Por Gustavo Frías Silva
01 Agosto 2020
Profesiones “madres” de la producción primaria
Con una presencia de más de un siglo en la Argentina, los ingenieros agrónomos, los zootecnistas y los veterinarios son unos de los principales aliados del productor, en el ámbito rural. Gracias a su labor se desarrolló la agricultura y la ganadería de la provincia, de la región y del país. Su acción mejora el campo; su palabra ayuda al dictado de buenas políticas.
De forma periódica publicamos en esta columna la necesidad -cada vez mayor y, por qué no decirlo, urgente- de que se produzcan alimentos para todos los habitantes del mundo. Esta cifra crece día a día crece, por lo que producir más y mejor se vuelve una política de Estado de cada uno de los países del mundo productores de alimentos.
Está claro que se debe producir alimentos para muchas personas que habitan regiones muy densamente pobladas y para muchas otras que padecen hambrunas en diferentes países del mundo, como numerosas naciones africanas.
Lo real es que la necesidad de alimentos es mayor. Y la única forma de satisfacerla es con el trabajo exhaustivo de la naturaleza, acompañada con el conocimiento humano, bien aplicado.
Debido a ello, las ciencias dedicadas al campo resultan cada vez más necesarias. Y en la actualidad, estas tienen una importante misión a realizar, como lo es producir más alimentos por unidad de superficie con un cuidado exhaustivo del ambiente.
Hoy, con los problemas que genera la pandemia de la covid-19, que golpea al mundo, el sector productivo, con el agricultor y el ganadero a la cabeza, no dejó de trabajar nunca. Por el contrario, buscaron y buscan la forma de adaptarse y de adecuar sus labores, según los protocolos de seguridad para que se pueda producir alimentos, evitando el contagio y la diseminación del virus pandémico.
Ellos no bajaron los brazos, no se detuvieron. Afrontaron los riesgos, aceptaron el reto de alimentar al mundo, asegurando inocuidad, calidad y resguardo de los recursos naturales y del ambiente.
El rol de la ciencia
A la par del productor están también los profesionales de la producción, quienes aportan sus conocimientos, asesoran y guían los procesos productivos.
Los profesionales, como los ingenieros agrónomos, los zootecnistas y los médicos veterinarios (cuyo día se festeja este jueves) trabajan casi exclusivamente en el ámbito rural, con los ejes fundamentales puestos en la agricultura y en la ganadería.
Estas carreras surgen de un número importante de Facultades especializadas, tanto estatales como privadas, que preparan profesionales capaces de dirigir, de ordenar y de encauzar las problemáticas del campo. Entre las múltiples actividades que desarrollan los profesionales vinculados a estas áreas, se destacan la dirección y la administración de establecimientos, y la producción agrícola, ganadera o mixta.
Sólo basta recorrer el ámbito rural para advertir que la mano de estos profesionales está presente en los campos de toda la región.
Los profesionales dedicados a las ciencias agropecuarias tienen, además, la capacidad de crear y de inventar nuevas variedades de plantas de diferente género y especie, y de razas animales de todo tipo para mejorar día a día la producción agrícola ganadera, con herramientas tecnológicas y biotecnológicas de última generación.
También son responsables de aquellas cuestiones vinculadas con la sanidad vegetal y animal, y aportan con estudios en la sanción de leyes agrarias, participando en tratados o en convenios de comercio; haciendo investigaciones científicas y ejerciendo la docencia.
Todo esto debe ir siempre acompañado de lo que llamamos responsabilidad, con compromiso productivo y social.
Múltiples áreas
El trabajo del ingeniero agrónomo, del zootecnista y de los veterinarios es amplio. No queda únicamente en las etapas de producción, sino que también abarca aspectos vinculados a cuestiones netamente políticas y económicas. Permite poner al campo casi como el único sustento de la economía de muchas regiones, y el más importante y principal del país, como queda demostrado y sociabilizado en estos últimos años. Y en momentos como los que vivimos durante esta pandemia todo esto se manifiesta claramente.
Estas profesiones tienen más de 100 años de existencia en la Argentina. Hubo destacados profesionales, que fueron artífices del desarrollo agropecuario de nuestra amplia geografía territorial argentina y del NOA. Nombrarlos resultaría casi imposible, y se cometería el riesgo de olvidar algunos.
Lo importante, de todos modos, es que debe entenderse que la profesión del ingeniero agrónomo, del zootecnista y del veterinario es lo que podríamos llamar la “Madre” de la producción primaria. Esta netamente vinculada con las agroindustrias, que aportan el valor agregado a los bienes que salen de nuestros campos, en beneficio de la economía provincial, regional y nacional.
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