Lorena Astudillo: las poéticas e intimistas alas de una cantautora de excepción

Lorena Astudillo: las poéticas e intimistas alas de una cantautora de excepción

“Crisálida” se denomina el último disco de la destacada intérprete que será presentado hoy por streaming. Una docena de piezas de su propia cosecha que abordan diversos ritmos.

MIRADA FEMENINA. Lorena Astudillo afirma que se están cayendo los paradigmas más anquilosados de nuestra cultura y surgen voces de mujeres. MIRADA FEMENINA. Lorena Astudillo afirma que se están cayendo los paradigmas más anquilosados de nuestra cultura y surgen voces de mujeres.

El vals mece los gestos de la nada en un piano. Agita sus sueños, la besa y la abraza, se acerca, le pide que viaje con ella. La voz va destejiendo un velo existencialista: “llega sigilosa vestida de ocaso, muerde mis talones, me sigue los pasos. Desnuda mis pies y los hunde en la escarcha. Inmensa de noche, pequeña en el alba... en las sombras me enseña a buscar reflejos del cielo y la libertad, el gusto del agua, la fuerza del viento, el peso del aire, las llaves del tiempo…”. Calidez. Fragilidad. Contenida garra. Adoban la emoción hecha canto en el sentimiento. “Siento que este disco está absolutamente ligado con un momento personal de aquietar y replegarse para poder crear con autenticidad y a la vez alineado con el momento presente de inmensa mutación, de caídas de viejos paradigmas que revelan, entre otras cosas, nuestro lugar como mujeres hacedoras y protagonistas de nuestra historia”, afirma Lorena Astudillo, una de las intérpretes más destacadas de nuestra música popular. La cantante presentará “Crisálida”, su última producción discográfica que reúne una docena de piezas de su autoría, esta noche, a las 21, en vivo desde Café Vinilo, a través de Nube Cultural (https://nubecultural.com/, donde pueden adquirirse las entradas).

La cantautora recorre diversos géneros como el folclore, la cumbia, el latin jazz, el flamenco, el rock; sus letras hablan de resiliencia, hermandad, amores, pérdidas, lazos eternos, de la afirmación como mujer y creadora en un mundo que “oprime y arrastra, pero que, a la vez, ofrece buenos vientos para nuevos viajes”. De intimistas ecos y poéticas alas, el disco puede escucharse en Spotify y YouTube.

- ¿Cuándo te pica el bichito de componer tus propios temas?

- No sabría decir cuando picó el “bichito”; la pasión por la lectura y el amor por la escritura están conmigo desde muy pequeña. En la universidad disfruté mucho la inmensidad de la lectura y la escritura de ensayos y luego de recibirme de licenciada en Psicología, cursé la carrera de músico intérprete en el Sadem y tuve varios años de formación en la carrera de compositora de Sadaic; luego de ello hice cantidad de cursos y formaciones con grandes maestros de la composición y la letrística. Toda esa formación e información, más la irrefrenable necesidad del alma, fueron dándome los recursos y el impulso de llevar a buen puerto el hondo deseo de escribir mis propias obras. Hoy me encuentro abocada a la escritura de un libro, más de índole “ensayo” acerca de la filosofía del cantar.

- En los últimos tiempos los cantautores -siempre los hubo- han proliferado, ¿a qué crees que se debe?

- No sabría decir por qué hay “proliferación” de cantautoras y cantautores, solo puedo decir que celebro con profunda alegría que en el corazón humano haya deseo de crear y de hacer arte como forma de expresión de las emociones. Personalmente, durante años me dediqué a visibilizar la tarea de mis pares “cantautoras” con agrupaciones que fundé, ciclos de música que produje en donde reuní inmensa cantidad de compositoras, y movimos muy fuertemente las aguas… tal vez eso llegó lejos e ¡hizo olas! Creo fervientemente que la creación artística mejora las formas de la comunicación humana del mejor modo posible con sensibilidad, compasión y empatía. Así que mientras las y los artistas se “reproduzcan”, estoy tranquila que aún estamos a salvo como especie.

- ¿El vasto cancionero folclórico sale perdiendo con esta tendencia, especialmente de excelentes intérpretes que lo abandonan para se volcarse a su propia producción?

- No, son dos cosas totalmente diferentes y ambas pueden convivir y nutrirse mutuamente. Siempre existirán voces y almas que quieran cantar obras clásicas de nuestro folclore y a la vez, sin restarle ni un ápice a lo anterior, existirán por fortuna creadoras y creadores que lejos de menoscabar nuestra música argentina, la nutren y la renuevan. El folclore es nuestra propia vida, nuestras costumbres, es algo que está vivo, no está encerrado en una partitura o en un cancionero. Por otra parte, están cayendo los paradigmas más anquilosados de nuestra cultura y de ello hay que hablar y nombrar. Hay que hacer nuevas canciones que lo abarquen y que seamos las mujeres las que hablemos luego de tantos años de solo escuchar voces y perspectivas masculinas. A mi criterio, es todo lo contrario: las cantantes. si además son compositoras, si desean y necesitan crear algo nuevo, harán con inmensa belleza vocal un gran aporte a nuestra cultura que al igual que la naturaleza crece, se reproduce y diversifica, y es justamente gracias a ello que puede seguir viva y en franca evolución.

- ¿Cómo definirías tu oficio de cantautora?

- Me reconozco en el oficio de “artista independiente” y de productora. Mi “oficio” de cantautora es solo uno de los tantos oficios y tareas que desempeño a la hora de producir un disco. Por amor y por una irrefrenable necesidad expresiva, comienzo escribiendo mis propias poesías y músicas; eso solo es el inicio, luego, si decido que produciré un disco, empiezo a crear la obra integralmente, y me lanzo a elegir todo: concepto, línea editorial, instrumentaciones, músicas y músicos que intervendrán durante todo el proceso creativo... También me ocupo de contratar y de elegir a los estudios y a los ingenieros de grabación, a las plataformas donde subiré la música y defino el modo integral de administración de la música. En esta era digital y audiovisual, también he tenido que formar un fuerte equipo de trabajo con realizadores audiovisuales y con diseñadores gráficos para lograr la imagen de la música que he creado, en este caso con “Crisálida”, pero he sido la productora general de todos mis discos que ya son siete. Podría seguir un rato largo describiendo todas las tareas y funciones que hay que conocer y desempeñar si realmente se desea sostener un camino como artista independiente, para crear una obra musical de excelencia, sin concesiones y con absoluta libertad.

- ¿Cada pétalo de la flor Lorena sopla un quehacer y lo hace realidad?

- Por lo pronto, puedo decirte que mis “oficios” son ser autora, compositora, productora ejecutiva, artística y musical, la intérprete y la administradora de mis obras y de mis espectáculos, además de mi propia manager. Es una tarea muy diversa y extenuante. Como lo he dicho en infinidad de oportunidades, las y los artistas independientes movemos la rueda de la industria discográfica y cultural de nuestro país dando trabajo a muchísima gente en nuestras producciones. Ah, además, a veces me olvido, también canto...

Ficha técnica de "Crisálida”

* Lorena Astudillo (canto, composición, producción musical, artística y general).

* Constanza Meinero (piano, arreglos, coros, dirección y producción musical).

* Sebastián Castro (guitarra y coros), Lucas Homer (contrabajo, bajo eléctrico y coros) y Gaspar Tytelman (percusión y coros).

Lorena Astudillo: las poéticas e intimistas alas de una cantautora de excepción

Astudillo tiene siete discos editados de música latinoamericana. Fue postulada a los premios Gardel 2018 y 2015 en el rubro “Mejor álbum artista femenina de folclore” por sus discos “El Cuchi de cámara” y “Un mar de flores”, respectivamente. En 2015 ganó el Premio Konex como “Mejor cantante femenina de folclore”.

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