Besos por celular: cuando no hay más opción que conocer a tu hijo por videollamada

Besos por celular: cuando no hay más opción que conocer a tu hijo por videollamada

Rafael Colombo está en Canadá y su hijo y su esposa en Tucumán. El sueño de estar juntos los tres.

SINCONSEJOS NI VISITAS. Felicitas es la hija de Ariadna y Pablo, Desde agosto sólo recibió una vez a sus tíos y abuelos. SINCONSEJOS NI VISITAS. Felicitas es la hija de Ariadna y Pablo, Desde agosto sólo recibió una vez a sus tíos y abuelos.

Luciano acaba de despertarse de una larga siesta. Pero apenas escucha la voz de su papá, gira la cabeza hacia la pantalla del celular, abre los ojos como dos de oro y sonríe. El bebé tiene cinco meses. Le ha tocado nacer en medio de esta histórica pandemia de coronavirus y lejos de su padre. Por eso, en la casa donde vive junto a su mamá y a sus abuelos, el teléfono está siempre cargado para recibir las videollamadas que llegan desde la otra punta del continente: más precisamente desde Montreal, en Canadá.

Desde marzo, cuando se decretó la cuarentena por covid-19, aprendimos que este virus no solo vino a poner en juego nuestra salud. También ha dejado cientos de proyectos y sueños partidos por el medio. Traer un hijo al mundo, ser padre y madre por primera vez, ese momento tan especial, también se vio atravesado. Rafael Colombo (de 39 años) y Paola Coronel (35) jamás hubiesen imaginado todo lo que están viviendo. Sus días parecen sacados de una novela. Ellos tenían todo planeado a la perfección: él llegaría a Tucumán en abril, se iba a quedar hasta que naciera el bebé y luego se embarcaban los tres hacia Canadá, donde él está trabajando.

Pero en el medio los agarró la pandemia y quedaron separados por más de 8.000 kilómetros. El aislamiento obligatorio desde hace más de seis meses no le permitió llegar para el nacimiento de su hijo. Con la ansiedad a cuestas, tachando cada día en el almanaque, ahora espera ese momento sagrado de poder alzarlo por primera vez. Gracias a la tecnología –y a la buena onda del ginecólogo que filmó el momento del parto- pudo verlo a minutos de haber llegado al mundo, el 11 de mayo. También es testigo de sus avances cotidianos, de sus primeras sonrisas y monerías; pudo verlo dormir o sentirlo respirar.

Rafael, un ingeniero argentino pero que hace muchos años vive en el país norteamericano, conoció a Paola cuando ella estaba realizando un intercambio en EEUU. Se hicieron amigos y continuaron su relación por internet. El decidió visitarla cuando ella regresó a Tucumán, en 2015. Un año después volvió a verla y se pusieron de novios. En 2018 se casaron. Ella, profesora de inglés, dejó todo y se fue con él. “El problema es que no es muy fácil conseguir la residencia allá. Tuve que volverme hasta poder completar todo el trámite y mudarme al fin. El año pasado, cuando regresé, me enteré aquí que estaba embarazada. Rafael pudo venir en diciembre y se volvió en febrero. La idea era que naciera el bebé aquí e irnos los tres juntos. Pero ocurrió la pandemia…”, detalla Paola.

Pese a las conexiones diarias, la mamá confiesa que por momentos la pareja vive esta situación con mucha tristeza. “Habla todos los días con el bebé. Luciano ya tiene cuatro meses y cuando lo ve a su papá se ríe, balbucea. Rafael está desesperado por venir; la verdad que es muy duro lo que nos está pasando”, confiesa.

SIN CONSEJOS NI VISITAS. Felicitas es la hija de Ariadna y Pablo, Desde agosto sólo recibió una vez a sus tíos y abuelos. SIN CONSEJOS NI VISITAS. Felicitas es la hija de Ariadna y Pablo, Desde agosto sólo recibió una vez a sus tíos y abuelos.

Y cuando eso ocurra, probablemente en los próximos meses, tampoco será fácil que vuelen los tres. “Se nos sumó un nuevo problema: Luciano tiene mi apellido; en el Registro Civil no me permitieron ponerle el apellido del padre porque no estaba presente para reconocerlo. Y ahora se complicará más sacar la ciudadanía. Esperemos poder solucionar todo esto”, sostiene Paola. “Hasta que todo esto pase, tendremos que armarnos de paciencia y no perder las esperanzas de que finalmente vamos estar los tres juntos”, resalta.

Cuarentenials

El de Luciano no es el único caso de un bebé nacido en medio de la pandemia que aún no pudo conocer a su papá más que por videollamada. Y, en general, la mayoría de los pequeños que llegaron al mundo desde marzo no han podido ver a alguno de sus abuelos, tíos o primos.

Se los llama bebés “pandemials” o “cuarentenials”. Sus padres y madres se adaptan a criarlos en un mundo lleno de mascarillas y distancia de seguridad. Están creciendo en un marco de mayor intimidad, lejos de las obligaciones y rutinas establecidas previamente. Siguen con las visitas restringidas de abuelos, los abrazos limitados de sus primos y los besos por celular.

“A mi bebé le tocó nacer y crecer en cuarentena, con una montaña de emociones y temores”, cuenta Ariadna Cabello. Su bebé, Felicitas, nació el 19 de agosto. “Nunca imaginamos vivir este momento así, pero tratamos de que esta situación no opaque nuestra felicidad. Mi esposo Pablo no pudo entrar a las ecografías ni presenciar el parto. Hicimos videos. En el sanatorio estuvimos los tres solos. En casa pudieron visitarla abuelos y tíos una sola vez, con barbijo y sin abrazar ni besar a la pequeña”, cuenta.

“La verdad es que habíamos soñado con que todos puedan disfrutarla y comer a besos a nuestra bebé. No perdemos la esperanza de que esto se pueda hacer más adelante. Es muy duro para todos. A diario nuestros seres queridos nos hacen videollamadas para verla o nos piden fotos y videítos. Se emocionan a través del teléfono”, confiesa la joven mamá.

No hay visitas ni consejos para las mamás primerizas. Los regalos llegan por delivery, las novedades se cuentan por teléfono. Así se vive hoy la llegada de un bebé a la familia en tiempos de pandemia.

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