El estilo del tanguero porteño que se hizo tucumano

El estilo del tanguero porteño que se hizo tucumano

Tres clásicos para sumarse al festival en la interpretación de Julián Morel.

AFINCADO. Morel se radicó en Tucumán en 2000. AFINCADO. Morel se radicó en Tucumán en 2000.
20 Septiembre 2020

El cantor de tango Julián Morel, porteño radicado hace dos décadas en Tucumán, participará esta noche en el Septiembre Musical, interpretando tres clásicos: “Mimí Pinzón”, “Qué me van a hablar de amor” y “Ventarrón”. La cuarentena lo obligó a abandonar los escenarios temporalmente, pero sigue ensayando y componiendo. La pandemia incluso le inspiró un tango, que hizo junto al Duende Garnica y lo titularon “El virulazo”, refiriéndose jocosamente al virus: “Se nos vino el bicharraco a contagiarnos/ te cortaron la milonga y el frapé/ te pusieron unos tiras en el barrio/ y ya no podés tomar café…”

Morel dijo que a pesar de que no puede cantar en vivo ni dar clases, está tratando de no quedarse quieto y hacer cosas “de laboratorio”, como composiciones y arreglos. “Todavía no pude terminar un disco con temas de Carlos Gardel, que comencé a grabar con músicos de Buenos Aires”, lamentó. Especializado en música popular, a sus alumnos de canto les enseña técnicas vocales, expresión e interpretación. “La gente está acostumbrada al karaoke, pero eso exige cantar sobre una pista que está hecha para que cante otro -obejtó-. Trato de que hagan cosas originales para que expresen su propia identidad como intérpretes. Que sean ellos”. Además del tango, en sus talleres se cuelan los temas románticos y folclóricos.

“El cantante tiene que aprender, en primer lugar, tres cosas simples: la respiración, la relajación y la emisión. Después trabajamos directamente con lo que quieren catar”, explicó el vocalista, que estudió en la Escuela Nacional de Música Juan Pedro Esnaola, en la Paternal, Buenos Aires. y se crió en Don Torcuato.

Heredó de su padre la pasión por el tango. “Mi viejo tenía la costumbre de poner tangos a la mañana, cuando me levantaba para ir a la escuela y desayunábamos escuchando la radio -recordó-. Tiempo después, yo estaba tocando con los mismos tipos a los que antes había escuchado.

Antes de dedicarse a su profesión, Morel fue músico de sesión, integrando grupos que acompañaban a otros cantores de tango. Trabajaba en boliches, tocando el bajo y el contrabajo. Ya como cantante, a Tucumán venía periódicamente a trabajar en distintos escenarios, hasta que en 2000 se radicó en la provincia.

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