Reporte Rural: el virus es malo; la falta de alimento, también

Reporte Rural: el virus es malo; la falta de alimento, también

Se cumplen 120 días del decreto presidencial que imponía la cuarentena, para menguar la proliferación de la covid-19. Ese texto contemplaba excepciones de circulación. Entre ellas, todo lo que hace al arco productivo. Pero aún resulta una odisea para productores y empleados hacer las tareas propias de la actividad. Se debe impedir la diseminación del coronavirus, sin afectar el abastecimiento.

Con las idas y vueltas en los cumplimientos de la cuarentena y de los aislamientos obligatorios de personas -debido a las cotidianas apariciones de casos de covid-19 en todo el país-, el tránsito por diferentes rutas y caminos de las distintas zonas productivas se torna cada vez más complicado para los productores, para los transportistas de mercaderías y de insumos, y para el personal de diversas ramas vinculadas con las actividades agropecuarias.

En lo que respeta a las provincias del NOA -cada una de las cuales tiene diferentes reglamentaciones y/o leyes recientemente aprobadas-, atravesar la región transportando insumos y mercaderías de primera necesidad genera un gran dolor de cabeza, debido a que en ocasiones las normas resultan inaplicables.

A esto se suma que muchas veces el personal responsable de que se cumplan estas reglamentaciones o leyes se maneja de manera distinta. En algunos casos, con una total falta de sentido común, que hace que los distintos medios de transporte -camionetas, maquinarias y camiones- no puedan circular y, debido a ello, no puedan realizar las tareas que, de acuerdo al decreto presidencial, no sólo están permitidas, sino que son obligatorias de realizar. Entre otros, producir y transportar sin inconvenientes todo lo producido, para evitar, sobre todo, que se produzca desabastecimiento de alimentos y subas de los precios debido a la falta de oferta de ciertos productos, como los hortícolas y ganaderos.

El decreto presidencial es claro: todos deben cumplir con el aislamiento obligatorio, salvo aquellos que trabajan en actividades indispensables para el funcionamiento de la población, que están incluidos en el mismo documento como excepciones. Y entre estas, figura la mayoría de las actividades agroproductivas. Transitar por las rutas y por los caminos de la región que se encuentran cercanos a los límites provinciales o los atraviesan implica una odisea. Las autoridades sanitarias de Tucumán y de provincias vecinas aplican las prohibiciones de tránsito, sin permitir un movimiento fluido de vehículos de transportes y de personas, que necesitan y que deben trabajar en actividades productivas que -vale recordarlo una vez más- se encuentran exceptuadas.

Y no sólo se trata de los productores. Muchos empleados cumplen funciones, administrativas o de otras áreas, en un establecimiento agropecuario: pagan sueldos y jornales, llevan alimentos para el personal que vive en el campo, realizan reparaciones y mantenimientos de maquinarias -técnicos, mecánicos, gomeros, soldadores, etcétera-. Y estos trabajadores deben realizarse gestiones tan complicadas y burocráticas que muchas veces resultan imposibles de cumplir. Y entonces, todas estas tareas no se realizan, se hacen mal, o lo que resulta aun peor, se genera un incumplimiento de las medidas sanitarias, porque ellos llegan a destino por diversos lugares alternativos a las vías normales.

Estas situaciones se plantean en todo el territorio nacional, y perjudica a todos los ciudadanos que, de una manera u otra, deben circular por diferentes zonas y regiones, únicamente para hacer lo que deben hacer: trabajar según las excepciones, decretadas por el presidente, Alberto Fernández.

Las limitaciones a la circulación en diferentes localidades, mediante el uso de montículos de tierra o de piedras, generaron mucha preocupación. Todo el arco productivo coincidió con que la decisión de varios municipios y provincias, de realizar este tipo de bloqueos, es absolutamente inadecuada. Aunque en algunos casos esos obstáculos desaparecieron, en diversas zonas se instalaron una cantidad de retenes con personal de seguridad. Esto suele generar muchas demoras, porque en algunas provincias sólo funciona un solo paso; y al controlar la gran cantidad de permisos que solicitan se vuelve prácticamente imposible la libre circulación, garantizada por la Constitución nacional. Esta situación se da aun cuando las personas deben trasladarse por necesidades de salud.

La covid-19 genera muchísima preocupación en la población en general y en las autoridades de los Gobiernos, que son quienes velan por la salud de todos. Para ello, en ocasiones toman decisiones, cuya adecuada aplicación resultan muy difícil y complicado, por lo que deberían ponerse de acuerdo y unificar dichas normativas.

Resulta muy importante que estas restricciones al tránsito vehicular y de personas sean manejadas con un criterio que impida que el virus se disemine, pero que permita el movimiento de los bienes y servicios necesarios para alimentar a la población. No se trata de restringir la circulación a como dé lugar, porque esto afecta algo indispensable: la producción de alimentos.

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