La violencia racista moviliza al deporte estadounidense

La violencia racista moviliza al deporte estadounidense

En todo el país hay masivas protestas por otro ataque de la policía a un hombre negro.

EN FLORIDA. La cancha vacía, luego de que los jugadores de Milwaukee decieron no jugar ante Orlando. EN FLORIDA. La cancha vacía, luego de que los jugadores de Milwaukee decieron no jugar ante Orlando.
28 Agosto 2020

El equipo de la NBA de los Milwaukee Bucks, con sede en Wisconsin, comenzó el boicot al negarse a disputar su partido de playoff. Y la acción fue imitada por equipos de la propia liga de básquet y de otras disciplinas, en una muestra sin precedentes de solidaridad deportiva. Una nueva ola de protestas por parte de deportistas profesionales en Estados Unidos, bajo el movimiento “Black Lives Matter” se está expandiendo. Esta vez, se debe a los disparos por la espalda de un policía contra Jacob Blake en Kenosha, Wisconsin. El hombre quedó paralizado de la cintura para abajo. La estrella LeBron James tuiteó al respecto: “A la mierda, exigimos cambios”. A la luz de lo sucedido en el básquet, estuvo en peligro el resto de la temporada, pero continuará.

Además, jugadores de la liga de béisbol MLB, del fútbol MLS y del básquet femenino WNBA comenzaron huelgas. La tenista Naomi Osaka se retiró de las semifinales del torneo de Cincinnati. “Antes que deportista, soy una mujer negra. Y como mujer negra, siento que hay asuntos más importantes que verme jugar a mí al tenis”, afirmó. En ese mismo torneo de Ohio, ayer no hubo semifinales del Master 1.000 por solidaridad.

Mientras tanto, el hexacampeón de F-1, Lewis Hamilton, dijo que no boicoteará el Gran Premio de Bélgica del domingo. “Primero, creo que es increíble lo que mucha gente está haciendo en sus deportes a todos los niveles, como organizadores y comentaristas, por ejemplo. Sin embargo, eso es en Estados Unidos y no sé realmente si hacerlo aquí en particular tendría algún efecto”, comentó. El británico es un defensor público de la campaña para acabar con el racismo que tomó el deporte mundial tras la muerte de George Floyd el 25 de mayo, después de que un policía de Mineápolis presionó una rodilla sobre su cuello durante varios minutos. Hamilton y otros pilotos se arrodillaron antes de las carreras, llevaron escrito el eslogan en su casco y pusieron en marcha una comisión para impulsar la diversidad en el deporte motor.

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