La euforia por la vacuna de Pfizer se desvanece

La euforia por la vacuna de Pfizer se desvanece

Las autoridades piden más prevención.

13 Noviembre 2020

PARÍS/BERLÍN.- Varias autoridades y científicos europeos advirtieron contra la complacencia ante el coronavirus y recomendaron que continúen vigentes las medidas dispuestas para controlar el aumento en las infecciones. Según políticos y expertos, esta es una necesidad imperativa a medida que se acerca el invierno boreal y a pesar de la esperanza de que las vacunas en desarrollo puedan controlar la pandemia.

El anuncio de esta semana, por parte de Pfizer, sobre una vacuna potencialmente efectiva elevó el optimismo con relación a un pronto final de la crisis, provocó una fuerte alza en los mercados financieros y avivó el anhelo público de una Navidad casi normal. No obstante, Francia y la Organización Mundial de la Salud (OMS) no tardaron en instar a la gente a cumplir los confinamientos y aclararon que las nuevas vacunas no llegarán con inmediatez.

Ocurre que si bien Pfizer y su socio alemán, Biontech, aspiran a producir 50 millones de dosis de la vacuna este año (siempre y cuando fuera aprobada a fin de este mes), ella no estará disponible de forma amplia hasta 2021, lo que obligará a los tensionados sistemas de salud a gestionar la crisis hasta entonces.“Definitivamente, este no es el momento para relajarse”, escribió el primer ministro francés, Jean Castex, en un artículo publicado en el periódico Le Monde.

Rebrote

También en Italia, que reportó 623 muertes el miércoles y superó el millón de casos, y Alemania, que ha visto aumentar las infecciones otra vez, las autoridades anticiparon que cualquier regreso a la normalidad tomará tiempo. “Debemos apretar los dientes un par de meses más -exhortó Lothar Wieler, director del Instituto Robert Koch para Enfermedades Infecciosas-. Desafortunadamente, tomará un tiempo hasta que todos los que quieran puedan vacunarse”.

La terrible situación que enfrenta Italia quedó expuesta en un video que circula en las redes sociales y muestra un cadáver tendido en el baño de un hospital. Aparentemente, el paciente murió mientras esperaba una prueba. Así, después de lograr cierto grado de control sobre la pandemia, los Gobiernos de la región tuvieron que imponer nuevas restricciones para intentar frenar el aumento del número de casos en las últimas semanas.

No obstante, aunque surgieron señales de que esas medidas pueden haber ayudado a reducir las tasas de infección en algunas áreas, las autoridades creen que se necesitan más. “Las infecciones disminuyeron rápidamente la semana pasada, pero necesitamos avanzar más -consideró Ernst Kuipers, director de la Asociación Nacional de Hospitales de Holanda-. Las medidas vigentes aún son necesarias y seguimos enfatizando la importancia de seguir las reglas”.

Desconfianza

Ayer las acciones europeas cayeron desde máximos de ocho meses, a medida que decrecía la euforia por el anuncio de Pfizer y los pobres datos económicos británicos aumentaban las dudas sobre otro brutal desplome. “Los operadores están empezando a darse cuenta de que aunque un medicamento tenga una tasa de éxito muy alta en las últimas etapas de los ensayos, el proceso para obtener la aprobación y su implementación puede llevar mucho tiempo”, explicó David Madden, analista de CMC Markets UK.

Por su parte, el jefe de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, admitió que se necesita una vacuna con urgencia, pero observó también que Europa no puede permitirse el lujo de fiar sus esperanzas en un nuevo medicamento. (Reuters)

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