Por Carlos Chirino
09 Octubre 2020
ESFUERZO. “Lio” mostró mucho entusiasmo en el comienzo. Después, fue perdiendo presencia. reuters ARCHIVO
La Selección ganó gracias a su gol. Fue su grito número 71 con la “albiceleste” y el primero en este 2020. Pero estuvo lejos de ser un gran partido de Lionel Messi. El rosarino se mostró activo, aunque no fue desequilibrante. Se movió por todo el frente de ataque, siempre detrás de Lautaro Martínez y cerca de Lucas Ocampos. Los tres participaron en la jugada que derivó en el penal que le convirtieron al jugador de Sevilla y que la “Pulga” cambió por gol.
Messi empezó bien, pero su rendimiento fue de mayor a menor, al igual que todo el equipo. Hasta los 20 minutos del primer tiempo inquietó a los defensores ecuatorianos, que luego lo controlaron sin mayores problemas. Y en el complemento tuvo que retroceder demasiado en el campo porque la pelota no le llegaba y solamente una vez estuvo cerca del gol, al combinar muy bien con Ocampos y rematar al arco. La pelota, que tenía destino de red, pegó en un ecuatoriano. Demasiado poco para un jugador de su categoría.
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