El Ojo Crítico: "Survive"

REGULAR

SERIE / POR QUIBI

Pensada y formateada para celulares, la plataforma Quibi presenta sus producciones en capítulos que oscilan entre los seis y nueve minutos de duración. Muy útil y a tono con las demandas urgentes de las nuevas generaciones, pero a la vez no deja de leerse como un parche para matar tiempos muertos. Esos ratitos que quedan libres, en el hogar, en la calle, en el trabajo o en la escuela. ¿Qué mejor que rellenar esos huecos mirando una serie original?, es el razonamiento de Quibi. Pero esto no implica el desarrollo de narrativas novedosas, al menos por lo que propone “Survive”, uno de los buques insignia de Quibi en su lanzamiento.

Dividida en 12 episodios, “Survive” no deja de ser una película de lo más clásica en su planteo y en su desarrollo. El truco es insertar algún cliffhanger para generar algo de interés por el capítulo que viene, lo que pone en aprietos a directores y guionistas: calzar 11 cliffhangers en menos de dos horas luce decididamente forzado. En fin, son las reglas que Quibi se autoimpone.

Pero en el fondo, más allá de las formas, lo que seguirá prevaleciendo es la calidad de las historias. No importa si se hilvana como una colección de cortos o de tres horas ininterrumpidas de cine (aunque mucha gente vio “El irlandés” en partes, lo que plantea otra clase de debate). Si la historia es buena va a funcionar de cualquier manera. Y la de “Survive”, escrita por Richard Abate y Jeremy Ungar a partir de una novela de Alex Morel, no es de las mejores.

Al cuento lo sabemos de memoria. Se produce un accidente aéreo y sólo hay dos sobrevivientes, Jane (Sophie Turner) y Paul (Corey Hawkins, a quien vimos en “The walking dead” y en “Infiltrado en el KKKlan”). Están atrapados en una montaña, en medio de la nieve, helados, hambrientos y desorientados. Lo que viene será una batalla contra la naturaleza por la supervivencia. La particularidad es que ella es una chica traumatizada, con tendencias suicidas. Habrá que ver si, puesta a prueba ante la adversidad, es capaz de protagonizar una metamorfosis espiritual. Paul puede ser el catalizador que opere ese cambio.

El enfoque de Mark Pellington -un experto en video clips con varias incursiones por la TV- no colabora. Abusa de los drones que sobrevuelan el paisaje, tal vez para disimular lo estrecho del presupuesto (se nota en algunas locaciones y en cómo está filmada la caída del avión). Hay personajes que parecen importantes y desaparecen sin explicación -como los compañeros de internación de Jane-, miradas copiadas de “¡Viven!” y retazos absolutamente inverosímiles, como el salto de un acantilado a lo Rambo y la capacidad de Paul para caminar con una pierna fracturada. Y ni hablemos de la escena de la pelea con el lobo.

Como serie de aventuras y como drama introspectivo, un cóctel que “Survive” sirve en una mezcla poco sabrosa, no hay mucho para rescatar. Lo mejor de la serie es Sophie Turner, quien intenta construir una carrera más allá de “Game of Thrones” y de los X-Men. Habrá que seguirla porque hay mucho talento latiendo ahí.