El “súperbarbijo” del Conicet, que inactiva el virus en cinco minutos, hace furor en Tucumán

El “súperbarbijo” del Conicet, que inactiva el virus en cinco minutos, hace furor en Tucumán

Tras ser autorizados por la Anmat, los tapabocas de uso social comenzaron a ser distribuidos por todo el país y su demanda crece en la provincia.

CON NANOTECNOLOGÍA. El desarrollo argentino, testeado por el INTI y el INTA, ya es exportado a Europa. Atom Protect CON NANOTECNOLOGÍA. El desarrollo argentino, testeado por el INTI y el INTA, ya es exportado a Europa. Atom Protect

Los barbijos pasarán a la posteridad como el objeto emblema de este 2020 pandémico. Entre febrero y marzo, cuando el coronavirus aún acechaba a lo lejos, su demanda se disparó en el país. Pese a que todavía no estaba definido si la población debía usarlos de forma masiva, en poco tiempo se agotaron en las farmacias. Unas semanas después, las recomendaciones oficiales fueron más claras. Incluso, en Tucumán, se legisló al respecto y se dispuso en abril el uso obligatorio de tapabocas en la vía pública. Hoy ya son una parte íntegra del paisaje urbano, y todo indica que así será por un buen plazo más.

Este breve racconto resume cómo se ha generalizado y masificado el uso de máscaras entre los tucumanos -y entre gran parte de los habitantes del planeta-. En cuestión de meses, han proliferado los emprendimientos que las fabrican, y un sinfín de vendedores ofrecen los más variados diseños en las calles. Ahora bien, ¿todos los barbijos protegen por igual? Si bien la respuesta es no, en realidad las autoridades sanitarias recomiendan su uso masivo -aunque la confección sea casera- para evitar que las personas contagien a otras a través de las microgotas que se expelen al hablar, toser o estornudar en caso de estar infectadas. En ese sentido, se solicita al común de la población que evite emplear las máscaras profesionales reservadas para el personal sanitario.

¿Qué opciones “a nivel social” hay, entonces, que disminuyan en simultáneo esa posibilidad de contagiar a los demás y que a la vez protejan de una posible infección a quien las usa? Este mes, la ciencia argentina ha dado una respuesta clave. Ocurre que un equipo de investigadores ha lanzado al mercado el ya conocido “súperbarbijo”, que permite inactivar el coronavirus en sólo cinco minutos. Y, tras su arribo, su demanda crece en Tucumán.


Telas antivirales

La invención está en manos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad Nacional de San Martín (Unsam). El desarrollo, cuya producción ahora está a cargo de la pyme Kovi SRL en La Matanza, consiste en telas tratadas con activos antivirales, bactericidas y fungicidas. “Todos los insumos que requiere están disponibles en grandes cantidades en el país. El proceso industrial para su manufactura se puede hacer en cualquier fábrica textil”, expresó tras su lanzamiento Silvia Goyanes, una de las directoras del proyecto 100% argentino.

El barbijo, que se comercializa bajo el nombre de Atom Protect, se distribuye ya en casi toda la Argentina. En Tucumán, una de las encargadas de que arribara fue Macarena Guerreiro, que es familiar directa de los propietarios de la fábrica matancera. “Me enviaron el primer stock para ofrecerlo aquí hace unas semanas. Coordino las entregas con representantes de la Capital y del sur provincial. Se lo conoce cada vez más”, contó en diálogo con LA GACETA.

El precio de fábrica de cada “súperbarbijo” es de $ 324. Si se encargan más de 40 unidades, cada una queda en $ 268. “Lo bueno es que se pueden reutilizar. Se lavan hasta 15 veces con agua fría y siguen manteniendo las propiedades antivirales”, especificó la vendedora. Ella vivía en Comodoro Rivadavia y se radicó, por motivos laborales, hace unos meses en Tucumán. “Como tengo contacto directo con la fábrica, la idea ahora es ofrecerlos también en farmacias y en cadenas grandes -adelantó Guerreiro-. Teniendo la aprobación de la Anmat resultará mucho más sencillo”.

Según sus estimaciones, ya se han producido unos tres millones de barbijos. En Tucumán, se han vendido al menos 1.000 y los encargos van en aumento. “Tengo que pedir una reposición. De a poco, vamos llegando a toda la provincia”, dijo la vendedora.

Otro de los anticipos que Guerreiro dio es que los investigadores avanzan en el desarrollo de otro modelo del Atom Protect. Será más parecido -detalló- al barbijo N95, cuyo uso es exclusivo para los profesionales de la salud. Además, se donará el 10% de las telas a pequeños talleres.

Las propiedades del “súperbarbijo” de uso social que ya se puede comprar son variadas. Además de ser autosanitizante (evita que quien lo viste respire sus propios gérmenes) y de triple capa, se puede usar hasta ocho horas seguidas. Aquí, se pueden encargar por medio de la página de Instagram @atomprotect.tucuman o llamando al 3865612800.

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