Encuesta: los niños se ven más irritables y desganados

Encuesta: los niños se ven más irritables y desganados

Un estudio de la Unsta analiza cómo afectó a la familia el aislamiento y el distanciamiento social. Los chicos son los más afectados por las medidas.

LA CONTENCIÓN ES FUNDAMENTAL. El papel de los adultos es esencial para dar seguridad y un espacio propio para que los niños puedan expresarse.  LA CONTENCIÓN ES FUNDAMENTAL. El papel de los adultos es esencial para dar seguridad y un espacio propio para que los niños puedan expresarse.

Los niños y los adolescentes fueron los últimos en salir del aislamiento social preventivo y obligatorio. Todavía no retomaron las clases presencial y muchos permanecen sin salir a la calle porque pertenecen a los grupos de riesgo. Son los más afectados por las medidas preventivas adoptadas por el gobierno para prevenir los contagios de covid -19. Según una encuesta de la Unsta los padres advierten “un grado significativo de irritabilidad y desgano en los niños, y de desgano y frustración en los adolescentes”.

¿A qué se debe este cambio de humor en los chicos? La psicóloga Fernanda Grellet, especializada en clínica en niños y adolescentes, explica que “esta nueva forma de vida condiciona hábitos y modos de relacionarse. Esta situación impredecible genera incertidumbre y los niños y adolescentes no están exentos”. “Estamos todos atravesando duelos, porque todo cambió: el niño extraña sus amigos, el espacio escolar, los abuelos y primos”.

“En el caso de muchos, lo habitacional también repercute de manera traumática: la falta de espacios verdes y de la posibilidad de realizar actividades deportivas. Los chicos extrañan su mundo”, dice la experta convocada para analizar los datos recogidos por la Tercera Encuesta Covid -19.

El trabajo dirigido por los profesores Luis Britos y Francisco Viejobueno de la Cátedra de Sociología de la carrera de Psicología en la Facultad de Ciencias de la Salud, analiza la repercusión que tuvo en la familia el aislamiento y su paso al distanciamiento social (ver cifras por separado).

El estudio señala que las relaciones familiares se vieron afectadas en un 38%. “El niño depende afectivamente del adulto y está atento a sus reacciones. Mientras el adulto esté tranquilo el niño podrá estarlo a pesar de los cambios. Es decir que lo que le acontece al niño es reflejo de lo que le pasa al adulto, expresado en síntomas o conductas que a la vez generan tensión en el adulto”, señala la especialista.

“El adulto es quien brinda al niño las herramientas para enfrentar las dificultades en la vida cotidiana, por eso es importante crear espacios en donde el niño pueda tramitar y elaborar lo perdido. El niño está estructurándose afectivamente y necesita espacios concretos que marquen el adentro y el afuera para diferenciar lo privado de lo ajeno, construyendo así espacios de seguridad psicológica que le brinden a la larga los recursos necesarios para generar el día de mañana vínculos saludables”, remarca la psicóloga.

Los expertos recomiendan a los padres, en este tiempo de encierro y distanciamiento social, replantearse nuevos modos de generar espacios para que el niño pueda expresarse. Sugieren estar atentos a sus conductas y desde allí gestionar momentos de juego para que el chico pueda expresar sus preocupaciones. El juego es su lenguaje, a través del que manifiestan sus angustias.

Grellet propone “generar espacios de reflexión y acuerdos correspondientes a la edad”. La niñez es el tiempo de adquisición de hábitos , por eso recomienda marcar tiempos de tareas, momentos recreativos, y de conexión y desconexión de la tecnología. Esto es fundamental, marca, en la medida en que se carezca del soporte concreto de espacios como colegio, plazas y encuentros con amigos.

Adolescentes sin espacio “El adolescente siente necesidad de ejercer su independencia en la construcción de espacios propios en complicidad con sus pares y al margen de sus padres. Pero también el adulto ejerce de soporte afectivo igual que en el niño, con la diferencia de que en este caso, el adolescente, necesita comenzar a poner en juego el ejercicio de su libertad”, explica la psicóloga. “Es importante en estos momentos prestar especial atención a ellos. Darles el espacio para estar solos ya que se encuentran vulnerados por la pérdida de espacios sociales, pero también hay que estar atentos a su necesidad de contención”, concluyó.

La encuesta se realizó entre el 4 y 7 de este mes y contó con la participación de docentes y alumnos de la Unsta.

Las relaciones familiares se tensionaron

- El 38% de la población encuestada reconoce que se vio afectada en sus relaciones familiares.

- El 32% de los consultados reconoce que se incrementaron las discusiones en sus hogares.

- El 26% de los encuestados admiten situaciones de violencia en el entorno familiar.

- El 65% reconoce que compartió más tiempo de calidad con la familia.

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