“A muchos adultos mayores no les quedó otra opción que amigarse con la tecnología”

“A muchos adultos mayores no les quedó otra opción que amigarse con la tecnología”

El experto Diego Aguilar sostiene que necesitan mucho apoyo, paciencia y tolerancia a la frustración.

 PUNTO DE ENCUENTRO. Adultos mayores se amigaron con internet. PUNTO DE ENCUENTRO. Adultos mayores se amigaron con internet.
04 Octubre 2020

A Amelia (de 70 años) nunca le gustó la tecnología. Ella sabe pintar, tejer y jugar a las cartas con sus amigas. Hasta hace más de una década se dedicó a su profesión: maestra jardinera. Y siempre estuvo en contra de las pantallas para la educación de sus alumnos.

Su hija, Carolina, le abrió cuentas en Facebook e Instagram y le insistió para que se comprara un Smartphone. Lo hizo pese a que no estaba de acuerdo. Fue en marzo de este año, a días de que comenzara el aislamiento social y preventivo por la pandemia de coronavirus. Aunque ni ella se lo imaginaba, hoy -después de casi siete meses encerrada- debe agradecerle a la tecnología mantener sus relaciones familiares y sociales.

“Ahora paso todo el día frente a las pantallas”, cuenta. “Hasta aprendí a usar el touch del teléfono”, agrega. Hace videollamadas con sus nietos, habla con sus amigas, lee los diarios, hace cursos por internet y hasta se abrió una cuenta en Netflix. “Solo me falta usar Zoom y estoy lista. Todavía no me animo: temo hacer el ridículo en cámara”, confiesa esta mamá de tres profesionales y abuela de siete nietos. Como sufre hipertensión y hace poco superó un cáncer, no ha pisado la calle en esta cuarentena.

Es lo que le ha pasado a muchas personas mayores (a quienes tuvieron posibilidad de conectarse). Hasta los más escépticos se debieron amigar con la tecnología. Como representan uno de los grupos de mayor riesgo en esta pandemia, hay casos que quedaron aislados de sus familias o que no pudieron retomar las actividades que hacían con frecuencia. Las pantallas les abrieron ventanas para encontrarse con sus seres queridos sin salir de su casa y para mantenerse entretenidos durante el confinamiento.

“Se tuvieron que amigar 100% con la tecnología. Nosotros, en la Fundación León, pasamos a dictar todos los cursos para personas mayores en forma virtual, tanto los de alfabetización digital como los de neurogym y actividad física. Por ser ellos población de riesgo, durante todo este año será imposible dictar clases presenciales. El proceso de adaptación fue lento y los estuvimos acompañando mucho. Requirió por parte de ellos paciencia y tolerancia la frustración”, explicó el director de la fundación, el psicogerontólogo Diego Aguilar.

Comenzaron usando grupos de WhatsApp. Luego pasaron a las videollamadas. Finalmente se unieron a los talleres por Zoom o Google Meet. “Para acompañarlos, armamos un grupo de voluntariado virtual: jóvenes de todo el país asistieron a las personas mayores para que aprendan a conectarse. Al mismo tiempo fue fundamental inspirarles confianza y seguridad, además de elevarles la autoestima”, señaló.

“La soledad es un tema importante y más en esta crisis; la tecnología amiga y conecta, fue una gran aliada de la tercera y la cuarta edad”, puntualizó el especialista tucumano.

“Todos mis nietos se ríen porque vivo conectada, subiendo fotos a mi estado y mandándoles videos y audios”, confiesa Catalina Borquez, de 66 años. “Solo me falta tener Tik-Tok”, bromea esta enfermera que usa activamente su móvil. Trabajó durante 40 años en un hospital y ya en sus últimas etapas de atender enfermos tuvo que usar las computadoras para registrar pacientes o enviar trabajos a alguna capacitación de la que participó.

“Para mí no es algo raro la tecnología. Le saqué muchísimo el jugo en estos meses de pandemia a las reuniones por Zoom y a las webinar. También me bajé aplicaciones para pagar todas las cuentas”, cuenta esta abuela, que vive sola en un departamento. Para pasar la cuarentena, se entretiene con Netflix y con una app de Sudoku y otra de Carta Blanca en su celular.

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