trata de recaudar fondos para gente que lo necesita. Sí, también nos divertimos, por supuesti, pero al mismo tiempo estamos ayudando”, comentó uno de los referentes deportivos de la provincia.

En efecto, “Pigu” no olvida su origen humilde, y en la esencia de su Invitational está la finalidad solidaria: lo recaudado en concepto de inscripciones, más lo que se obtiene en la subasta donde se martillan objetos suyos y equipamiento golfístico en general, se destina a escuelas de los valles por medio de la Fundación Pigu Romero. “Hacer el torneo fue una de las mejores decisiones que tomé en el año”, asegura el yerbabuenense. “Tuve una muy buena respuesta de la gente que siempre me acompaña, amigos y empresarios. Por eso fue posible hacerlo tan rápido, se armó todo en tres semanas, no había nada planeado. El aporte de la gente que siempre está es muy importante”, valoró “Pigu”.

Con esperanza

Con la actividad golfística global suspendida durante buena parte del año, Romero admite que le cuesta rescatar algo de 2020. “Es difícil. Desgraciadamente, lo malo ha resaltado mucho más que lo bueno este año. Después de junio se fue reactivando la actividad, aunque el tour europeo empezó un poco después. Jugué tres torneos y me lesioné el hombro. Eso sí, el protocolo era impresionante. Muy distinto todo. Creo que pronto los dos tours (PGA y el Tour Europeo) volverán a ser lo que eran. Simplemente hay que esperar lo que está todo el mundo esperando, que es que las vacunas funcionen y sean seguras. Recién ahí se podrá recuperar la normalidad. Porque si le preguntás a cualquiera, te va a decir ‘sí quiero jugar, pero primero me quiero vacunar’, je. En mi caso, me toca ir a muchos lugares y no quiero que por mi culpa mi madre se vuelva a contagiar. Ella está mejor, pero tomando los cuidados para que no le vuelva a pasar esto”, contó “Pigu”, que tras el receso por las Fiestas volverá a la carga en el PGA: “si Dios quiere jugaré en Puerto Rico, pero bueno, vamos a ver cómo está la situación para entonces”.

Ganadores

Por desempate automático, se consagró ganador el equipo conformado por Tomás Lobo Peña, Juan Manuel Artigas, Felipe Fortino y José Ignacio Ávila, con 55 golpes. Segundo quedó el equipo de Pedro Sisini, Leonardo Bellusci, Franco Sogno y Diego Courel.

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