El coronavirus, tan cruel como letal: el protocolo para un desolado adiós

El coronavirus, tan cruel como letal: el protocolo para un desolado adiós

Sin posibilidad de contacto, sin velatorios ni ceremonias de sepelio, la forma de sobrellevar el luto cambió con la llegada de la pandemia.

CEMENTERIO DEL OESTE. Foto LA GACETA (Archivo) / Franco Vera CEMENTERIO DEL OESTE. Foto LA GACETA (Archivo) / Franco Vera
01 Octubre 2020

A la distancia, sin velatorio ni entierro. El coronavirus covid-19 no sólo puede resultar letal, sino también sumamente cruel en el momento del último adiós.

El alto grado de contagio que presenta la enfermedad llevó a las autoridades sanitarias a dictar un protocolo específico para el tratamiento de los cuerpos de personas fallecidas producto del virus.

¿Cuál es el procedimiento a seguir desde el momento del deceso del paciente hasta la inhumación o cremación del cuerpo?

Si bien el Ministerio de Salud de la Provincia activó el programa "Acompañar", destinado a que los familiares de las personas en estado crítico puedan despedirse, quienes están internados por coronavirus deben permanecer en un estricto aislamiento. Esta pauta debe respetarse incluso si el paciente pierde la vida.

Todo cambió

La pandemia cambió hasta la forma en que se despide a un ser querido.

A nivel nacional rige un protocolo que dicta una serie de pasos para casos de decesos por covid-19.

Si bien se puede disponer que un familiar realice el reconocimiento de la persona fallecida en el centro médico donde estaba internada, el objetivo de estas directivas es evitar todo tipo de contacto con los restos.

De hecho, el equipo asignado a la preparación del cuerpo para su traslado debe contar con equipos de protección "similares a los recomendados para el personal de salud que atiende casos en investigación, probables o confirmados para infección", según el instrumento dictado por la cartera que conduce Ginés González García.

Con esas precauciones, deberán colocar los restos "en una bolsa plástica de alta densidad, impermeable y con cierre hermético", que debe reunir una serie de característica especiales. Este paso debe ser realizado dentro de la propia habitación de aislamiento. Una vez finalizado el procedimiento, se pulveriza con un desinfectante de uso hospitalario para tratar de eliminar la posible presencial del virus.

No está recomendada la autopsia en los casos de muerte por coronavirus, explica el protocolo nacional. Sin embargo, si el caso está catalogado como "sospechoso", se puede efectuar un hisopado y un test PCR post mortem para determinar la causa de muerte.

Además, los traslados también deben ser efectuados con los máximos cuidados.

Incluso, hay empresas de servicios fúnebres que optan por no utilizar los tradicionales coches, sino furgones blancos, similares a ambulancias, ya que deben retirar los restos directamente del centro médico en el que se registró el deceso del paciente.

Medida provincial

Luego del brote de contagios y decesos por covid-19, el Comité Operativo de Emergencia (COE) resolvió la suspensión provisoria de los velatorios y de los sepelios en Tucumán.

"El traslado se realiza directamente para inhumación o para cremación. Se trata de conseguir el turno más cercano. En tanto, el cuerpo queda aislado en un sector especial", explicó a LAGACETA.com Gustavo González, de la empresa San Agustín.

Según detalló, los familiares pueden retirar las cenizas de su ser querido para depositarlas en algún sitio especial, o también pueden inhumarlas. Sin embargo, no se pueden llevar a cabo ceremonias ni sepelios. Sólo una persona encargada de firmar la documentación necesaria podrá presenciar el procedimiento del entierro, cumpliendo con las medidas preventivas (barbijo, distanciamiento social) y evitando todo tipo de contacto con el personal de la empresa, según los protocolos que fijó el COE.

Al dolor de la pérdida, el coronavirus suma otras cargas sobre las familias. En muchas ocasiones se da que los parientes más cercanos al paciente fallecido permanecen en aislamiento, enfrentando también el contagio, cuando reciben la triste noticia del deceso. A pesar de la cruel circunstancia, los protocolos deben ser respetados a rajatabla para prevenir más casos.

Así, la covid-19 cambió hasta la forma de hacer el duelo, que ahora se transita a la distancia, sin posibilidades de un último adiós entre los seres queridos. Queda sin embargo la esperanza de que esta crisis pase de una vez, para poder celebrar en grupo la memoria de las víctimas de la pandemia.

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