Piden a la Corte que frene cuatro ascensos en la Justicia de Paz

Piden a la Corte que frene cuatro ascensos en la Justicia de Paz

Se trata de parientes de altos funcionarios.

GREMIALISTA. Alejandra Martínez, secretaria adjunta de la UEJN. GREMIALISTA. Alejandra Martínez, secretaria adjunta de la UEJN.
22 Agosto 2020

Una presentación solicita a la Corte Suprema de Justicia de Tucumán que frene los ascensos discrecionales de cuatro agentes de la Justicia de Paz con lazos familiares con altos funcionarios. La solicitud lleva la firma de Alejandra Martínez, secretaria adjunta de la Unión de Empleados de la Justicia Nacional. Con el patrocinio del abogado Gustavo Morales, la gremialista se opuso el 5 de agosto a los pedidos de promoción del procurador Carlos Macario Alejandro Villaluenga, hijo de la jueza Norma Cecilia Tasquer de Villaluenga; de Dante Julio Ibáñez Fordham, hijo del juez Dante Julio José Ibáñez; de María Fernanda Blanco, hermana de Gabriela Blanco, secretaria de Superintendencia, y del abogado Francisco Prebisch, hijo de Claudia Forté, secretaria judicial de la Corte. Dos de esos ascensos ya fueron aprobados y publicados: se trata de los del prosecretario Villaluenga (era encargado auxiliar) y de la encargada principal Blanco (era encargada) .

“Manifiesto mi preocupación institucional por estos ascensos que por enésima vez benefician a hijos de magistrados y funcionarios”, dijo Martínez a los vocales Claudia Sbdar (presidenta), Antonio Daniel Estofán, Daniel Posse, Daniel Leiva y Eleonora Rodríguez Campos. “Constituye un desatino por parte del alto tribunal exacerbar el nepotismo con el agravante de que estos ascensos ocurren en un contexto de pandemia donde los juzgados de Paz trabajan menos”, dijo. Y agregó: “los nombramientos, sumados a otros que conoció la sociedad tucumana gracias a la prensa, profundizan el descreimiento en el Poder Judicial. Esto es así hasta el extremo de que, como enseñaba el profesor Augusto Mario Morello, ‘todos estamos bajo el estado de sospecha’”.

LA GACETA se comunicó con las autoridades que mencionó Martínez para invitarlos a comentar la situación, pero, con diferentes tonos, todos prefirieron abstenerse de hacer manifestaciones públicas. Como en cualquier otra institución del Estado donde el ingreso y el ascenso depende de una decisión directa, el nepotismo cunde en la Justicia de Paz. Este ámbito de la organización judicial ha permanecido por completo inmune a los concursos parcialmente implementados hace ya desde una década en los Tribunales ordinarios para cubrir las ayudantías y los cargos constitucionales (magistrados, fiscales y defensores oficiales), entre otras posiciones.

En la Justicia de Paz la discrecionalidad alcanza a toda la jerarquía, desde los titulares de las oficinas (el juez de Paz es designado por la decisión del Poder Ejecutivo con acuerdo de la Corte) hasta a los ordenanzas. Incluso varios agentes que entraron a la Justicia de Paz luego pasaron a los Tribunales ordinarios, donde rige el concurso de ingreso al peldaño más bajo de la carrera. Los proyectos para modificar esto no prosperaron. La última declaración al respecto data de julio de 2019, cuando el vocal Posse opinó que había que implementar los concursos públicos para el personal de la Justicia de Paz.

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